Dylan.

III

Me despierto por el agudo dolor en mi cabeza. No sé si es por el golpe que me di ayer, o porque me quedé despierto casi toda la noche pensando en las palabras escritas en la pared del hospital.
"Ven a visitarme al infierno"
Si es una broma, no tiene ni puta gracia.
Y por otro lado estaba Logan, que dije que lo ayudaría a comunicarse con su hermanito fantasma.

¿En qué demonios estaba pensando? Así no es como pensaba que sería la universidad.

Me termino de levantar y me doy cuenta que la cama de al lado está vacía. Me fijo la hora.
6:30 p.m. ¿Tanto dormí?
Logan debe estar volviendo de clases. Las cuales yo, aparentemente, me salté.

Después de darme una ducha y comer algo, decidí dar una vuelta por la universidad. Mi plan de encontrar una novia seguía en pie, y quedándome acostado no lo conseguiría.

Mientras caminaba me di cuenta de que no tenía idea de como hablarle a una chica.
Si me presento adecuadamente, ¿Cómo sé que se acordará de mí mañana? Tengo que hacer algo que llame la atención. Que haga que le sea imposible olvidarse de mí.

Distraído por mis fantásticos pensamientos de conquista, impacto directamente contra algo que hace doler más aún mi cabeza y ahora también mi nariz. Abro los ojos y veo la puerta abierta de un salón. ¿Quién se choca con una puerta?

Escucho una risita a mis espaldas y me doy la vuelta.
Mis ojos ven la cosa más linda que alguna vez hayan visto.
Una chica un poco más baja que yo se está riendo mientras me mira, sus ojos son de color café al igual que su pelo corto. No puedo decir si tiene linda sonrisa o no, ya que se está tapando la boca con la mano mientras aguanta la risa.
Mis ojos recorren su cuerpo sin descaro alguno. ¿Cómo no la vi antes?

Quizás por que llevas aquí menos de un mes, idiota.

Mi subconsciente siempre respondiendo mis dudas. Que considerado. Ruedo los ojos.

Una sonrisa se forma en mis labios al ver que la chica se acerca a mí, aunque me llama la atención el hecho de que no sonríe, es más bien una mirada de preocupación. Cuanto más cerca está, más seguro estoy de que se convertirá en mi novia. Sea como sea.

Mi ojos no se despegan de los suyos. Siento un pequeño mareo y es como si me fuera a caer. Wow. ¿Así se siente el amor?

La chica de ojos cafés corre hasta mí y me sostiene antes de caer.

—Te diste un buen golpe —Abre su mochila, yo espero a que saque un papel con su número de teléfono, pero me entrega un pañuelo, me lo tiende y la miro confundido—, y tu nariz está sangrando bastante. —Me dice al ver que no agarro el pañuelo.

Instintivamente llevo la mano a mi nariz, definitivamente es mucha sangre.
Tomo su pañuelo y sonrío al darme cuenta que la voy a tener que volver a ver para devolvérselo.

—Soy Dylan —Le tiendo la mano, pero veo que no me devuelve el saludo por que mi mano está llena de sangre—. Perdón —Susurro.

Ríe de vuelta. Y creo que se ha convertido en mi nuevo sonido favorito de toda la Tierra.