Capitulo 8: Un plan

1K 75 2
                                    

Muerdo mis uñas en un acto nervioso mientras no paro de dar vueltas por el salón. Pali me mira con el ceño fruncido y con cara de pocos amigos:

-Madison, si no dejas de andar como loca de un lado para otro te voy a cortar las piernas -suelta mi amiga en un tono frustrado.

-Perdón, pero necesito moverme para pensar -contesto con un encogimiento de hombros, y después sigo andando.

Pensar. Pensar en un método para evitar encontrarme con Dean. ¿Por qué evitarle? Porque no voy a hablar con él, no se como voy a poder si quiera mirarlo a la cara.

Ha pasado tanto tiempo... Y aún así todo duele como el primer día. Y se que solo una mirada a esos ojos azules podría bastar para romperme entera.

-¿Y no puedes pasear en tu habitación? Me gustaría dormir -comenta Pali tumbada desde el sofá.

-¡No puedes dormir en un momento tan serio! -exclamo- ¡Tienes que ayudarme!

-Maddy, por el amor de dios, son las tres de la mañana -supira frotandose los ojos.

-¿Estás conmigo o no? -pregunto entrecerrando los ojos.

Una forma para evitar verle. Mi mente está en blanco, no se me ocurre absolutamente nada.

Bueno, a no ser que cambiarme de identidad, mudarme a otro continente y meterme bajo tierra durante diez años hasta que se olvide de mi, sea válido.

Queda descartada, me gusta mi nombre, no quiero cambiarlo.

No pensé que sería tan difícil encontrar la manera de evitar a una persona.

-Maddy, por favor, piensalo mañana. Vas a tener todo el día -suplica mi amiga, a la que enchufo con la linterna de mi móvil para evitar que se duerma.

-¿Es que acaso no es oído a tu hermano? ¡No queda tiempo! -exclamo.

Después de que Mason soltara la bomba, armé un caos. Empecé a gritar en un nuevo idioma que acabo de inventar, y hasta Travis se asustó, ya que salió de su casa para ver que pasaba.

Hablando de Travis, debería enchufarle a él también, creo que está tan callado porque se ha quedado dormido encima de la mesa.

Y no, no soy una loca psicopata que obliga a su vecino y a su amiga a quedarse despiertos hasta más de las tres de la madrugada para que la ayuden a idear un plan para evitar a su ex-novio.

Solo les obligo a hacerme apoyo moral. Sus ideas no me servirían, no saben pensar.

-¡Travis! -grito en su oído, provocando que salte y mire alarmado hacia todos los lados.

-¿Cómo se te ocurre gritarme de esa manera? ¡Estás loca! -exclama, ligeramente asustado.

-Eso haberlo pensado antes de presentarte en el ascensor -digo apuntandole con la linterna, y después sigo con mi paseo a través de la sala.

-Si llego a saber cuales son las consecuencias, ni se me habría pasado por la cabeza... -masculla, ganandose una mala mirada de mi parte.

Finalmente, a las cuatro de la mañana y porque se me empiezan a cerrar los ojos a mi también, les dejo quedarse dormidos en mi salón.

Eso sí, antes cierro bien la puerta de la entrada con cerrojo y les advierto de que no abran a nadie. Nunca.

Tal vez esté siendo un poquito exagerada. Solo es una charla. ¿Qué podría pasar?

Una imagen del mundo estallando aparece en mi cabeza. Si, quizás eso.

Me voy a la cama, dandole muchas vueltas a todos mis pensamientos. No tardo demasiado en quedarme dormida, ha sido un día agotador.

Cuando El Otoño LlegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora