XII

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¿Vieron cuando tienes mucha información por procesar y sientes que la cabeza te va a estallar?

Así es como me siento en este momento.

—... ¿Logan?

¿Por qué hay un Logan inconsciente atado a una silla? Más importante, ¿por qué Azazel se refirió a él como su hijo?

—Pasa, ponte cómodo. —La voz del demonio hace que vuelva a la realidad. Estoy en la misma habitación que un Demonio Mayor y no tengo nadie que me ayude.

—¡Suéltalo! ¡Él no tiene nada que ver! ¿No me querías a mí? —Mi tono de voz salió más fuerte de lo que pretendía.

Noto cuando la expresión de Azazel cambia rotundamente, sus amenazantes ojos amarillos me miran con odio y la sonrisa burlona que tenía antes, desapareció.

—Creo que no tienes claro quién manda aquí —Se acerca peligrosamente a mí y hago nota mental de no volver a gritarle a un demonio—, y Logan... él tiene todo que ver. Después de todo es mi hijo.

Siento como si las piernas ya no pudieran aguantar mi peso, siento que me voy a caer, me apoyo contra la pared y cierro los ojos.

Traté tanto que no se involucrara en mi mundo pero no me di cuenta que ya estaba en él desde que nació. Siento una presión en mi pecho y las lágrimas ardiendo detrás de mis párpados cerrados.

—Oh, vamos ¿vas a llorar? —La voz de Azazel vuelve a ser irónica, ya no queda ni una pizca del tono amenazante que acababa de usar—, todavía no lo maté.

Abro los ojos y veo al demonio detrás de la silla en la que se encuentra Logan en el centro del salón. Lo está agarrando de los hombros y es la primera vez que noto sus uñas, negras y largas, casi parecen garras.

Se acerca a su oreja y empieza a susurrarle, aunque, además de que no escucho por estar tan lejos, está hablando en otro idioma, uno que jamás escuché.

—N-no tienes porqué matarlo, él no sabe que es tu hijo y yo no se lo diré, no lo mates. —Por alguna razón siento que se me está terminando el tiempo aunque no sé qué pasará cuando se acabe. La desesperación se expande por mis venas.

Un jadeo me hace mirar instantáneamente a Logan.

—¿Qué... carajos? —Logan mira donde se encuentra, mira la silla y sus manos atadas y luego me mira a mí. Su mirada está llena de confusión y horror.

Todavía no ha visto a Azazel y éste tampoco parece tener intenciones de que lo vea ya que se queda detrás de la silla con un libro en la mano (el cual no tengo idea de donde sacó) que parece ser de magia.

—¿Dylan? ¿Qué pasa, por qué estoy atado? ¿Dónde está Alexa? —Azazel cierra de golpe el libro que estaba leyendo y, el repentino ruido a sus espaldas, hace que Logan salte en la silla.

—Esas son muchas preguntas, hijo.

A pesar de que estoy tan lejos puedo sentir a Logan estremecerse.

El demonio aparece en el campo visual de mi amigo y su expresión de miedo aumenta.

—¿Tú quién eres? No eres mi padre. Mi padre tenía los ojos verdes, no amarillos. Y tampoco era tan pálido, y rara vez se vestía con tra... —Azazel se acerca a Logan lo suficiente como para tocarlo con su nariz.

Cállate.

Vuelve a su libro y el silencio se apodera del salón de clases.

Logan sigue con la mirada fija en algún punto y con la boca abierta de la sorpresa.

Por mi parte, intento aprovechar que Azazel está distraído y sacó el walkie-talkie de mi bolsillo, tengo que avisarles aunque eso signifique poner a todos en peligro.

Cuando estoy por abrir la puerta para salir, el demonio aparece de repente en frente mío, obstruyendo el paso y asustándome tanto que el walkie-talkie de me cae de las manos

—No he dicho que te puedas ir. —Sus escalofriantes ojos amarillos siguen en el libro— ¡Oh, aquí está! Perdón por al espera.

El libro desaparece de sus manos, como si nunca hubiera estado ahí.

—Ahora, pequeño Logan —Vuelve a acercarse a mi amigo—, vamos a comprobar si realmente eres hijo mío. Cualquier brujo podría ser capaz de soportar el Fuego del Infierno, y como no puedo traer el fuego hasta aquí... tendrás que venir conmigo, al infierno. —Sonríe y sé que no puedo dejar que se lo lleve, bajo ninguna circunstancia.

Reúno un poco de valentia, que pensé que no tendría, y me acerco a paso rápido al Demonio Mayor. Lo tomo del hombro, el hombro de mi padre, le doy la vuelta y golpeó. Golpeó la cara de mi padre, y ahora Azazel está en el piso.

Todo pasa tan rápido que no me di cuenta cuando el demonio se levantó del suelo y me acorraló contra la pared. Sus garras se hunden en mi cuello y siento un hilo de sangre correr por mi piel. No puedo respirar.

Aún así en ningún momento aparto la mirada de sus ojos.

—Tendría que haberte matado hace tiempo Bennett. —Su voz es un gruñido, intento mantener la postura, no puedo demostrar miedo—. Error mío.

Una de sus largas uñas se posa sobre mi pecho y empieza a hacer presión. Va a asesinarme. Oh, Dios. Siento su garra hundiéndose en mi piel, bajo la mirada y veo mi piel haciéndose gris y agrietándose.

Dicen que cuando estamos a punto de morir vemos toda nuestra vida pasar delante de nuestros ojos. Pero lo único que yo veo es a mi padre. El real, no el envase de Azazel.

Lo veo tal y como lo recordaba. Sus ojos marrones mirándome con cariño, y en vez de las uñas de Azazel en mi cuello, siento a mi padre abrazándome. Sonrío. Por lo menos voy a morir feliz.

O eso suponía. De no ser por Logan, que de alguna forma que no me importa en este momento, se suelta de la silla. Creí que correría en busca de Lydia y mi abuela, pero en vez de eso, agarra la silla y la tira contra Azazel. Antes de que llegue a darle, el demonio se da la vuelta y agarra la silla con una mano.

Yo caigo al suelo, en cuanto Azazel me suelta. De repente estoy tan cansado que podría dormir una semana, mis ojos se cierran aunque lucho por mantenerlos abiertos, tengo que ayudar a Logan. No puedo dejar que se lo lleve. O peor, que lo mate.

—Oh hijo, has cometido una estupidez. —Escucho sus voces a lo lejos, y ya no me importa nada, sólo quiero dormir en el salón de clases— ¿No te han enseñado que no tienes que pegarle a tu padre?

Siguen hablando pero yo ya estoy casi inconsciente, a penas siento cuando la puerta del salón se abre y dos personas entran, pero no logro distinguir quiénes son.

Las personas me sacuden y me hablan, me gritan, pero no las escucho. No quiero escucharlas, sólo quiero dormir.
Vayan a ayudar a Logan, no se preocupen por mí. Aunque ya no recuerdo porqué hay que ayudar a Logan.

~ ~

Me intento remover en la incomoda cama pero el cuerpo de otra persona me lo impide, así que abro los ojos. Toda la habitación está a oscuras, aun así reconozco que es mi habitación. Miro a la persona a mi lado y veo a Lydia. Esta acostada sobre mi brazo, su respiración es lenta y sé que está durmiendo. Intento sacar mi brazo de debajo suya sin despertarla.

Cuando ya estoy fuera de la cama me doy cuenta de que llevo puesto solo unos bóxer, miro a Lydia y sólo tiene puesta la ropa interior.

¿Qué pasó anoche?

Lentamente los recuerdos vuelven a mí.

Logan. Azazel. Yo estaba a punto de morir. Azazel quería llevarse a Logan al infierno. ¿Qué pasó después de que me haya desmayado?

Miro a la cama que está al lado de la mía, la cama de mi compañero de cuarto, pero está vacía.

Dylan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora