Mizu vs Profesor cap 5

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Rezick

¿Pero que le pasa a esa loca, y dice que es humana? no me lo creo, dos humanos en el mismo sueño nunca lo había oído, pero, realmente me a impresionado. La próxima vez que vea a Aer le preguntare que esta averiguando.

(Recuerdo:

valla, valla mira lo que tenemos aquí.

-¿Quien? -Rezick miró a su alrededor y no vio a nadie. Se dio cuenta de que la voz estaba en su cabeza, se llevo una mano a la cabeza confundido.

Un sueño.

-¿Que?

Un sueño, es donde estas ahora y este es mi territorio, hay alguien con quien debo hablar y creo que tu puedes ayudarme.

-¿Por qué debería? -preguntó Rezick molesto.

Bueno puedes ayudarme y terminar con esto rápido o, puedo dejarte aquí, no explicarte nada y andar confundido y perdido durante no se... horas, días, meses...

-De acuerdo -acepto Rezick resignado.

Bien es mejor cuando cooperáis, es simple, cada vez que sueñes tendrás que superar un escenario, puedes ayudar a la gente o librarte de ellos, solo son ilusiones que yo creo, pero los trabajo para que la experiencia sea mas realista, en estos escenarios tendrás que encontrar a una persona y traérmela.

-Y tan poderoso que dices ser ¿no puedes traerle tu?

No.

-¿Por qué?

No es de tu incumbencia. Todo lo que necesites para el sueño ira apareciendo. Buena suerte.

-Espera ¿quien eres? ¿como sabré que persona es?¿como la llevo a ti?

La voz rió- Soy el Antes, el Error y la Realidad, pero puedes llamarme Aer, hazlo cuando la encuentres -puntualizó.

-¿Pero como sabré quien es?

Lo sabrás.

-¿Pero como? -Rezick empezaba a enfadarse. Esperó pero esta vez no hubo respuesta)

De eso hace casi tres meses y todavía no había encontrado a nadie, salvo a esa extraña chica pero no contaba, a quien el buscaba era un chico.

Mizu

El sueño se desvaneció a mi alrededor y volví a estar rodeada de blanco, espere a despertarme pero... no fue así.

-¿En serio? -grite mirando a todos lados, igual nadie podía oírme pero desde luego me desahogaría.

Fastidiada y un poco harta camine hacia adelante, siempre hacia adelante, y empecé a divisar una especie de casita marrón muy pintoresca con forme me acercaba vi que estaba echa de madera con grandes ventanas y que estaba llena de gente.

No, no era gente, eran niños, bueno no, chicos y chicas de mi edad sentados en pupitres y sillas de madera, era una escuela pero resultaba muy extraño todos los objetos parecían antiguos y viejos pero los chicos iban vestidos como en la actualidad, con vaqueros y camisetas con dibujos modernos y extraños. Lo mas raro, y mejor, es que tenían... rostros.

Comprobé la estrella, allí seguía, como no tenia nada que perder entré y al instante todos se volvieron a verme con expresión divertida, menos el único adulto que había en la casita, el estaba enfadado.

-Mizu ¿otra vez tarde? -gritó el señor tenia todo el pelo blanco y me apuntaba con la tiza, los demás rieron, era una autentica gozada ver expresiones otra vez y mas tan sonrientes, había alrededor de quince niños y niñas quizás.

-Lo siento -dije encogiéndome de hombros y sonriente.

-Bueno siéntate rápido -me regaño y se volvió a seguir escribiendo en la pizarra.

Mire y aunque había pocas personas no veía un hueco, entonces a mi derecha, por la parte de en medio, una chica con las raíces castañas y el resto del pelo en tonos castaños y rubios que eran mas rubios en las puntas con grandes ojos caramelo y sonriente chasqueo los dedos llamando mi atención y señalo la mesa a su lado, pase rápida entre los otros pupitres y me senté a su lado.

-Illa deberías empezar a organizarte mejor -me susurro con una pequeña risa.

La chica me conocía, al parecer todos me conocían así que decidí seguir les la corriente.

-A bueno ya sabes como soy -reí despreocupada, este sueño sería interesante, era la primera vez que tenían rostro y todo parecía, bueno, agradable.

El profesor empezó una extraña clase de historia que hablaba de una batalla, no escuche demasiado por que estaba hablando con las personas a mi alrededor, la chica que me invito a sentarme a su lado se llamaba Raychel, los demás no me dijeron su nombre ni oí que los llamaran.

-Esa marca redonda en el centro de esta sala es el único rastro de las armas -dijo el profesor intentando terminar su historia de manera intensa, mire la marca a la que se refería y era solo un redondel mas ancho que un pupitres y mas blanco que el resto del suelo de madera. No había escuchado la historia y ahora lo lamentaba, armas mi gran adicción, y me había perdido el cuento.

-Solo queda -continuó el profesor- esta -sacó una espada de metal gris brillante y empuñadura azul.

Ahora si que estaba prestando atención, puse mi vista en la espada y deje de escuchar a todos los que me rodeaban, seguro que tenía cara de pasmada, pero no me importaba.

-Bien ¿alguien que quiera probar un pequeño combate?

Se podría decir que un muelle me empujo en mi silla ya que cuando el profesor termino la pregunta yo estaba de pie con la mano levantada y todos mirándome sorprendidos.

-Yo -dije entusiasmada.

-Mizu todos hemos querido alguna vez matar al profe por una mala nota pero no te lo tomes tan mal, una nota no te matará -rió a mi lado Raychel.

-No es para eso -contesté rápidamente con toda la clase riendo salvo el profesor- simplemente me encanta la armas -explique mirando al profesor preocupada.

-Bueno como sea ven aquí Mizu.

Me aleje de mi asiento y me coloque junto a profesor delante de todos los demás, me fije en que los pupitres estaban muy alejados de la pizarra, el profesor me tendió una espada diferente, mas vieja y usada, se colocó en posición y esperó a que yo hiciese lo mismo.

-De acuerdo sera una simple batalla, nada de golpes ni cortes, solo intentarlo, si me ganas puedes quedarte la espada.

Perfecto, pensé, mis pistolas habían desaparecido así que era algo que me venia muy bien.

-Me vale -le conteste y me preparé.

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