Capítulo 30 - Juntando dos mundos

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- Dame una oportunidad.

-Estoy cansada de tus cambios de humor. ¿Acaso eres bipolar?, !ya sé!... De pequeño caíste y te golpeaste la cabeza muy fuerte. Eso debió doler.

-Te confieso que me gustas y así me tratas. He dicho que quiero una oportunidad.- Intenta acercarse.

-¡Basta Donghae! .- Pongo mis manos en su pecho deteniéndolo.

-Eso es un inicio, la idea de ser llamado por mi apellido no me gusta. Frunzo el rostro.

-Te pido que me dejes, sólo explica que quieres y vete.- Estoy desesperada.

-Una oportunidad

-¿Para terminar conmigo? ¿Humillarme? ¿O acaso demostrar lo hábil que eres con las mujeres?

-Para demostrarte que me interesas.

-No

-Luchare por la oportunidad.

-Haz lo que quieras. No tendrás mi atención.

-La conseguiré. 

-Aja. Ahora me voy.

-Debemos ir a casa juntos.- Abre el auto, intento correr, se lo que planea.

-¡Donghaeeee! ¡Bájame! – Estoy cargada en su espalda. Me encierra en el auto, luego se sube.

-¡Bájate! ¡Es mi auto!, además el tuyo esta allá.- Señalo a un punto aleatorio, busco su auto.

-No importa, hay que economizar gasolina, y cuidar el medio ambiente. La naturaleza te lo agradecerá- Arranca el auto. Siento que estoy siendo raptada.

-No me salgas con marranadas, ya vas a ver, un día te sacare todos los dientes.

-Jajajajajajaja. Señorita Park, debe controlar esa boca y dejar esas ideas de ser boxeadora.- Se acerca a mi.- Sopla en mi cara. Todo se trataba de colocarme el cinturón de seguridad. Suspiro.- Deseo conservar mis dientes.


Este día amaneció más temprano para mí. Apenas pude corrí, dejando abandonado a Donghae en casa, reconozco que es persistente. Sólo espero que el cuarto de hora ya se le pase. Decir que le gusto... ¿Está loco?

Corrí a la estación de buses, no quiero que se vuelva a subir en mi automóvil, tendré la excusa para no llevarlo.

En la estación

¡Por fin!

¡Soy libre!

Respiro aliviada. La gente me observa ¡Qué vergüenza!- Buenos días. Jejejejeje.- Ahora soy la loca que habla sola.

-Mira a ese chico. ¡Es hermoso! – Dicen un par de colegialas. Tengo curiosidad... 

¡Noooo! 

¿Dónde corro?

¡Tiempo de hacerlo! 

Corro con todas mis fuerzas, la maleta no me lo permite del todo. Aun así huyo.

-Espera Eunmin.- Escucho la respiración de Donghae cerca, ¡me alcanza!. Al poco tiempo estoy en su espalda. Agradezco no usar falda o vestido, se me vería todo.

Esta vez no me esfuerzo, sé que será inútil, creo que empezare a disfrutar la vista desde su espalda. Y no sean mal pensadas!!!, me refiero al paisaje.

La gente se ríe, parecemos algún tipo de pareja disfuncional. Incluso nos toman fotos.

-Quiero ir sola...!Oyeee!... ¿Sabías que puedo caminar?

Quererte yo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora