Flamenquines cap 20

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Mizu

- ¡A chist! -estornudé.

- ¿Estás resfriada? -me preguntó Marissa levantando la mirada de su libreta de apuntes.

- No, ni siquiera tengo frío, puede que alguien esté hablando de mi.

- O pensando en ti, a lo mejor es David, es el destino estoy segura, los dos estáis en el mismo campamento, el mismo grupo, que romántico -sugirió mi amiga con una mirada divertida.

- Muy divertida pero porqué no, en vez de inventarte la vida amorosa de los demás, terminas ya con ese reportaje -le sugerí con una sonrisa señalando su libreta.

- Aburrida.

Entre risas continuamos nuestro trabajo, eran alrededor de las 7 de la tarde, la actividad de hoy para la tarde era hacer un periódico junto a tu grupo de la forma que prefiriésemos, nos dejaban ser creativos, y nuestro grupo haría uno en cartulina con algunos reportajes y un par de fotos, los hermanos se estaban encargando de los deportes en el campamento, David y Jon preguntaban a los monitores sobre su vida fuera del campamento, mientras que Marissa y yo nos ocupábamos la vida amorosa dentro del mismo incluyendo a monitores y acampados por supuesto, nadie escaparía de nuestra curiosidad.

Marissa terminó de pegar nuestras entrevistas en la cartulina, mientras dábamos los últimos retoques el resto del grupo se unió a nosotras y terminamos nuestro periódico.

- ¿Teníamos que ponerle nombre al periódico recordáis?- dijo Mein observando la cartulina casi finalizada.
- ¿Y cuál queréis poner? -pregunté curiosa.
- ¡Flamenquines! -gritó nuestro monitor sentado en un banco de los alrededores mientras tomaba el sol.
- ¿Flamenquines? -preguntamos todos extrañados.
- Si.

Todos estallamos en risas y mientras Marissa comenzaba a escribir el nombre en la cartulina nuestro monitor volvió a colocarse para tomar el sol, cosa que no necesitaba ya que estaba muy bronceado.
Estúpido y sensual Germán.

- Bueno pues ¡Somos una comida! -gritó David entre risas.
- Pero ¡Una comida orgullosa! -continuó Jon.
Todos reímos de nuevo, Mein hasta el punto de llorar de la risa pero era algo que ocurría con frecuencia.
Todos los grupos colgaron sus periódicos entre unos arboles del campamento y la gente parecía muy interesada en las entrevistas y la vida amorosa de todo el mundo, realmente todo el mundo. Nos encontrábamos en el día 5 de los 9 de campamento, la octava noche era la última y en la que se celebraba el famoso baile, los anteriores fueron una autentica locura, tres juegos diarios cada uno distinto, tenía agujetas, arañazos y algún moratón, todo por haberme caído o algún roce con los árboles.
Creo que el periódico de hoy fue el único juego tranquilo tras escondite, teatros, pistas, carreras, pruebas y mucho más.

- ¿Cuál será el juego de esta noche? -le pregunté a Marissa agotada.

Colocó sus gafas mirando con atención el periódico de un grupo llamado "Colorines" para después responder:
- Creo que toca cine en el pabellón.

El pabellón es uno de los lugares que usábamos en las horas libres tenía una gran pista de fútbol pero en la misma había marcas de un par de pistas de voleibol por lo que servía para ambos.
Tenía también gradas en uno de los lados por lo que supongo que proyectarían la película en la pared blanca contraria.

- Que alegría esta noche descansaremos un poco más -le contesté feliz mientras me estirazaba.

Los días pasaban rápido, demasiado para mi gusto, cada vez me llevaba mejor con todo el grupo y Marissa era genial. Nos habíamos contado de todo, yo le hablé de Rezick pero no fui demasiado extensa, no creo que mencionar a Lisa o a Daniel fuese buena idea, tampoco el hecho de que yo no era como ella, no sabría explicarlo.
Ella también me contó sobre ella, su familia, sus relaciones y mucho más.
Marissa era otro motivo por el cual estaba cansada desde hace días, casi no dormíamos por la noche, pero era inevitable en cuanto empezábamos a hablar no parábamos hasta comenzar a oír los pájaros despertar.

La tarde transcurrió tranquila, al menos para mi, todos los días teníamos algunas horas libres por la tarde y mientras Marissa jugaba al mentiroso con los gemelos yo me fui a la casa de nuestro grupo a dormir un poco. Pasé por la puerta de la casa con pereza mientras me estiraba, en un bostezo me despisté cerrando los ojos y choqué con algo, alcé la mano a la vez que esta iba a parar a un brazo abrí un ojo, entonces vi que era alguien no algo.

- Valla David lo siento estoy algo cansada y me he despistado -le dije entre risas.

- No te preocupes lo entiendo -contestó con su habitual y agradable sonrisa.

- Bueno creo que iré a descansar entonces, así que -emprendí de nuevo mi camino a mi habitación pero una mano en mi muñeca me detuvo.

- Yo, bueno, la verdad es que esta noche los gemelos pensaban ver una película de miedo y estaría genial si la viésemos todo el grupo ¿no crees? -preguntó dudoso David, algo que le hacía ver adorable por cierto.

- Sí suena genial.

- Bien avisaré al resto, no vallas directa a la cama esta noche después del último juego -se despidió con la mano además de su gran sonrisa y bajó las escaleras.

Yo por mi parte alcancé mi anhelada cama y me acomodé bajo la fina sábana, tras mirar un poco la habitación caí en un profundo sueño del que solo me despertó Marissa agitada, como siempre, gritando palabras que yo no alcanzaba a entender por completo.

- Marissa por favor cálmate ¿Qué ocurre? -pregunté entre bostezos.
- Llegas tarde al juego de la noche, increíblemente tarde, coge una linterna y sal ya -dijo alzando su voz para después salir del cuarto dando un portazo.

Olvidé mencionar que la agradable rubia podía convertirse en una madre estresada.
Tal y como mamá Marissa me había ordenado cogí una linterna y arreglé mi desordenado cabello de recién levantada con una coleta alta, bajé y crucé la puerta del edificio con rapidez esperando que no me regañasen demasiado.

Tras recibir algunas miradas reprobatorias por parte de mi equipo y mi monitor sonreí a modo de disculpa y me explicaron el juego de manera rápida.

Tendríamos que jugar al escondite ¡En mitad de la noche! Eran cerca de las once de la noche y cada vez se veía menos el objetivo era encontrar a los grupos que estaban escondidos, a nosotros nos asignaron el grupo G, nos dividimos por parejas para la búsqueda, pasado un tiempo Marissa y yo solo habíamos encontrado a gente de los grupos A y C, pero gracias a que nos cruzamos con otras parejas que tenían que pillar intercambiamos información y en este momento nos dirigíamos al lugar donde habían visto al grupo G.

Horas de persecución para quedar terceros en el juego de la noche, exhaustos mi grupo y yo entramos a la casa (a la que nunca llamaré mansión ya que me hace sentir incómoda) pero justo cuando pensé que podría quitarme la ropa y dormir de una vez me acordé de la película, eché un vistazo atrás y todos preparaban comida y mantas en la parte de la casa de los gemelos.

Al parecer este día no tenía fin.

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