Quererte yo?

Capítulo dieciséis- Empecemos de nuevo

Narra Donghae:

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Entro al estudio. En el todo luce impecable, mi padre está sentado frente al escritorio. Luce serio. Cierro la puerta.

-¿La has escuchado? – Hace una pausa.- Mientras tanto, tú sigues en entrenamientos.

-También escuchaste lo preocupada que esta por mí.

-Esa es una excusa para correr con su "amigo".

-Si le gusta yo no puedo hacer nada.

-Y lo haces y se acabó. Donghae. Cuando tu madre murió ¿no habías prometido cuidar esta casa, expandir la empresa, en cumplir sus sueños?

-L-lo hice.- Agacho la cabeza. Esos eras sus sueños, esas eran mis promesas.

-Sabes muy bien que este matrimonio lo haría posible todo.- Asiento. Tiene razón.

-Muy bien. Puedes irte.- La conversación ha sido muy corta.

Subo a mi habitación. Seguro ella está al lado, estará feliz. Intento olvidar todo, voy a dormir.

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Narra Eunmin

Llaman a mi puerta. Voy a abrir la puerta, sigo dormida. Aún falta media hora para despertar.

-Buenos días- Bostezo. He inmediato despierto.

-¡Ya levántate floja! Cierra la boca, hasta acá me llega tu mal aliento. – Tapo mi boca. ¡Qué vergüenza!

-D-Dong digo L-Lee. V-vete de mi habitación.- Musito apenas me recuerdo que ando con pijama. Estoy cubriendo mi cuerpo con mis manos.

-Tsk. No tienes nada que me pueda sorprender.

-Si querías presumir con cuantas mujeres has estado, hazlo con tus amigos o más tarde. No me molestes con esas tonterías.Doy media vuelta, pretendo cerrar la puerta.

-¿Estas celosa? –Susurra en mi nuca. Siento una corriente eléctrica, está muy cerca. Doy vuelta de inmediato, su rostro está muy cerca. Retrocedo con un sólo paso, lo veo cerrar la puerta.

-¡Q-Qué! ¡Ahora si te volviste loco! – Estoy nerviosa. ¿Por qué ha hecho eso?

-Me gustas Eunmin.- Ha vuelto a acercarse. Escucho su respiración.

-¡Q-q-q-quee!- Apenas puedo hablar – Y-yo Y-yo Y-yo – Me alejo.

-Jajajajajajaja. Deberías ver tu cara.

-¡Eres un idiota! – Golpeo su rostro.

-Aiiiiiish. ¿Qué te pasa? Fue una broma. ¡Salvaje!- Le he lanzado mi sandalia.

-¡Broma! ¿Cómo puedes jugar con eso? – Estoy molesta.- Vete por donde viniste y cierra la maldita puerta. 

-Quien diría que la perfecta Eunmin tiene esa boca y peor aun tiene el carácter de una mujer amargada de 80 años... Te denunciaré en alguna comisaría por maltrato al hombre.

-¡Cállate! Hoy decidiste madrugar para molestarme al parecer.

-No puedo despertar para ver a mi hermosa Eunmin.- Me pregunto qué le pasa, seguro a media noche vino algún extraterrestre y le lavó el cerebro.

-¡Ya cállate! No sé qué es lo que pretendes. Hoy amaneciste hablador. Dime que es lo que quieres. Si es por tu padre, prometo continuar diciendo que eres amable, detallista y bla, bla, bla. No me conviene que sepa que te odio. No me molesta dramatizar contigo.