Capitulo 27: Travis

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Los enfermeros y enfermeras nos miran con una mirada que no consigo descifrar. En el centro de la sala, está Travis. Tumbado sobre la cama, parece que está dormido.

Mientras la señora Jefferson se acerca, yo me quedo ahí, paralizada. Todavía deseo que abra sus ojos, y ver aquel brillo que desprendían.

Me doy cuenta de que, a pesar de todo, no estoy preparada para perderlo. Vivir en el piso va a resultar absurdo sin él en la casa de enfrente. Miro mi muñeca, donde descansa la pulsera con la T.

-Señoras, dense prisa. Le queda poco tiempo -dice el médico.

Cuando la abuela de Travis termina de hablar con él, me acerco yo. Le cojo de la mano y me aferro como si fuera lo único que tengo en el mundo; por una parte, se siente como si fuera así.

-Perdoname -es lo único que planeaba decirle, ya que mi garganta está totalmente seca. Sin embargo, las palabras empiezan a surgir de mi, y no me molesto en frenarlas- Se que he sido peor que un dolor en el culo para ti, pero gracias por soportarme durante estos meses. Nada va a ser igual sin ti. Demonios, ¿cómo narices voy a encontrar a un vecino tan insoportable como tu? Bueno, no croe que nunca encuentre alguien como tú.

>> Eres tan especial Travis. Desde que llamaste aquel día a mi puerta para pedirme, ¿azúcar? Ya ni me acuerdo. El caso, es que desde ese momento no se que hiciste pero pusiste mi vida patas abajo. Y la verdad, te lo agradezco. Gracias a ti he recuperado a mis amigas y a mi hermano; aún estando inconsciente haces tanto por mí -las lágrimas me ciegan, apenas puedo seguir hablando- Te voy a extrañar. Nunca te olvidaré.

Juro que no es una imaginación cuando veo que sus ojos parecen parpadear. Me agarro fuertemente a su mano.

-¿Travis? -me escucho preguntar, con la voz temblorosa.

-Señorita, debería ir saliendo -me dice el médico con aspecto cansado.

-¡No! No, espere. Él... -digo sin apartar la mirada del chico. Estoy segura de lo que he visto.

-Madison, por favor. Solo dejale ir -suspira la señora Jefferson.

Lo haría, si tan solo no hubiera visto eso. Me estaba empezando a... Hacer a la idea, a mi manera. Pero... Él ha parpadeado. Y yo no puedo dejarle ir.

-Travis no se va a morir -digo, y esta vez, mi voz es firme.

-Señorita...

Hago caso omiso de los médico y enfermeros que me dicen cosas, que en este momento me resultan completamente irrelevantes. Me acerco a la oreja del muchacho, y susurro, sabiendo que me oye.

-Vamos, Travis, despierta. Me debes una boda, ¿acaso vas a dejar que me quede viuda? -casi puedo notar una leve sonrisa por mi cara. Detrás de mi se oye barullo, pero lo ignoro- Vamos, Travis. Hazlo por mi.

Otra vez. Sus párpados. Se están moviendo. Y esta vez estoy segura de que no he sido la única que lo ha visto.

-Doctor, el chico -dice una enfermera.

Sonrío. Estaba en lo cierto, está aquí, no se va a ir.

Cuando puedo ver el color de sus ojos marrones, de nuevo, siento que podría estallar de felicidad. Alguna lágrima rebelde se me escapa de los ojos, pero, siendo sinceros, ahora es lo que menos me importa. Está aquí, conmigo.

-Hey, Williams -murmura con la voz débil, pero con un atisbo de sonrisa.

Acerco una de mis manos a su frente, y aparto unos mechones sueltos de su cabello.

-Ya iba siendo hora de que despertaras, bello durmiente.



Es muy cortito, lo se, lo se. Pero no estoy segura de cuando voy a poder actualizar de nuevo, ya que me voy de vacaciones y no se si voy a poder escribir o subir algo.

Pero espero que os guste:) A mi me ha encantado escribirlo, ya casi me estaba muriendo!!

Muchas gracias por vuestro apoyo, los votos y los comentarios me alegran muchisimo, de verdad. Sois los mejores<3

Feliz semana!

_Dreams_19

Cuando El Otoño LlegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora