Capítulo 33 - Tres citas

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Cierro la puerta. Sam se dirige hacia su cama.

Suspiro. Algo dentro de mí no me deja respirar con normalidad. ¿Son las palabras pronunciadas por Donghae?

Intento calmarme, pero sonrió, no lo puedo evitar. Repito una y otra vez a mi cabeza que esto es una de sus bromas, después de unos minutos llegan a mi mente los recuerdos, en especial aquellas distantes palabras "cambiar a esas bellezas por ti'. Mis latidos regresan a su pulso normal, o al menos eso intento, sin embargo mi humor disminuye, no puedo evitar sentirme mal.

*********

Despierto. Observo mi celular. Son las 6 de la mañana.

Regreso a mis cómodos sueños, que bien se sienten las cobijas. ¿Qué soñaba?... Ahhh siiiii, un Donghae en la bañera. Me acurruco entre mis cobijas.. ¡un momento!

Era Donghae.... ¡D-Donghae!

Salto de mi cama. Esto ya se está saliendo de mis manos...

!Vamos Eunmin!, ese bobo no te puede hacer esto. Me lo repito una y otra vez.

Debo levantarme, si permanezco acostada, querrá que lo atienda y que lo vista.

A mi mente llegan los recuerdos de ayer. Imagino su tonificado abdomen. Sacudo mi cabeza, doy palmadas a mi rostro, seguro continuo dormida.

Casi a oscuras, me baño y visto.

Mi objetivo: salir sin ser notada por Donghae.

Abro la puerta muy despacio. Casi sin respirar. Coloco a Sam su correa para dejarlo en el jardín, siento mucha pena hacerle esto a Sam, pobrecito, deberá ir afuera en este frío.

Camino despacio, y con extremo cuidado cierro la puerta. Empiezo a caminar en puntillas, Sam me sigue atado con su correa.

Un paso, dos pasos, tres pasos...

-Buenos días señorita Eunmin..- Habla la señora Choi. Estaba tan concentrada que pego un grito del susto.

-¡Ahhhh!..- Intento recobrar el aliento. Dudo que alguien este dormido con ese grito.- Señora Choi buenos días.

-Buenos días señorita Park. ¿Esconde algo?

-¿Y-Yo? ¡Yoooo!... Jejeje... Noooo.- Ya me iba.- Volteo sobre mis talones.

-Pensé que prometió ayudar al joven Donghae.- Lo dice con su tono sereno habitual. A veces quisiera que gritara, sentiría menos miedo. Ella es como ese mayordomo fantasma que sale de las paredes. ¿Les había dicho que parece un alma en pena?

-S-Sí. Sólo pensé primero en dejar a Sam en el jardín.

-Yo lo hago. Iba a despertar al joven, pero puede hacerlo usted.- sonríe y se lleva a Sam.

-P-Pero, pero, pero... Saaaam.- La señora Choi me empuja hacia la habitación de Donghae.

Entro a la habitación. Por suerte duerme. ¡Qué alivio!.. Enciendo la lámpara que se encuentra sobre la mesa.

-Donghae, Donghaeee.- Lo digo bajito. Mientras lo muevo un poco. No estoy cómoda con esto. ¿Por qué me pasan estas cosas?.

Repito una y otra vez, mientras elevo un poco el tono de mi voz. No hay respuesta. ¿Será que murió? ¿Estará hibernando?

Me acerco, ni siquiera se inmuta.

-Donghaeeee.- Continuo sin respuesta. Quiero patearlo.

-¡Bu!

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