Capitulo 8

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Ahora

Seguramente todo eso fue simplemente un juego para él, recordándolo ahora parecía tan obvio. El chico me besó, me dijo que yo no era una broma pero en cuanto Debrah llegó, pareció olvidarse de todo eso.

―Castiel quería verme antes del concierto ―dijo Lysandro sacándome de mis pensamientos.

―Anda a verlo y nos juntamos luego ―le respondió Rosalya mientras yo abría la puerta del apartamento.

¿Era buena idea que Lysandro fuera solo? Quiero decir, él no conocía la universidad y conociéndolo a él terminaría perdido, di un suspiro.

―¿Y donde se juntaran? ―pregunté cuando finalmente abrí la puerta y los deje pasar.

―Me dijo que en la cafetería, no sé como llegar a ese lugar.

―Yo puedo mostrarte donde es ―al entrar, Mina, que estaba sentada en el sofá con un libro en su mano, levantó la mirada hacia nosotros.

―Ella es Mina, mi compañera de apartamento ―dije señalándola―. Y estos son Lysandro y Rosalya, viejos amigos.

Los tres se saludaron cordialmente y Mina volvió a su libro, era bastante reservaba y callada cuando se trataba de socializar con otras personas.

Nos sentamos como pudimos los cuatro en el sofá y comenzamos a hablar sobre los viejos tiempos, sobre nuestros antiguos compañeros y en general sobre nuestras vida. Era agradable tenerlos aquí conmigo. Leigh compró la tienda de ropa y Rosalya se dedicaba a trabajar con él, diseñando todo tipo de vestuarios. Lysandro estudiaba música en una academia y los tres vivían juntos.

Sobre los otros chicos no sabíamos mucho, pero prometí ir a la junta que harían el domingo. De pronto me sentí nerviosa al saber que los volvería a ver ¿Seguirían viéndome como la mala? En verdad espero que no, yo los apreciaba mucho. Todo el asunto de Debrah destruyó mis relaciones con los otros, al parecer no se conformó solo con llevarse a Castiel sino que también aprovechó para dejarme como la bruja malvada del cuento. Que estupidez.

Antes.

Desde el primer segundo en que vi a Debrah supe que algo estaba mal con esa chica y al enterarme que era la ex de Castiel obviamente me sentí curiosa sobre el tema así que decidí investigar un poco preguntándole a los demás chicos del instituto sobre ella, ya que era una ex alumna. Todos me hablaban maravillas de ella, que era tan amable, tan simpática y una buena chica ¡Que hasta se parecía a mí!, No escuché nada más que buenas cosas sobre ella, exceptuando a Amber que parecía odiarla,  lo cual era entendible sabiendo que Amber quería a Castiel.

Estaba a punto de darme por vencida, estaba bien, seguramente era una buena chica y yo me había dejado llevar por mis celos sin sentido. Estaba insegura pero creo que era normal. Debrah era la ex de Castiel y yo era...¿Qué era yo de Castiel? Ni siquiera estaba segura.

Después del beso con Castiel las cosas se habían vuelto muy confusas, él pasaba la mayor parte del tiempo ensayando para el concierto que haríamos en el instituto y yo me pasaba horas en el sótano mirándolos, mirándolo. Pero también pasábamos tiempo juntos, mucho tiempo juntos, en el parque, en el instituto, en su casa, en mi casa, por las calles, en el día y en la noche. Generalmente hablábamos, reíamos, jugábamos, nos besábamos...nos queríamos. Sus recuerdos aún me estremecen, las miradas que me daba, sus brazos a mí alrededor; su boca en la mía, en mí, en todas partes. Todas las imágenes de nosotros parecían fragmentos de algo que nunca pasó. Pero le gustaba jugar, le gustaba saber que me tenia en la palma de su mano. Me volvía completamente loca por él y él era tan consciente de eso.

Corazón de melón: La sombra del pasado [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora