Capitulo 30: Café

839 61 26
                                    

Me arden los pulmones, y mis piernas se empiezan a quejar; sin embargo, no dejo de correr en ningún momento. Quiero pensar que a cada paso que doy estoy más cerca de encontrar a Dean.

Reduzco la velocidad cuando empiezo a distinguir los bordes del edificio abandonado. Empiezo a respirar con normalidad conforme me voy acercando a la escalera de incendios, y la empiezo a subir lentamente, cruzando los dedos en mi mente.

Una vez llego a la azotea, dejo escapar un suspiro al ver una silueta sentada en el bordillo, observando la noche. Me acerco a su lado con cuidado de no hacer ruido.

-Bonita noche para venir aquí -digo mientras apoyo mis brazos sobre el muro.

El chico se sobresalta un poco cuando me escucha hablar; sin embargo, mantiene su  mirada perdida en la ciudad.

-Estabamos muy preocupados. Podrías haber llamado -digo, con cierto tono de reproche.

-¿Estabais? ¿O solo estaban? -dice, con un tono que no consigo descifrar, aunque parece insinuar que a mi no me importaba si él estaba desparecido.

-¿Qué quieres decir?

-Nada -dice, esquivando mi mirada mientras se baja del bordillo.

Su intención es marcharse, pero no pienso dejar que haga eso, asi que le agarro por un brazo y le obligo a hacerme frente.

-¿Acaso crees que no me importas? ¿Que me da lo más mínimo que estés desaparecido, que no haya ninguna señal de ti? Estás muy equivocado.

-No estoy tan seguro de eso. Solo tienes ojos para ese amigo tuyo, por lo menos desde los últimos meses.

Le suelto, mirandole incrédula.

-¡Eres un auténtico idiota Dean!¡Ha estado en coma por dos meses!

-Por lo menos él ha conseguido llamar tu atención.

Le miro con los ojos muy abiertos, sin terminar de creerme las palabras que salen de su boca. Este no es el Dean que conocía. Al parecer, no he sido la única que ha cambiado en todo este tiempo.

-¿Y a ti no se te ocurre otra forma de llamar mi atención que desaparecer y tener preocupado a todo el mundo? -digo, bajando la voz, hasta el punto de que es apenas un murmullo- A lo mejor no tendrías que hacer nada si simplemente dejaras de ser tan idiota. Tal vez así te dieras cuenta de que a pesar de todo me importas, y... Te quiero.

Veo la sorpresa en sus ojos cuando escucha mis palabras; sin embargo, cuando decide reaccionar, es demasiado tarde y ya estoy bajando las escaleras.

Una vez que mis pies tocan el asfalto de nuevo, saco el móvil, y marco el número de Mason. No tarda ni dos segundos en contestar.

-Le he encontrado. No os preocupéis, sigue igual de estúpido que siempre.

Cuelgo antes de que le de tiempo a decir nada más.

Camino hasta mi casa, donde me doy una ducha rápida y me cambio de ropa a algo más presentable que mi sudadera. Después, salgo camino del hospital, el único sitio en el que debería haber perdido mi tiempo hoy.

*************************

-Hey, no te esperaba de vuelta -dice Travis cuando abro la puerta de la habitación.

-Te dije que iba a volver -intento forzar una sonrisa.

Siento como el chico me perfora con su mirada. Sus ojos café me miran tan intensamente que llevo mi vista hacia otro lado, y decido sacar un tema de conversación, aunque no se cual. Solo algo para olvidar todo lo que ha pasado hace apenas una hora.

Cuando El Otoño LlegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora