Capitulo 40: Un nuevo comienzo

834 84 29
                                    

Valeria se lleva la mano a la boca, asombrada, sin saber que decir.

-Sé que es loco y apresurado, pero mañana podríamos haber perdido la oportunidad -dice Ashton con una sonrisa verdadera en la cara, la primera desde que le he visto entrar por esa puerta.

-Yo... Si, ¡si! ¡Me casaré contigo! -dice mi amiga.

Ashton se pone de pie de un salto y la abraza, levantándola por los aires. Después, la deja en el suelo, y le da un beso que solo podría haber aparecido en una película. Desliza un bonito anillo por el dedo de la chica y se dirige al cura.

-Bien. Por favor padre, ¿podría saltarse todo lo anterior y volver a la parte culminante?

***************************

-¡Vamos, vamos, vamos! ¡Si vas tan lento nos lo vamos a perder! -grito corriendo por el pasillo junto al resto de invitados, mientras tiro de Travis intentando que no sea tan lento como una tortuga.

-Todavía no sé la razón por la que acepté venir contigo... Quizás con suerte vuelvo vivo hoy a casa.

-¡Deja de quejarte y corre!

Cuando por fín llegamos a la sala de baile, tengo que abrirme paso entre la gente para poder colocarme en frente del gran ventanal. Apenas segundos después, los fuegos artificiales empiezan a iluminar el cielo, dejando observar el hermoso paisaje que hay detrás.

Después de la boda improvisada entre Valeria y mi hermano, Ashton decidió que era un desperdicio no asistir al banquete y a la fiesta de después, por lo que no dudamos en asistir (claro, todos menos los invitados por parte de la novia, algo que celebré en mi interior ya que habría más comida). Nos trasladamos desde la iglesia hasta un bonito sitio que habían alquilado, un tanto alejado de la ciudad, y con unas hermosas vistas a un jardín que parece sacado de un cuento.

Odio admitirlo, pero Lindsay sí que sabe cómo montar una boda.

Las exclamaciones de asombro por parte de los invitados no tardan en llegar. Desde luego, es un espectáculo magnífico.

-Woao -se une mi vecino al coro del resto.

-Y pensar que casi nos lo perdemos por tu culpa -digo negando con la cabeza, divertida.

-Bueno, cierta persona tenía que comer su tercer trozo de tarta -dice mirándome de forma acusadora.

-Tengo que decirle a Hanna que deje de comer guarrerías -comento cruzándome de brazos.

-No si... Tendrá morro -murmura Travis hablando consigo mismo.

Aparto la vista por unos momentos del hermoso espectáculo para observar al chico a mi lado, y no puedo evitar que una sonrisa se escape de mis labios. Desde luego, fue un acierto venir con él. Hacía bastante que no me divertía tanto.

-¿Sabes? -pregunta de repente, girando su cabeza hacia mí- Este sería el escenario ideal para un beso.

-Tienes razón. Voy a buscar a Val para decirle que se tiene que hacer una foto con Ashton ahora... -digo girandome, imaginando ya la bonita imagen que tendrá mi hermano de su boda.

El ruido de la gente a mi alrededor sumado con el estruendo de los fuegos de fuera, me impide oír las palabras de mi vecino:

-No era eso a lo que me refería....

A pesar de que busco por todos lados a los recién casados, no soy capaz de encontrarlos. Sin embargo, a quien si me encuentro por el camino de vuelta es a Dean, con el que no he cruzado palabra en todo el día.

-Hey -me dice, arruinando mi plan de seguir sin que me viera.

-Hey -murmuro, incomoda.

Es un poco difícil tratar de olvidar a alguien a quién tienes que ver muy seguido, por lo que que esa persona se ponga a hablarte no mejora la situación.

Cuando El Otoño LlegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora