Sólo voy a decir que no es lo que esperaba.
Cuando terminamos de bajar, al final de las escaleras había una puerta completamente blanca y en perfecto estado. Lo que hacía que se destaque mucho en el oscuro y sucio lugar. De rendija de la puerta llegaba una luz muy brillante, y eso me desconcertó.
—Llámame loca por esto parece algo así como... —Lydia se queda pensando en algún tipo de nombre con el que llamar la perfecta puerta, pero yo ya sé exactamente lo que va a decir y una sonrisa se me forma en la cara antes de que lo diga—, ¿La Puerta del Cielo? ¿Existe algo como eso?
—Quizás sería Las Escaleras del Cielo. —Ambos reímos y el sonido de su risa hace que mis nervios desaparezcan por un momento.
—¿Listo? —Me toma de la mano y yo asiento. Aunque no esté para nada listo.
¿Quién va a estar alguna vez listo para ir al Infierno?
Tomo el dorado pomo de la puerta, está tan frío al tacto que tiemblo ligeramente. Automáticamente sé que del otro lado hará frío. Mucho frío.
—Espero que hayas traído abrigo. —Bromeo, más para calmar mis nervios que los suyos.
Ella no dice nada ante mi comentario, así que empujo la puerta.
Inmediatamente tengo que cerrar los ojos por la luz resplandeciente que proviene de lo que sea que haya detrás de la puerta. ¿No hay demasiada luz para ser el Infierno?
La brillante luz es acompañada por un frío espantoso.
Cuando me acostumbré lo suficiente a la luz, abro un poco los ojos.
Delante nuestro había un puente de madera, que supongo que unía el sótano con algún lugar, pero no se veía en donde terminaba. Todo el ambiente estaba lleno de neblina, a penas y podía ver el suelo.
Miro hacia abajo del puente y la sensación de vértigo se apodera de mi cuerpo. No puedo ver lo que hay abajo de todo del puente, pero sabía que no podía ser nada bueno. A la distancia se podían apreciar algunos árboles carentes de cualquier tipo de hoja, haciendo que parezcan sombras de cosas horribles e inhumanas en vez de árboles, estos parecen crecer desde el suelo, lo que me hace pensar que tan alto estamos.
El ambiente tiene tonalidades de gris y blanco, aunque si miro hacia arriba no hay ni sol ni luna, no es de día ni de noche. Lo único lógico en todo el maldito lugar.
—¿Crees que si pasamos por el puente se caerá? —La voz de Lydia a mi lado hace eco por todo el paisaje.
—Habrá que intentarlo para saberlo.
Di el primer paso, el sonido de mis zapatillas no hacían ningún ruido. Así que seguimos caminando. Caminamos tanto que cuando miré atrás ya no veía la puerta del sótano. Estábamos en el medio de un puente sin ver nada más que un metro por delante nuestro, nos encontrábamos rodeados de niebla. Los escalofríos parecían no querer dejarme nunca.
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Dylan.
ParanormalDylan es un chico que, desde que nació, puede comunicarse con fantasmas. Al llegar a la edad de 20 años decide evitar todo lo paranormal y tener una vida normal, yendo a la universidad. ¿Podrá evadir el destino que su padre le dejó al morir? [Fina...