Después de que Ari se fue de mi casa, le comenté a mi mamá que saldría con una chica, ella quedó un tanto sorprendida, no le di explicaciones, simplemente le comenté que saldría en la noche.
Ya se aproximaba la hora, así que me vestí lo más normal que pude, ni siquiera me peiné el cabello. Me miré en un espejo unas tres veces, no quería parecer el típico chico apuesto que sólo se arregla para una cita, sólo quiero lucir tal y como soy.
Pensé en Ari, en qué estaría haciendo, lo extraño un poco, anda rondando por mi cabeza de vez en cuando. Algún día tendré una cita con él, los dos solos, sin nadie más, y a ver que se me ocurriría hacer, me gusta cuando sostengo su fría mano, es algo placentero. O cuando lo miró sin que se de cuenta, eso es hermoso, jajá pero basta de mis cursilerias.
Después me fui a casa de Susie, aún no anochece, ella salió muy linda.
—Hola Dante.-Ella sonrió.-Que bien te vez.
—Wow, lo mismo digo sobre ti.-Le dije.- Entonces... ¿Adónde quieres ir?
—Pues no lo sé, la verdad sólo quería salir contigo.-Me dijo y soltó una risita.- Que tal si vamos al carbonero y nos comemos una hamburguesa.
—Genial, eso está muy bien.-Le dije, y nos fuimos caminando hacia allá.
En el camino no conversamos mucho, ella no paraba de mirarme, fue algo incómodo jajá. De ahí se acercó más hacia mí, y pues la evadía haciéndole platica, esa chica va con todo.
Llegamos al carbonero, nos sentamos y conversamos un rato, ya después pedimos algo.
—¿Desde hace cuánto eres amigo de Ari?-Me preguntó.
—Desde hace un año, no tiene mucho.-Cada que pronunciaba su nombre sentía algo en la pancita.
—Es increíble, él no se junta mucho con los chicos, es antisocial o algo así.
—Déjalo, entiendo sus razones, es parecido a mí.-Me miró.
—Tú eres lindo.-Se rió.
—Gracias, creo.
Bueno, el tiempo en aquel lugar no fue muy duradero, algo hacía falta, igual no la pasamos muy bien, eso hasta que después la lleve a su casa, creo que no fue la mejor opción, justo antes de que entrara a su casa, la vi muy decidida a algo.
—Bueno Dante.-Hizo una pausa.-Adiós.
—Adiós Susie.-Me acerqué para despedirme de ella dándole un beso en la mejilla, pero ella se acercó a mí más de la cuenta.-No puedo hacer esto.
Ella se quedó ahí mirándome.
—Yo... yo, lo siento Dante, no quería.-La noté nerviosa.
—No es eso, simplemente que no puedo, debemos ser amigos.-Recordé las palabras de Ari rondando por mi cabeza.
—¿Entonces como amigos?-Su expresión cambió.
—Sí, Susie, eres muy linda.-Di un respiro.-Peeeero, no podría salir contigo.
— ¿Por qué? ¿Te gusta alguien más?-Esas palabras estaban apunto de hacerme hablar.
—Eso es algo que no puedo decirte, no ahora.-Le dije.
—Entonces sí... te gusta alguien.-Suspiró.-Bueno por ahí hubieras empezado.
—Creo que no tengo nada que decir, no por ahora, fue una linda noche.-Le dije y me despedí de ella.
Entró a su casa, yo me fui para la mía.
¿Cuándo será el día en que Ari quiera confesarles la verdad a sus amigas? Tal vez tenga miedo, o se sienta nervioso, pero Ari es fuerte, quisiera saber que pasa dentro de esa mente suya, esa mente ha de guardar tantos secretos...
ESTÁS LEYENDO
Aristóteles y Dante descubren los secretos del universo (2da parte)
Hayran KurguYa se sabía que Ari y Dante sintieron algo más allá que una amistad, ahora veremos lo que podría pasar en la 2da parte. Ambos chicos juntos ante las adversidades que la vida les ponga en su camino. La historia de Aristóteles y Dante ni me pertenece...