Capítulo veinte y uno - Combatiendo la depresión

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Ha pasado un mes desde que Heechul se fue. Estos días no me he sentido bien, me ha llamado un par de veces, no le he contestado. Detestaría que me contara lo bien que la está pasando.

No fui a la universidad la primera semana, el ser una buena estudiante me da muchos puntos extra. El señor Lee creyó el cuento de mi malestar casi una semana, y quien no, con la cara de entierro que traigo. Llevo un médico hasta, quien me recetó vitaminas.

Amber y Krystal fueron a visitarme en esa semana tan crucial, trajeron sus apuntes y tareas. Hasta ahora aprovechan cada oportunidad para insultar a Heechul, y la verdad no me importa. Cada vez lo nombran menos.

Donghae me molesta en cada oportunidad, más de una vez se ha ganado que lo golpee de almohadazos. ¿Qué se cree al entrar a mi cuarto? Podría estar vistiéndome o bañándome.

Hoy es sábado. Es un día muy bonito, aun así no quiero salir. Llaman a la puerta.

-Buuuuenos días Eunmin. ¿Otro día amargada? ¡Eso no! – Donghae ingresa a mi habitación como si fuese el dueño y abre las cortinas.

-¡Vete de mi habitación!

-¡Aish! Te quejas porque entro sin permiso y ahora que pido permiso igual me botas. Además es mi casa.

-¡Laaaargo!- Tomo una almohada.

-¿Otra vez con eso?- Quita la almohada de mis manos.- Mira a Sam. Va a morir uno de estos días del aburrimiento y ¡veeelo! Está tan gordo por la falta de ejercicio, como su dueño.

-No es tu problema.- Intento volver a la cama.

-¿No? Muy bien. ¡Vamos Sam! – Sam lo sigue

-¡Hey, Hey, Hey! ¡Es mío! ¡Déjalo!

-Pues si no quieres salir me lo llevare yo. Te lo devuelvo tarde.

-¡Eeeeso no!- Me levanto a toda prisa, Donghae corre con Sam por la casa.- ¡Donghaeeee!

-Te espero 30 minutos, desayunada, cambiada y bañada. Si no me voy. Hoy iremos al parque Central.

-¡Malditooooo! Eres un.....- Giro y veo a la señora Choi, quien me sonríe.

-¿Ahora insulta al amo? Evite usar ese vocabulario tan soez en esta casa.- Inclino la cabeza como disculpa. La señora Choi sabe cómo intimidar a las personas con una mirada. Corro a mi habitación. Donghae tiene suerte.

Después de 24 minutos estoy lista. Ha sido un maratón. Salgo y Donghae me espera en el auto, atrás está sentado Sam.

-¿Nos vamos?- Sonríe Donghae.

-¡Me obligaste!- Me coloco el cinturón. Empieza a andar el auto.

-No es nada, además mira a Sam, ya no puede de la emoción.- Volteo a ver a Sam.

-¡Traidor!- Musito.

-Tanto drama por salir al parque.

-¡Mejor conduce!- Cruzo los brazos.

La pelea continua hasta que llegamos al parque. Nos bajamos del auto, llevo a Sam con su correa. Veo a Donghae tomar una maleta de la cajuela del auto.

-¿Qué llevas en esa maleta? ¿Es comida?

-Son patines

-¿Patines? ¿Sabes patinar?

-¡Claro! Aunque no lo he hecho por algún tiempo y tú tampoco. Hoy practicaremos.

Nos colocamos los patines. Empezamos a dar vueltas por el parque. La idea de salir al parque ha sido genial. No puedo creer que esté pasando muy bien con Donghae, creo que ya no lo odio tanto.

Vamos a comprar un helado, esto me trae recuerdos. No puedo evitar sentirme triste.

-Ya estás pensando en Heechul.- Donghae me quita a Sam y empieza a patinar lejos. Me ha dejado con la cuenta. Al poco tiempo los alcanzo.

-No lo hago.- Término mi helado.

-Dime Eunmin. ¿Qué es lo que más te recuerda aquí a él? – Gira y queda en frente a mí. Es obvio, la laguna definitivamente.

-La laguna. Recuerdo que cuando lo conocí caímos a la laguna.- La miro nostálgica, un día como este lo conocí.

-Muy bien. Se acerca a mí.

-D-D-Donghae. ¡Espera! ¡Nooo! ¿Qué haces?.- Me carga en sus brazos. Estoy en el agua.

-¡Idiotaaaa! ¿En qué piensas?- Estoy furiosa.

-Jajajaja. Ahora recordaras a esta laguna como el día en el que yo te bote al agua. – Esta casi arrodillado en la orilla.

-¿Qué? ¡Deja de reírte y sácame! – La gente nos observa, lo cual se hecho una práctica muy común cuando estoy con él. Donghae se acerca, ofreciéndome su mano.

-Te tengo.- Halo de su mano, pero él es más fuerte. En su lugar vuelvo a caer.- ¡Aiiiiish!

-¡Eso te mereces por tramposa!

-¡Yaaaa! No hare nada pero, ¡sácame de aquí!- Se acerca nuevamente, al poco tiempo estoy fuera. - ¡Eres un...!

-Jajajaja. Te ves graciosa de mojada Eunmin.- Lo golpeo. Vamos a sentarnos en el césped, me saco los patines.

-Eunmin. ¿Lo olvidaste? Ahora que piensas cuando ves la laguna.

-Pienso en que eres un idiota.

-¡Perfecto! ¿Qué más recuerdas?

-¡Nada! Si te lo digo seguro nos llevaran detenidos.- En el rostro de Donghae se dibuja otra vez una sonrisa.- No sé qué rayos pienses pero detente.

-¿Así que fuiste detenida? Eres una chica con historial criminal. Ya no eres tan perfecta señorita Park.... ¿Ehm?... ¡Ya sé!

-¿Q-Q-Qué haces? ¡Detente!.- Donghae empieza a sacarse la camiseta.- ¡Oyeee!

-Tienes razón tú también debes ser detenida.- Se sube en mí, e intenta desvestirme.

-¡Déjame! ¡Te juro que gritare!

-¡No! o mejor grita... Si piensan que queremos intimar en media calle iremos detenidos.

-¡Déjame Donghae! ¡Basta! Desde ahora prometo venir al parque y pensar sólo en ti.- Me callo y guardo silencio. Donghae se baja de mí. Lo último que he dicho ha sonado extraño.

-Pensaras sólo en mí. ¿Estas segura Eunmin?

-L-Lo decía, porque arruinaste mis recuerdos.

-Jajajaja. ¿Eso ha sido una confesión?- Donghae se acerca a mí.

-¡Claro que no!.. Me obligaste a decirlo. Decidiste pensar mal. ¡Aishhhhh! – Me levanto y empiezo a caminar descalza con los patines en uno de mis hombros, me he pinchado con algo. Donghae me persigue, lleva a Sam.

-¡Esperaaaa! ¡Bájameee! –Nuevamente estoy cargada como un saco de papas.

-Puedes lastimarte si caminas así. Vamos a comprar ropa.

-¡Esto es humillante!.... D-Donghae... ¿Podría mejor ir en tu espalda? – Empiezo a viajar en su espalda.

-Eunmin

-¿Si?

-Me gustas


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Elizabeth Donghae (n.n)//

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