¿Por qué una invocación requiere una pata de conejo? Más importante, ¿de dónde consigo yo un conejo?
Mi abuela me dijo que me ayudaría a invocar a Azazel con una condición, que yo buscara los "ingredientes". Pensé que sería algo fácil, hasta que vi la lista que me dio.
—Te dejo el trabajo sucio a ti, no esperarás que una dama vaya con cosas así por la calle, ¿no? —Me había dicho ella, y yo acepté buscar todo lo necesario.
Y ahora estoy aquí, parado en la puerta de una tienda de brujería debatiéndome si debería entrar o no. Pero si las dueñas de la tienda son brujas de verdad, ya deberían saber que estoy acá. Entonces, ¿por qué no me abren la puerta?
El lugar por fuera parece una tienda común, que podría pasar fácilmente desapercibida, pero estoy tan familiarizado con el Mundo Subterráneo, que no tardo en darme cuenta de las malas vibras que proceden de ese lugar. Siento escalofríos.
Suspiro y toco el timbre, o lo que supongo es el timbre. Un sonido tétrico resuena dentro del lugar, pero puedo escucharlo hasta acá afuera.
Pasan unos minutos hasta que la puerta se abre y deja ver a una mujer de unos sesenta años, lleva un bastón y una túnica completamente gris.—Pasa, pasa —Se hace a un lado y entro—, no solemos ver a gente tan joven por aquí...
Mientras paseo la vista por las estanterías la mujer sigue hablando. Todo está cubierto por una capa de polvo, como si no hubieran abierto en años. Los escasos estantes están repletos de objetos que desconozco, y tampoco quiero saber para qué sirven. Desde frascos con sustancias extrañas y de múltiples colores, hasta partes del cuerpo, tanto humanas como de animales, que espero, que sean de mentira.
La señora que abrió la puerta, está sentada atrás de un mostrador al final de la tienda, evaluando todos mis movimientos. Me pregunto si es una bruja de verdad. Sé que existen, pero están casi extintas, así como la magia. Si es una bruja, ¿sabrá por lo que estoy aquí y lo que estoy buscando?
Intento ignorarla y me concentro en mi lista.
Una pata de conejo, sangre de bruja, un ojo humano, cabello, y por supuesto, velas negras.
Cuando creo que recogí todo lo correcto, me dirijo a la parte de atrás de la tienda.
—Ah, realmente me encanta ver gente joven por aquí —Dice la señora mientras cuenta todos los objetos—, ya casi nadie viene a comprar artículos de magia...
Al ver que no digo nada, continúa:
—Pero, entre tú y yo, aún creo que la magia existe. —Me guiña un ojo, como puede, y los escalofríos vuelven a mi cuerpo.
~ ~
—¿Tienes todo? —La voz de mi abuela me saca de mi adormecimiento.
Después de salir de la tienda de brujería, fui directamente a mi habitación a dormir, no sabía que estaba tan cansado hasta que me acosté en la almohada.
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Dylan.
ParanormalDylan es un chico que, desde que nació, puede comunicarse con fantasmas. Al llegar a la edad de 20 años decide evitar todo lo paranormal y tener una vida normal, yendo a la universidad. ¿Podrá evadir el destino que su padre le dejó al morir? [Fina...