Capítulo veinte - Adiós Heechul

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Me levanto tarde, son casi la 1 de la tarde, por alguna razón la señora Choi o el resto de empleadas no han llamado.

Después de dar mil vueltas he llegado a una conclusión.

Heechul jamás me prometió nada, no hay razón para odiarlo, eso no arruinaría nuestra amistad. La vida tiene que seguir.

Bajo a comer algo, por suerte mi desayuno o almuerzo está preparado. La casa hoy está sola. Me pregunto dónde estará Donghae, la señora Choi me indica que el sr. Lee esta fuera del país por negocios y que regresaría en tres días, eso me alegra, así no me vería en este estado.

Es noche y Donghae llega. Al parecer tuvo práctica de futbol, apenas lo saludo y le exijo mi celular. Donghae está serio, pues luego de subir a su habitación me lo entrega sin reclamo alguno. Su actitud me extraña, después de todo estoy acostumbrada a pelear.

Reviso mi celular acostada en mi habitación. Llamadas y mensajes de Heechul, Amber y Krystal.

Eunmin cuéntame cómo les fue anoche. ¿Parejita nueva? ... Amber

¡Eunmiiiiiin! Mañana espero los detalles, te quiero muuuucho.... Krystal

Eunmin ¿Dónde estás? Tenemos que hablar / ¡Eunmin contesta el celular! / Eunmin, Donghae dice que escuchaste ayer lo de Lyn, permíteme explicarlo/ Lo lamento.... Heechul.

Termino de leer los mensajes y a pesar de prometer no sentir ningún sentimiento por Heechul empiezo a sollozar. Poco después mi celular suena, es Heechul. Es hora de encararlo.

-Bueno.

-¡Eunmin! ¡Gracias a Dios! Pensé que sucedió algo.

-Es algo tarde, creo que podríamos hablar mañana. Ahora estoy cansada y deseo dormir.

-N-No hay problema. Eunmin ¿podemos hablar mañana? Pasare por tu casa temprano.

-Heechul, lo lamento... Pero Donghae ha quedado en llevarme.

-E-Está bien. Después de clases será.

-Heechul, no lo tomes como excusa pero preferiría mañana recoger a Sam. Si gustas ahí podemos hablar.

-Te espero.- Su voz suena entrecortada. Sin querer lo estoy esquivando.

El tiempo ha pasado rápido. Hoy temprano, apenas me levante comí algo ligero y tome la bicicleta. Al llegar a clases Amber y Krystal me saludan con alegría, pero al ver mi rostro, se abstienen de preguntar, supongo que ya se lo imaginan. Amber sólo dice: Es un tonto.

Donghae es otra persona a quien quiero evitar. A pesar de que me ayudo tanto aquella noche, temo que continúe molestando.

Después de llegar a casa, dejo la bicicleta y tomo un bus hacia la casa de Heechul. En el camino la música me acompaña. Sé que al llegar, no me gustara para nada lo que escuchare.

Llego a casa, saludo a los padres de Heechul.

-Hola Eunmin.

-Buenas tardes señor y señora Kim.- Hago una reverencia.- He venido a llevarme a Sam.

-¡Por supuesto!- Dice el señor.- Heechul está con él. Puedes pasar al patio.

Ingreso al patio. Los reconozco. Por alguna razón verlos me recuerda la primera que vi a Heechul, de la misma forma el acariciaba a Sam.

-He venido por Sam. Hola Heechul.- Hago una reverencia, está claro que no quiero acercarme a él.

-Hola Eunmin. Te ha extrañado estos días. Le gustó mucho su nueva n-novia.- Lo último apenas lo susurra.

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