Cuando El Otoño Llega

Capítulo 46: Elecciones

Miro al frente, barajando mis opciones. Mis ojos se aguan.

¿Qué debería hacer?

-Hey, no tienes por qué decidirlo ahora -me dice el chico sentado a mi lado, esbozando una sonrisa triste- Puedo esperar.

Le miro y rompo a llorar. No me lo merezco, es demasiado bueno, demasiado perfecto para mi. No hago mas que hacerle sufrir y él sigue a mi lado.

Me rodea con los brazos, atrayéndome hacia él, y yo escondo mi cabeza en su pecho. Pasa suavemente sus manos por mi cabeza, intentando tranquilizarme.

Ojalá pudiera parar el tiempo en este momento.

Sin embargo, no puedo. Y ahora ya no hay salida posible, ni forma de posponerlo. Ahora me toca elegir.

¿Travis o Dean?

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-¿En serio te dijo eso? -dice Hanna llevandose un cojín a la cara, emocionada.

-Si...

-¡Por qué es tan dulce! -exclama Val, tirandose para atrás en el sofá, chocando su cabeza contra la pared y provocando que todas riamos fuertemente.

-No lo se. ¿No sería más fácil si los dos fueran unos completos idiotas? -murmuro, suspirando.

-Bueno, hay uno que... -dice Pali, ganandose una colleja de Anna.

-Deja de confundirla, es su decisión -le dice con tono autoritario, como si fuera su madre.

-¡Eso lo dices porque tu quieres que se quede con Dean! -exclama la castaña, apartandose antes de que la otra pueda volver a darle.

Una noche antes de la boda, aquí estamos todas, reunidas en nuestro piso haciendo una especie de fiesta de pijamas. Incluso Anna cogió un avión para venir hasta aquí, aunque lo único que están haciendo es debatir sobre mi vida.

Y yo sigo sin tener ni idea de que hacer.

-Sin duda, tienes que elegir a Travis -dice Val, una vez recuperada del dolor- Ha estado ahí en todo momento, mientras que Dean no lo ha hecho. Por Dios, ¡mañana va a casarse con otra mujer! ¿No es eso motivo suficiente para ignorarle y seguir con tu vida?

-Pero Dean está obligado a casarse con esa bruja. Yo creo que deberías luchar por el Maddy, ¡erais la pareja perfecta!  Y está claro que el sigue enamorado de ti -dice Anna, llevandole la contraria.

-¿Y entonces que se supone que tiene que hacer Maddy? ¿Ser la amante en la sombra de ese matrimonio? ¡Claro que no! Te he visto llegar a casa todos los dias durante los dos últimos meses -dice Pali, señalándome con el dedo- No me digas que no has sido tan feliz en mucho tiempo.

-Pero si va y le demuestra que le quiere, él podría enfrentarse a su padre. ¡Sería tan romántico! -exclama Hanna.

Empiezan a discutir entre las cuatro, y yo solo me llevo las manos a la cabeza, confusa y mareada.

-¡Podeis callaros! -grita Claire, haciendo que todas enmudezcan de repente- Así solo la estais confundiendo más.

Las otras agachan la cabeza arrepentidas y murmuran unas disculpas. Me hace reir la forma en que la chica a logrado calmar a todas estas fieras.

-Muy bien. Maddy, olvidate de todo lo que han dicho. ¿Sabes a quién tienes que elegir? Al que quieras de verdad.

Asiento con la cabeza.

Genial, ahora solo me toca analizar mis sentimientos de nuevo.

-De todas formas -dice Hanna- Si decides ir a la boda, tengo un vestido perfecto para ti. Está en mi armario, en una funda gris en la que pone tu nombre.