XXIII

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En ese momento me di cuenta de la seriedad del asunto

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En ese momento me di cuenta de la seriedad del asunto.

Si mi madre era la hija de Lucifer, ¿eso significa que él es mi abuelo?

Siento que es un secreto demasiado pesado como para guardarlo para mi mismo, así que les cuento toda la historia.

Cuando termino todos se quedan callados durante largos minutos.

—Wow, y yo estaba sorprendido porque mi padre era un Demonio Mayor. —Dice Logan—. Aunque no te envidio para nada.

—Bueno, si bien es un problema, no hay nada que podamos hacer. —Dice mi abuela pensativa—. Por ahora concentrémonos en el hechizo para el arma.

Después de varias horas leyendo, nos rendimos al no encontrar nada. La biblioteca estaba por cerrar y teníamos que volver a los dormitorios.
Mi abuela se despidió de nosotros y nos dijo que seguiría buscando entre sus "contactos". Preferí no saber quiénes eran sus contactos.

Ahora me encontraba solo en los pasillos rumbo a mi habitación. La luz ya no entraba por la ventana por lo que el pasillo solo estaba iluminado por la tenue luz de la lámpara. Era bastante espeluznante. Desde afuera podía escucharse la lluvia y uno que otro relámpago iluminaba de repente todo el lugar.

Tenía un mal presentimiento, no sabía muy bien de qué, pero apuro el paso. Una sensación familiar me recorre el cuerpo, un escalofrío, como cuando sientes que te están observando pero no puedes ver quién es el dueño de la mirada. Sentía a alguien detrás mío, siguiéndome. Pero había aprendido a no voltear.

Apresuro más el paso, estoy prácticamente corriendo. Un nuevo relámpago ilumina el corredor, y la sombra de lo que sea que me está siguiendo se proyecta en el suelo. Por la forma podía decir que era humano, o eso parecía. Inevitablemente, miro hacia atrás. Veo solo oscuridad, más de la que tendría que haber. Me quedo quieto, mirando fijamente esa inquietante penumbra, esperando ver algo a través de ella. Podía jurar que hay algo observándome, algo que puede verme pero yo no puedo verlo a él.
Después noto que la oscuridad avanza, como si estuviera viva. Como si me estuviera siguiendo. Y sabía que no podía dejar que me atrapara, aunque no tenía muy claro porqué. Nada bueno podía traer una sombra que se mueve por el pasillo, ¿verdad?

No estaba muy lejos del dormitorio, así que empiezo a correr y siento a la oscuridad, y a lo que sea que venga con ella, justo detrás mío, avanzando a toda velocidad.

Me detengo frente a mi puerta y cuando la abro, la oscuridad desaparece, como si nunca hubiese estado ahí.

Entro apresuradamente, agitado por correr hasta ahí, y cierro la puerta rápidamente, como si eso pudiera evitar que la oscuridad entre.

Logan está en su habitual lugar frente a la computadora, y en cuanto entro me mira confundido.

—Hey, ¿estás bien?

Me siento en la cama, intentando recuperar el aliento.

—... Sí.

—Eso no ha sonado para nada convincente.

Al ver que no quería hablar, dejó de hacer preguntas.

Ni siquiera yo sabía qué es lo que había pasado. ¿Un fantasma? ¿Un demonio? O quizás es que me estoy volviendo loco y es todo producto de mi imaginación. Lo que era bastante probable.

Me dejo caer en la cama, esperando que los pensamientos no me dejen dormir. Pero en cambio, a penas cierro los ojos me duermo.

~ ~

Estoy en una sala oscura. No estoy seguro de si es porque es de noche o porque es oscura de por sí. En ella se encuentran dos personas. O más bien dos demonios. Sin embargo reconozco sólo a uno de ellos.
Mi madre. La verdadera.

Es el típico sueño en el que sabes que estás soñando, pero no puedes intervenir en él. Solo me puedo limitar a mirar.

Mi madre está hablando con el demonio que está frente a ella.

Ya te lo he dicho, Ellen. Necesito que me traigas a tu hijo, quiero tenerlo aquí cuando sus poderes despierten.

¿Y por qué estás tan seguro de que su magia despertará, padre?

—¿Estás desafiándome? —El demonio se acerca peligrosamente a Ellen, mi madre. La toma por el cuello pero ésta ni se inmuta.

—Sólo era curiosidad. —Sonríe desafiante.

El demonio la suelta y desaparece de repente, como si nunca hubiese estado ahí.

El sueño termina repentinamente y yo me despierto. Me siento rápidamente en la cama. No había sido una pesadilla, pero se sentía como si lo hubiese sido.

No estaba seguro de si mi sueño era real. Quiero decir, mi padre, como médium, solía tener sueños acerca del futuro o del pasado. Pero nunca me había pasado antes así que no estaba seguro de lo que acababa de ver.

Miro alrededor de la habitación. La leve luz de la mañana se filtra por la ventana, iluminando escasamente la habitación. Logan está roncando en su cama con la boca abierta y un charco de saliva en la almohada. No sabía cómo hacía para dormir tan tranquilo. Su padre era un demonio y él se supone que podía hacer magia. Aunque nunca nos lo había mostrado, todos sabíamos que él podía hacerlo. Yo en su lugar no podría dormir tan plácidamente.

Me levanto para ir al baño. Odiaba levantarme en la mitad de la mañana. Me lavo la cara intentando olvidar el sueño. Normalmente uno olvida lo que sueña unos segundos después de que se despierta. Pero mi sueño parecía no querer irse de mi cabeza. Recordaba cada detalle.

Mi madre se llama Ellen.

Ellen.

Intentaba que me sonara familiar, pero era imposible. Jamás había visto a esa mujer en un lugar que no sea en mis sueños. Por lo menos mi madre humana me visitaba de vez en cuando.

Estoy por volver a la cama pero de repente hay algo que no cuadra. Miro mi reflejo en el espejo, no estoy solo en la imágen. Hay una mujer detrás mío, observándome sonriente por el espejo.

Me toma un par de segundos reconocerla.

Es mi madre. Ellen.

Dylan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora