Ahora somos dos cap 2

252 11 4
                                    

-Que raro -susurro para mi misma, acerco mi cara al chico para verlo mejor, estoy dudando de que no es solo un sueño, puede que sea...

Un humano también, que locura.

Va vestido con una camiseta negra con un montón de arañazos, agujeros y manchas de sangre seca, a peleado mucho por lo que parece, también lleva unos vaqueros azul rasgado.

Le toco la mejilla para quitarle un poco de sangre, todavía esta caliente. Sin darme cuenta, en cuestión de segundos ha cogido la mano que tenia apoyada en su mejilla, y tirando de ella ahora se encuentra encima de mi y me ha inmovilizado. Tiene su mano izquierda sujetando mi derecha, la que tenía en su mejilla, la derecha sobre mi brazo izquierdo y esta sentado encima de mis piernas.

- Pero qué -es lo único que soy capaz de decir, nunca nadie me había superado así, pillándome desprevenida, no pretendo ser arrogante es que me enseñaron defensa personal desde muy pequeña y siempre he sido la mejor tanto en la realidad como en sueños.

- ¿Quién eres? -me pregunta, y por su tono esta enfadado.

- Y lo pregunta alguien que por poco me aplasta al caer de un tejado, ¿cómo es que no has muerto? -pregunto socarrona sin terminar de creer todo lo que a pasado- pensaba que estabas muerto.

- Pensaste mal -responde- y además esto es mi sueño, es imposible que yo muera -finaliza mirándome con unos amenazadores ojos verdes.

- Qué dices -le contesto intentando liberarme, pero es muy fuerte, no lo consigo- no es tu sueño es el mio y quítate de encima.

-Dos cosas -empieza a decirme, no parece importarle lo que le he dicho- primera deja de moverte, es molesto.

-El único molesto eres tu -le interrumpo.

-Segundo -continua, sin hacerme caso, y poniendo entonación en la palabra segundo- eres solo una muñequita del sueño que se ha revelado pero sigues siendo de mentira.

- ¿De mentira? estas loco, y no me llames muñequita -no se por que, pero me a sonado a un insulto.

Acerca su cara a la mía y se queda observándome unos segundos, empezaba a ponerme nerviosa cuando sonríe y el nerviosismo se convierte en odio hacia esa sonrisa burlona.

- Una muñequita muy trabajada -dice mirándome bien de arriba a abajo y tengo la sensación de que me he ruborizado- pero solo eres parte del sueño -dice con una expresión rara, parecía que  ¿se apagaba?

Aprovecho que parece distraído para tirar de su mano y empujarlo a un lado para quitármelo de encima, siento que puedo respirar más, por fin, pero no me distraigo, rápidamente cojo la pistola y no tengo que hacer nada mas que apuntar ya que la deje cargada, pongo mi rodilla en su estomago para inmovilizarlo lo mas que puedo, ahora esta debajo de mi con los ojos muy abierto y el pelo a mechones alborotado alrededor de su cabeza, le llega por la nuca pero se ve largo y desigual, admitiré que me gusta.

-Deberías tener cuidado con eso -me dice con las manos en alto y esa insoportable sonrisa burlona- es peligroso.

-Deberías tener cuidado conmigo -le contesto- soy mas peligrosa.

-Bueno me has caído bien y no podemos estar de pelea todo el rato -levanta una mano para estrechármela- ¿tregua?

-De acuerdo -se la estrecho tras pensarlo unos segundos, me levanto y después el tira de mi para levantarse y al hacerlo se queda demasiado cerca de mi, me alejo y le digo- pero no me llames muñequita, tengo nombre.

-¿Y es? -me pregunta curioso levantando una ceja, ahora que esta de pie me fijo en que es bastante mas alto que yo.

-Mizu -contesto.

-Umm, un nombre interesante -responde- yo soy Rezick.

-Rezick, vale -es extraño, seguramente sea extranjero, nunca antes lo había oído pero no tengo el valor suficiente para preguntárselo- y ¿cuantos años tienes?

-¿Por qué lo preguntas? -dice extrañado y ladeando la cabeza para verme mejor, se le caen un par de mechones rojo fuego, no hay mucha luz pero aun así se le vería de lejos y eso podría llegar a ser una ventaja si tengo que encontrarle.

-Es que -me interrumpo un poco cortada igual si lo pregunto quedo como una tonta pero tengo curiosidad por saberlo.

-Es que -me insta a terminar.

Materia de sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora