Capitulo 20: No soy una princesa

957 65 7
                                    

-No puedo creer que realmente me estés haciendo venir a una fiesta después de la que te pillaste la otra noche -suspiro mirando por la ventana del coche, que retumba debido a la fuerte música, a pesar de que aún nos encontramos a unas cuadras de distancia.

-Vamos, no seas tan dramática -dice poniendo los ojos en blanco.

Suspiro. A la mañana siguiente del día de Navidad Travis apenas se acordaba de nada de lo que había pasado. Todavía estoy tratando de averigüar si eso es bueno o malo.

Tras aparcar, bajamos del coche y caminamos la poca distancia que nos separa de la casa. Apenas ha llegado gente todavía, y mi vecino me guía a través de todas las habitaciones hasta dar con lo que sea que está buscando.

-¡Mike! Quería presentarte a Maddy. Está en su segundo año de universidad -exclama el chico a mi lado con una radiante sonrisa, mientras pasa su brazo sobre mis hombros.

Fuerzo una sonrisa y me froto suavemente los brazos, completamente incómoda. El chico parado frente a mi es bastante alto, y puedo decir que intimidante. Me escruta con sus ojos oscuros y por una vez me alegro de no haber venido con un corto vestido como las chicas que hay a mi alrededor.

-Un gusto Maddy. No te había visto nunca -dice estrechandome la mano.

-Suelo... -intento hablar, pero Travis me corta.

-Suele irse pronto a casa.

Le miro con el ceño fruncido. Creo que soy perfectamente capaz de hablar por mi misma. Además, ni siquiera iba a decir eso.

-Y, ¿qué te gusta hacer? ¿Sales mucho? -pregunta Mike con una sonrisa agradable.

-En realidad...

-Le gustan mucho las fiestas, pero se toma muy en serio los estudios, por eso no la habrás visto venir antes por aquí.

Gruño, y me suelto del brazo del estúpido de mi vecino, desapareciendo de allí y mezclandome con el resto de la gente, que cada vez se amontona más.

El brazo de Travis no tarda en atraparme. Me giro y le encaro, enfadada y sin ninguna intención de ocultarlo.

-¿Qué te pasa?

-¡Qué narices te pasa a ti! Puedo hablar solita, ¿sabes? -contesto cruzandome de brazos.

-Si, es solo que no quería que dijeras algo...

-¿Algo que te pudiera dejar en ridículo? Entonces no te juntes con una maldita antisocial y dejame en paz. Yo no te he pedido que me traigas a esta estúpida fiesta.

-Maddy, no te pongas asi...

Me doy la vuelta y sigo mi camino. No pienso permitir que me trate así, si no le gusta como soy, que no se junte conmigo. Nadie le ha obligado.

De todas formas, ni siquera quería venir a esta fiesta. Tenía un plan mucho mejor, con libros y café de por medio.

Salgo fuera de la casa, hacia el jardín, donde puedo respirar con mucha más tranquilidad. A pesar de que corre una ligera brisa, no hace demasiado frío. Por suerte escogí unos pantalones y una blusa de manga larga antes de venir.

Me siento en un escalón y apoyo mi cabeza contra la pared.

-Eh, ¿quieres jugar? -una chica castaña se acerca a mi con una sonrisa.

-¿A qué? -pregunto con una ceja alzada.

-A la botella -me guiña un ojo mientras lo dice.

Me lo pienso durante unos segundos, pero finalmente acepto. Ya que he venido, por lo menos trataré de divertirme un rato.

Cuando El Otoño LlegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora