Epílogo

633 37 21
                                        

—¡Millie! ¡Hemos llegado! —anunció Zoe.

—¡Pasen! —dije mientras abría la puerta.

Zoe me abrazó ni bien entró y su novio Steve me sonrió. Ellos llevaban muchos años saliendo, eran una pareja hermosa.

Tras ellos llegaron Lenna y Chris, los tortolitos. Tardaron mucho en ponerse a salir, demasiado para mí gusto, pero igual los apoyo. Sé que Chris sentía algo por Lenna desde mucho antes de que ella supiera. Tienen pensado casarse dentro de poco.

—Está precioso...—dijo Zoe mientras alzaba en sus brazos a Keith, mi hijo.

Me case con Leo dos años después de la propuesta y tuvimos a Keith tres años después. El pequeño de ahora dos años es nuestro mayor tesoro. Nos va más que bien y somos muy felices.

Por mi parte, cumplí mi sueño de trabajar con Jane Baker. El año pasado dirigí una película basada en su última obra, fue increíble. Descubrí que ambas éramos muy parecidas, ambas habíamos perdido a nuestros padres de jóvenes y habíamos conocido a nuestro amor en la infancia. Fue simplemente genial saber que congeniábamos tan bien. Además, conocí a su hija, Juliette, quien nos deleitó no sólo con su actuación sino con su voz en los soundtracks. Si bien no fue la protagonista, su papel estuvo bien interpretado. Para mi sorpresa, Rose era la actriz principal. Al parecer, había encontrado alguien que la hacía feliz y ya no era mala con sus amigas. Me enteré de ella que Matt era profesor en una universidad, fue bueno saber que le iba bien a pesar de todo.

—Hey tortolitos, ¿Cuándo será la boda? —preguntó Leo que venía con refrescos.

—Dentro de tres meses. —dijo Chris sin despegar la vista de su amada.

—Me alegro que al fin hayan decidido casarse. —dije.

Lenna me sonrió y nos reímos. Estábamos reunidos todos juntos después de tanto tiempo, era algo genial. Las risas, las anécdotas, todo era felicidad. Me imaginé a todos nosotros, después de veinte años, riéndonos juntos, y me alegré.

Cuando todos se fueron, nos pusimos a limpiar. Entonces lo vi a Leo jugando con Keith y pensé en cómo se pondría después de la noticia que tenía que darle. Él me había dado mucho, había remodelado mi casa para que pudiéramos vivir juntos, me dio la oportunidad de tener una familia de nuevo y yo se lo agradecí siempre. Por eso ahora, se lo diré sin rodeos.

—Leo...—lo llamé y él volteó a verme.

—¿Qué ocurre? —preguntó mirándome.

—Felicidades—sonreí—. Vas a ser papá de nuevo.

Sus ojos se abrieron de repente, incrédulos por lo que acababa de oír. Se puso de pie y vino directo a abrazarme y besarme. Entonces me di cuenta de lo feliz que era al saberlo, lo felices que seríamos.

FIN

Let's FlyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora