Capitulo 21: Un accidente

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-Dejaros las cosas romanticonas para otro momento, tenemos que salir de aquí ya -dice Mason agarrandonos a cada uno por un brazo.

Echamos a correr intentando que los policías que están alrededor no nos vean, cuando me detengo de golpe.

-No puedo irme, tengo que encontrar a Travis -murmuro.

Es posible que esté enfadada con él, pero, ha pesar de todo, él ha sido el único que ha estado a mi lado en estos días. No puedo abandonarlo a su suerte.

Veo como Dean niega con la cabeza, y me mira, enfadado. Le miro impasible, no me importa lo que piense. Él se fue, Travis no. Mi cabeza debería empezar a funcionar correctamente de una vez.

-Te dejó sola en esa fiesta. Que se las arregle. -suelta.

-Voy a ir a por él. Vosotros dos haced lo que os de la gana.

Me suelto de un tirón del agarre de Mason sobre mi brazo y echo a correr hacia el lado contrario.

Busco mi móvil y cuando consigo encontrarlo marco el número de mi vecino, que ya me sé prácticamente de memoria. Tras muchos tonos, salta el buzón de voz.

Maldigo en voz baja.

No soy estúpida, no puedo dejar que me pille la policía. Mis padres ya me odian demasiado, y no me apetece pasar la noche en comisaría. Por lo tanto, no puedo volver.

Pero no tengo ni la maldita idea de dónde puede estar Travis.

No tardo demasiado en oír las pisadas detrás del mi. Inmediatamente me pongo a correr, y la persona que me sigue acelera su paso. Miro hacia todos lados intentando buscar una salida. No me pueden detener.

Cuando una mano me agarra del brazo, grito. Enseguida, otra mano está sobre mi boca, haciéndome callar.

-No seas escandalosa, ¿acaso quieres que nos pillen? -la voz de Dean me sorprende.

Está enfadado, algo que se podría notar desde kilómetros a la redonda; pero aún así ha venido. Un extraño sentimiento me recorre el pecho, y siento ganas de sonreir. Me reprimo.

-¿Qué haces aquí? -susurro, mientras seguimos andando hacia quien sabe donde.

-Ya te he dicho que no te voy a dejar sola. No incumplo lo que digo.

Y ¡bam!, es como si toda la "magia "del momento se hubiera esfumado de golpe. Me quedo callada, no merece la pena decir nada. Por primera vez desde que le ví en toda la noche, quiero que se vaya. O pegarle un puñetazo. Cualquiera de las dos estaría bien.

Cualquier cosa antes que escuchar sus mentiras. Aunque de alguna forma, están bien; me hacen volver a la realidad de ese pequeño trance en el que estaba. Había durado demasiado el buen rollo entre él y yo.

Y como para añadir más mala suerte, su móvil empieza a sonar escandalosamente. Le miro con el celo fruncido, mientras él se queda mirando la pantalla, paralizado.

-¡Quieres hacer el maldito favor de cogerlo! -grito/susurro.

Suspira y presiona la tecla de contestar. Los gritos que salen por la otra línea me hacen estremecerme. Giro la cabeza hacia otro lado e intento concentrarme en lo que he venido a hacer: buscar a Travis.

Sin embargo, es difícil no escuchar la conversación que se produce detrás de mí.

-Cariño, lo siento, es que... Me dormí.

Aprieto los puños. Definitivamente, quiero pegarle un puñetazo; por estar aquí conmigo, haciendome sentir extraña de nuevo, cuando hay otra mujer esperándole en casa.

Cuando El Otoño LlegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora