Capítulo 42: Tú

485 56 10
                                    

-Creo que debería irme -digo, levantándome por fin de este cómodo puf, que pienso robar algún día.

Después de cuatro horas de comida basura y series, va siendo hora de volver a casa... Bueno, no a mi casa, a casa de Travis.

-¿Estás segura de que no te quieres quedar esta noche? Ya es muy tarde para salir -insiste mi mejor amigo.

-No, tengo que irme. Mejor enfrentarne a esto cuanto antes -suspiro, recogiendo mi móvil y mis llaves del suelo.

-Vale, pero avísame cuando llegues a casa.

-Lo haré. Gracias por todo -digo, dándole un beso en la mejilla.

-De nada. La próxima vez que nos veamos tendré preparado el: te lo dije.

Le doy una colleja y salgo de su casa antes de que diga alguna estupidez más.

El camino de vuelta se hace eterno. Cada segundo que pasa estoy pensando en volver hacia atrás y aceptar la oferta de Mason, pero sé que esto es lo correcto.

Cuando llego a la puerta del edificio, esta se abre. Aparece Jane con una gran sonrisa, una coleta ligeramente despeinada y el maquillaje corrido. Frunzo los labios sin que apenas lo note y desvío la vista mientras se coloca correctamente la camiseta.

Debería haberme quedado con mi mejor amigo.

-Uh, hola... ¿Madison, verdad? -dice sin quitar esa sonrisa.

Me entran ganas de borrarsela con un... ¡Madison Williams, cálmate!

-Hola -digo rápidamente fingiendo una sonrisa, y me apresuro a entrar en el edificio.

Cada escalón que subo es como una pequeña tortura, pero lo peor es cuando me quedo en frente de la puerta.

No quiero hablar con él. Mason no tiene razón, él es solo un amigo. Y para él yo soy una simple amiga más. Eso es todo.

Cojo aire y abro la puerta. La imagen de Travis saliendo de la ducha con tan solo una toalla rodeandole la cintura me quita el aliento, y me quedo parada donde estoy, sin saber bien cómo reaccionar.

-¿Vienes a por tus pendientes? Los he dejado en la... -empieza a decir, hasta que realmente me mira y se da cuenta de que no soy Jane- Oh, hola.

Por fin reacciono y me acerco hasta mi rincón del salón, donde todas mis cosas parecen haber sido recolocadas y amontonadas a la perfección, listas para cogerlas e irse.

-Hola -murmuro.

¿Esto es una indirecta? ¿Quiere que me vaya? ¿Me está echando? Noto como el enfado empieza a crecer dentro de mí. Fue él el que me dijo que me quedara.

-Veo que has pasado la tarde entretenido -suelto con veneno en la voz, sin preocuparme por ocultar mi molestia.

-La verdad, no ha estado mal -comenta, apoyándose en la pared con los brazos cruzados.

Evito mirarle, ¿por qué se tiene que ver tan condenadamente sexy? ¡Necesito estar enfadada con él!

-Me alegro.

-Supongo que la tuya tampoco habrá estado nada mal.

Le miro sin entender a donde quiere llegar.

-Bueno, engordar y ver películas con Mason no es nada comparable con acostarse con Jane -digo, cruzándome de brazos también.

-Pensaba que habrías estado con Dean -dice, ahora apartando él la vista.

-¿Por qué debería haber estado con él? Te dije que iba a pasar página -digo, enfadada por su tono de voz arrogante, tan impropio de él.

-Bueno, sueles decir muchas cosas.

-¿Puedes dejar de comportarte como un maldito capullo? -digo, tomando mi pijama (que no es mas que unos pantalones cortos de algodón y una camiseta vieja) y caminando hasta el baño.

-¿Ahora yo soy el capullo? Interesante.

-Si, lo eres -cierro con un portazo y me cambio rápidamente.

Noto como el enfado se apodera de mi y no me deja pensar con claridad. Un nudo se forma en mi garganta y las lágrimas quieren salir, pero no las dejo. En realidad, no se por qué me afecta tanto todo esto; supongo que últimamente estoy demasiado emocional.

Cuando termino de ponerme la ropa, me lavo un poco la cara y respiro. Una, dos, tres veces. Aunque por mucho que respire, no funciona para calmarme.

Finalmente, decido salir de una vez.

Ahí está él, sin haberse puesto nada de ropa. De pie, en medio del pasillo, mirando a la nada, con su rostro demasiado serio para el que Travis suele tener.

Me duele discutir con él. Creo que nunca lo habíamos hecho. Y más aún me duele que me quiera echar de su casa.

Pero bueno, supongo que así es la vida ¿no? Conoces a mil personas, y cuando crees que una es la diferente, termina hiriendote exactamente igual que el resto. Creo que él pensará lo mismo sobre mi, pero a estas alturas me da igual.

-Por cierto, no te preocupes por mi. Voy a llamar a Anna y a preguntarle si puedo quedarme en su casa hasta que encuentre un nuevo piso -murmuro más calmada.

-¿Por qué harías eso? -pregunta sin mirarme.

-Se captar cuando sobro en un sitio.

Camino lentamente hasta el sofá, sintiendo como me mira de reojo. Le doy la espalda y cierro los ojos fuertemente. Todo esto me está costando más de lo que me gustaría admitir.

-Entonces... No has estado con Dean -dice despues de un largo silencio, en un tono que mezcla pregunta y afirmación.

-¿Es eso tan importante para ti? -pregunto un poco molesta, porque se la insinuación que va detrás de sus palabras.

-Para mi desgracia si -murmura más para sus adentros que para que yo lo oiga.

Abro los ojos y me giro para mirarle cara a cara.

-No te entiendo. Antes estabas bien, insistiendo en que me quedara aquí contigo; luego te enfadas y te acuestas con Jane y ahora me hablas sobre Dean. ¿Qué narices te pasa Travis? -pregunto, con los ojos medio aguados.

No, no estoy triste. Solamente estoy cansada. Me gustaría que por una vez mi vida se estabilizara, que todo fuera en una dirección. Sin embargo, todo da vueltas una y otra vez, todo cambia. Y nunca, nunca, nunca sale nada bien.

Y ya estoy cansada de todo esto.

-Tú. Tú eres lo que me pasa.






Hola:) Se que el capítulo es cortito y que llevo mucho tiempo sin subir... Pero quería dejaros con algo, aunque no se bien cuando será la próxima vez que suba.

Estoy teniendo unos pequeños inconvenientes que me impiden escribir, pero espero que se solucionen pronto.

Muchas gracias por todo el apoyo, por las lecturas y los votos.

Espero que sea una buena semana:)

_Dreams_19

Cuando El Otoño LlegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora