Las vacaciones de verano pasaron tranquilamente, sin mucho que decir de ellas. Leo se la pasó en casa de Millie, ayudándola con su jardín, el cual ahora se veía mucho más bonito, lleno de flores de colores. La casa en si parecía más agradable.
Millie regresó al colegio y todos notaron un cambio en ella. Su sonrisa había vuelto, pero no era la misma sonrisa de antes, sino una más sincera y natural.
Ella habló con el director, quien era un viejo conocido de sus padres y el único que sabía de su trágico pasado en el instituto, y gracias a sus buenas notas, fue transferida a la clase de Leo.
El ambiente allí era distinto, los alumnos prestaban atención a la clase y no eran muy ruidosos. Eran los nerds del colegio.
Todo lo malo estaba quedando en el pasado. Millie estaba dispuesta a continuar.
En la nueva clase, logró hacer nuevas amigas que, a diferencia de las anteriores, eran sinceras. Lenna y Zoe ya la habían visto a Millie, sabían que se traía a Leo colado por ella y eso les interesó lo suficiente como para que le hablaran. Millie les negó aquello rotundamente, pero las tres sabían que en el fondo todo eso era posible.
Esta vez optó por decirles la verdad sobre su familia. Ya no tenía la necesidad de esconder nada. Quizá ese lazo, esa amistad se forje más fuerte y sea más duradero. Así pensó Millie.
Y estaba acertada, pues Lenna y Zoe se interesaron en Millie. A los pocos días ya se había integrado al grupo.
Leo, por su parte, estaba feliz de ver a Millie con buenas amigas. Aunque le daba mucha envidia, puesto que ella pasaba más tiempo con Lenna y Zoe que con él.
Había llegado el final de las clases y Millie estaba guardando sus cosas. Leo les hizo seña a Lenna y Zoe para que se fueran y ellas aceptaron. Morían por ver, pero sabían que él se daría cuenta. Así que sólo se despidieron y se fueron.
Millie las vio partir desde la ventana. Se alegraba de haberlas conocido.
Entonces sintió que Leo la abrazaba por la espalda.
—Al fin nos dejan solos...—dijo en medio de un suspiro.
—¿Leo?
Millie estaba colorada, su corazón estaba enloqueciendo debido a la cercanía.
—Lo siento, solo déjame recargar mi energía... He pasado tan poco tiempo contigo que...—dijo escondiendo su cara en el cabello de Millie—Huele bien...
—Leo...—Millie estaba roja—me haces cosquillas.
—Millie yo...—Leo sonrió y luego negó con la cabeza—Lo siento, me apartaré en seguida.
—¿Qué ibas a decir? —Millie se volteó para ver a Leo que aún la estaba abrazando.
Ambos se encontraban muy cerca, tanto que casi rozaban sus narices. Leo se exaltó, no lo esperaba. Sin embargo, toda duda se extinguió cuando la miró a los ojos. Esos ojos color avellana que brillaban con intensidad, que brillaban gracias a él. Entonces ya no pudo ganarle a su autocontrol.
Leo presionó sus labios contra los de Millie, quien luego de unos segundos le correspondió. Todas las emociones que Leo llevaba reprimiendo fueron transmitidas a ella en muy poco tiempo.
Amor, cariño, dulzura, delicadeza, deseo. Todo. Anhelaba estar a su lado, poder amarla sin restricciones, y que ella lo ame a él.
Leo se apartó brevemente y esperó a ver su reacción, pero Millie estaba en una especie de trance, toda colorada. Anhelando más. Él hizo eco de ella y la volvió a besar, pero ésta vez fue Millie quien le transmitió sus sentimientos.
La felicidad de aquel instante quedó grabada en sus corazones.
—Millie...—Leo apartó un poco para poder verla bien—¿Serías mi novia?
Millie lo miró a los ojos. Él se había convertido en alguien muy especial para ella, tanto como nadie lo había sido. Le debía mucho, pero no era esa la razón por la que aceptaba a Leo, sino porque se había enamorado de él. Su corazón había caminado hacia Leo sin darse cuenta y ahora era tiempo de darle una nueva oportunidad al amor.
—Si.
Leo la abrazó y ella le correspondió. Su felicidad era enorme, eso lo pudo notar hasta Matt, quien los había visto mientras pasaba por el pasillo. Rose quien venía atrás de él vio como apretaba sus puños por algo que estaba viendo y luego solo se iba. Cuando llegó a la puerta vio a Millie y a Leo abrazados. Ella siempre se llevaba toda la atención y Rose la odiaba por eso.
Sin embargo, ellos ya no eran problema para Millie. Ahora un nuevo capítulo en su vida estaba comenzando, junto a Leo y sus nuevas amigas.

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Let's Fly
Novela JuvenilMillie vivía en una burbuja perfecta, rodeada de sus buenas amigas y al lado del chico que amaba. Era su forma de escapar de la realidad que la rodeaba. Sin embargo, un acontecimiento la obliga a despertar de su vida de ensueño. Su burbuja de felici...