Miro como las gotas de lluvia resbalan por la ventana del auto mientras Mina va conduciendo a mi lado, hablar de todo aquello con ella me ha puesto un poco nostálgica, quizá hasta sentimental, aunque me niego a admitirlo a mí misma . Pareciera que fue hace tanto tiempo pero en realidad solo ha pasado un año y algunos meses, y a pesar de que el sentimiento ha desaparecido los recuerdos siguen doliendo.
―¿Y luego que? ―preguntó Mina sin apartar la vista del frente.
Me volteé a mirarla, Mina era un año mayor que yo y era mi compañera de cuarto en la universidad. Solo nos conocíamos hace unos pocos meses pero nos llevábamos bastante bien.
―Y luego... ―dije sin saber como continuar―. Todo fue de mal en peor.
Apartó la vista del camino por unos segundos para mirarme, intenté darle una sonrisa que seguramente debió lucir más como una extraña mueca. Hace un rato me había preguntado sobre mi primer amor y Castiel fue lo primero que se me vino a la cabeza, así que le conté aquella historia.
―¡Vamos! ―exclamó mientras se estacionaba en los departamentos de la universidad―. No creo que todo haya ido tan mal ¿Verdad?
Si supieras, pensé.
―Es una larga historia ―dije riendo para calmar mis propios ánimos―. Quizás otro día te siga contando.
Me bajé del auto cerrando la puerta, Mina lo aseguró y subimos a nuestras habitaciones. Los departamentos universitarios quedan al final del campus, son varios edificios que se dividen entre hombres y mujeres. Nuestro piso era pequeño pero acogedor, tenía una habitación con dos camas, un baño y una sala de estar que estaba junto a la cocina.
―Iré a darme una ducha―le dije a Mina una vez dentro de nuestro piso.
―Mmm ―miró su reloj―. Tenemos clases en una hora, apresúrate.
Asentí con la cabeza y arreglé mis cosas rápidamente para luego dirigirme al baño. Abrí el grifo para que el agua calentara antes de desvestirme y cuando estuvo listo me metí. El chorro de agua caliente caía calidamente sobre mi piel mientras no podía sacar los recuerdos de mi mente.
¿Cómo se encontraba él? ¿Qué estaba haciendo en este momento? ¿Se acordará de mi? Me preguntaba sin encontrar una respuesta certera. Sabia que Lysandro seguía manteniendo contacto con Castiel pero siempre me negué a escuchar noticias suyas, no quería imaginármelo junto a ella, no quería saber absolutamente nada. Rosalya intentó reunirnos una par de veces pero eso jamás se llegó a concretar.
Aún tenia su número, a veces, en las madrugadas cuando no podía dormir y me sentía completamente sola, me quedaba contemplándolo en la pantalla de mi celular, aguantándome las ganas de marcarle. Ni siquiera sé si aún conserva el número pero aún así he sido incapaz de borrarlo. Su último mensaje fue hace ocho meses, decía algo como "¿Vas a contestar mis malditos mensajes?" no lo hice, simplemente lo borré ¿Por qué? No lo sé, probablemente porque soy una estúpida que simplemente se dio por vencida.
Salgo de la ducha y me visto rápidamente, miro mi celular sobre el lavamanos con la pantalla encendida. ¿Un mensaje? Por un segundo creo que será de Castiel, siendo honesta conmigo misma esperaba que fuera de Castiel, pero al tomarlo me percaté que era de Rosalya.
Rosalya: "¿Cómo dices que se llama tu universidad?"
¿Qué clase de pregunta es esa? Escribo rápidamente dándole la respuesta y lo guardo. Con Rosalya seguimos en contacto, en realidad con Lysandro, Kentin y otros chicos también. Nos vemos de vez en cuando y aquella relación de amistad que teníamos en el instituto ha perdurado.
―Listo ―salgo del baño ya lista y miro a Mina que ya esta caminando hacia la puerta, me apresuro, tomo mis cosas y le sigo el paso.
Atravesamos en silencio el campus hasta que nos topamos con Laeti. Sigo creyendo que es sublime que ella estudie aquí, Laeti siempre fue un gran apoyo, sobretodo cuando he quedado sola.
―¡Sucrette! ―grita corriendo hacia donde estamos.
―Perfecto ―masculla Mina a mi lado, y aunque lo dice con la intención de sonar molesta sé que en el fondo le agrada Laeti, lo que me hace reír.
―¿Por qué tanto escándalo? ―le pregunto cuando llega a nosotras. Ahora seguimos caminando por el campus las tres juntas.
―¿No has visto los carteles pegados por todas partes? ―Pregunta y luce bastante emocionada.
―¿De qué estás hablando? ―le pregunta Mina. Mina es bastante seria, es casi todo lo contrario a Laeti.
Laeti comienza a balbucear un montón de cosas a las cuales no le presto atención porque mi celular acaba de vibrar con otro mensaje de Rosalya.
Rosalya: "Hay algo que tengo que decirte..."
Los puntos suspensivos al final de su mensaje me hacen sentir algo nerviosa así que le respondo rápidamente mientras Laeti y Mina siguen hablando.
Sucrette: ¿Qué sucede?
―¡De eso estaba hablando! ―exclama Laeti apuntando hacia una muralla cuando llegamos al edificio principal de la universidad, intento mirar pero las personas reunidas alrededor me lo impiden.
―¿Un concierto?― escucho preguntando a Mina y vuelvo la vista a mi celular.
Rosalya: "Se trata de Castiel"
Me congelo por unos segundos, le he dicho a Rosalya miles de veces que deje aquel tema. Escribo una respuesta.
Sucrette: "¿Y ahora que con él?"
Levanto la mirada del celular y veo a Laeti y Mina a mi lado. Laeti se mantiene en silencio con una sonrisa en sus labios.
―Están organizando un concierto por el aniversario de la universidad o algo así ―dice Mina sosteniendo sus libros contra si misma.
―¿Sucrette? ¿Ya viste el afiche? ―pregunta Laeti y pareciera que pronuncia cada palabra con cuidado. Mina mira indiferente.
―Oh, no ―niego con la cabeza acercándome a la muralla, tratando de hacerme paso entre las personas.
Llego al frente pero antes de mirar hacia los carteles pegados en la pared mi celular vuelve a vibrar, abro el mensaje de Rosalya.
Rosalya: Castiel...
Aprieto el celular entre mis manos y siento a Laeti llegar por detrás poniendo una mano sobre mi hombro, alzo la vista y veo los carteles.
―Oh Dios... ―suspiro.
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Corazón de melón: La sombra del pasado [Editando]
FanfictionEsta historia contiene personajes, diálogos y situación del juego "Corazón de melón" por lo que podría contener spoilers.