En la mañana.

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Despertamos, fuimos por algo que comer, seguro aún queda carne seca que compramos ayer, eso espero.

Luego de nuestra desvelada, volvimos a la cama, Dante no se despegó de mí, y durmió abrazado  a mí toda la noche, se sintió bien, yo sólo acariciaba su cabello, por fin pude dormir, cuando desperté Dante seguía allí, que aguante tiene ese chico.

   —Ari, tal parece que si hay carne seca.-Me tendió un pedazo.

  —Menos mal, realmente sabe muy buena.-Le dí una mordida y miré a Dante, come de una forma un tanto divertida.

   —A veces me da miedo cuando me miras, eso no es normal Mendoza.-Se rió

  —¿No es normal sentir amor hacía ti Quintana?-Le dije.

   —No, recuerda Ari, SOMOS AMIGOS.-Lo recalcó.

  —Vamos, supera eso que te dije.-Él me ignoró.

Lo seguí mirando, pero ya no de una forma "normal" si no que ahora de manera acosadora, al momento en qué lo hice, él intentó ignorarme, pero no resistió, me paré junto de él y comencé a acariciarle su cabello, se puso nervioso, pude darme cuenta, luego le susurré al oído: ¿Entonces somos amigos? Él se movió tan chistoso, se retorció como si le hubiera besado el cuello o hecho cosquillas.

Luego de eso, le tomé su mano derecha, y entrelacé mis dedos con los suyos, él se apartó rápido, y eso me causo tanta risa, pero no lo manifesté.

   —Ari, ya basta.-Gritó, suena tan tierno. Nuevamente lo volví a mirar con una sonrisa acosadora en cara, él se volvió a poner nervioso.

  —Uy, que rayos contigo Dante, aun día estás todo cariñoso y al otro pareces una bestia.-Le dije y me dí la vuelta, no tardó él en agarrar mi hombre e intentar detenerme.

   —Espera, ya, dejemos estás cosas absurdas de lado.-Creo que va funcionando lo que planeé. ¿Sabes qué fue? jajá, exacto. NADA 

   —Mejor deja de hablar y besame.-Sonó como de telenovela mexicana, eso me causó mucha risa, razón por la cual sonreí.

Es como si esta vez, él hiciera lo que le dije, ya no fui yo esta vez, pero no dudo que fue totalmente hermoso, me gusta cuando me besa, se siente bien, algo difícil de explicar.

Más al rato, guardamos nuestras cosas, ya vamos de regreso, suena raro pero extraño a mis padres, no sé como sería mi vida sin ellos, sé que a veces son totalmente fastidiosos per muy en el fondo los aprecio, no sé que fuera de mí sin ellos, pues gracias a eso estoy aquí en gringolandia como dicen algunos mexicanos, no hubiera hecho buenas amistades como Susie y Gina, ni hubiera conocido al tipo más genial de la tierra, si, el tipo con él cual dormí todo este fin, él cual lo hago reír y sentir nervioso al mismo tiempo, el chico al que me gusta besar, jajá, todo eso y más. 

Pero es bueno darse un respiro de vez cuando.

Aristóteles y Dante descubren los secretos del universo (2da parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora