Remitente desconocido cap 14

116 7 2
                                    

- Una carta -me dicemostrándomela, me acerco y me siento a su lado en la cama paraleerla.

- ¿Tiene remitente? -le pregunto cogiéndola.

- Solo destinatario-señala justo cuando le doy la vuelta- suponiendo que eseapellido extranjero te pertenezca es para ti.

Observo mi nombre y apellidos escritos en la carta.

"Señorita Mizura Zashchita"

Después de leer esas delgadas lineas negras en cursiva levanto la vista y veo la mirada extrañada de Rezick, ni siquiera yo entiendo porqué tengo una carta dentro del sueño, ni porqué saben mi nombre y apellidos pero vuelvo mi atención a la carta y la abro. Hay un mensaje corto, en la misma letra que mi nombre:

"Si fuera tú, sería lista,si fuera tú buscaría la salida rápido,las pesadillas son mas rápidas que una niña pequeña"

- ¿Qué significa esto? -pregunto sin levantar la vista de la carta, aunque enseguida Rezick la roba de mis manos para leerla.

- Son solo tonterías.

- Es una amenaza -aseguro con seriedad y comenzando a enfadarme.

- Estamos muy cerca de terminar con todo esto no puedes distraerte ahora por lo que seguramente son rivales cobardes intentando intimidar.

- Pues no me hace ninguna gracia.

- Pues no le des importancia a esa estúpida carta -me dice Rezick levantándose de la cama exasperado y empezando a alzar la voz- ¿De verdad crees que te ocurrirá algo estando conmigo? ¿Crees que permitiría que nadie se acercase a ti?

- Rezick yo... -empecé sin saber bien que decir ante eso.

Tras esa declaración se fue aún enfadado dando un portazo al salir de la habitación sin que yo pudiese ni siquiera intentar acabar la frase, supongo que me esperara fuera o en la entrada del hotel. Supongo.

La duda se apoderó de mi, puede que estuviese enfadado conmigo, en ese caso mejor dejarle calmarse ¿no? Así que me dirigí a por el desayuno en el comedor del hotel, me pasee por las bandejas en busca de algo apetecible pero la comida no podía decirse que fuese "de ensueño"al final encontré algunos tipos de cereales que parecían aceptables, cogí un bol llenándolo hasta la mitad para luego añadir la leche, coger una cuchara y llevármelo feliz a la terraza.Eran de chocolate y caramelo, deliciosos.Mientras los tomaba tenía mi vista fija en el horizonte disfrutando de la tranquilidad que sabía que duraría poco tiempo. Y realmente duro poco ya que cuando quedaban algunos cereales y un poco de leche aún fría cuando unas manos me taparon los ojos solté el bol en la mesa que sabía que tenía delante, pero una de las manos se levanto de mis ojos y me lo quito para después retirar la otra y sentarse al lado a terminar mi desayuno.

- Eres un poco bipolar ¿sabes? -le digo al insoportable pelirrojo teñido que tengo sentado al lado.

- Tengo hambre -responde tranquilo comiendo.

- Aja, y ahora intentas evitar el tema.

- ¿En serio quieres volver a discutir? -me pregunta parando de comer.

- Empezaste tu, te recuerdo -le digo frunciendo el ceño.

- No habría empezado si no desconfiases de mi.

- ¿Yo desconfiar, de dónde sacas eso? -puede que a ratos si, pero solo por que no le conocía por completo, y aún así el no lo sabía.

- De que no deberías preocuparte por esa carta y aún así lo haces aunque me tienes a mi.

- Sé que puedes protegerme pero eso no hará que deje de preocuparme de que sepa mis apellidos, de que me conozca, y de que sepa que estamos en este hotel sea quien sea la persona que mando la carta.

- Da igual este sueño acabara en cuanto lleguemos a la última prueba y no se te acercara nadie hasta que salgamos -finaliza dejando el bol en la mesa y levantándose bruscamente para después coger mi muñeca y tirar de mi.

- Rezick espera.

Haciendo caso omiso de mis quejas salió rápidamente del hotel en dirección a la zona de la playa donde una multitud señalaba que allí se celebraría la última prueba.Un enorme escenario negro, aún mayor que el del primer día, se encontraba en la playa con el alcalde encima de el acompañado de los jueces y con el micrófono en la mano intentando callar a la multitud sin tener demasiado éxito.

Hasta que la chica de pelo corto negro que me dio mi bikini toma el micrófono de la mano del alcalde.

- ¡SILENCIO! -grita la chica con una inesperada potente voz que callo a todo el publico sin dejar ni un susurro o murmullo- muchas gracias, queridos visitantes, con mucha alegría hoy celebramos la última prueba de nuestra gran competición anual de verano, tras intensas pruebas el día anterior nuestro de parejas a sido considerablemente reducido y hoy, finalmente, saldrán a la luz nuestros finalistas y reyes de nuestras playa durante todo este año.

La multitud grita emocionada ante el discurso que aquella chica dijo con tanta energía.

- Gracias por elegir este año de nuevo nuestras playas y por participar en nuestro concurso, es para mi un enorme honor mostraros el premio de este año -dijo la chica cada vez con más emoción en la voz que se escucha aún mejor gracias a los grandes altavoces en el escenario, incluso a mi empezaban a animarme sus ganas- la llave ¡ESCARLATA!

Alzo una pequeña llave que no podría haber visto desde tan lejos de no ser por que una gran pantalla apareció detrás de las cortinas que la chica tenía a su espalda y en ella apareció la imagen de la mano femenina que sujetaba la llave. Era realmente curiosa, echa enteramente de metal algo oxidado con una enredadera de alambres que unían la parte contraria a los dientes a una trabajada mariposa también metálica con algunas cuentas de resplandeciente rubí.

Era tan solo una llave y aún así de colores y contrastes increíbles, y el premio en si no era la llave, si no lo que había al otro lado de la puerta que habría.

- Una llave única en el mundo que os permitirá atravesar la puerta que conduce a un lugar desconocido y, según la leyenda de la llave, también mágico.

En ese momento pensé que yo ya tenía suficiente magia.

- ¡Que comience la última prueba!

La multitud aplaudió emocionada mientras el alcalde cogía ahora el micrófono.

- Valla Lora, tu si que sabes animar a la multitud -dijo aun entre aplausos- la última prueba, será un típico concurso de respuestas para saber cuanto os conocéis, uno deberá ser el preguntado y el otro quien responda, es decir, no se preguntaran datos sobre ambos.

- Rezick -le llamé alarmada.

- Que.

- No se nada de ti y creo poder asegurar que tu tampoco de mi.

- No hay ningún problema, confía en mi.

- Pero si eso...

Intenté discutirle que mi confianza en el no tenía nada que ver con el echo de que no nos conocíamos en absoluto ya que hasta ahora solo habíamos peleado o entre nosotros o contra alguien, pero desvió su mirada del escenario para concentrarla en mi y todo lo que tanto había intentado decirme esta mañana, lo mucho que insistió e insiste todavía en que confíe en él, me lo transmitió con esa mirada, no era de lastima, ira o suplica, tan solo me pedía que confiara.

Y no pude negarme.

Volví mi vista al frente, cogí su mano y cuando el apretó la mía con suavidad aseguré:

- Confiaré en ti.

Materia de sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora