Ya casi viene la noche buena.

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Es medio día, salí a caminar un rato, vi el lugar tan común como siempre, hasta que de repente todo se volvió oscuro, y me encontraba en mi cuarto, ahí estaba Dante, pero él se salía y me dejaba solo, en ese momento las paredes comenzaban a juntarse, el cuarto se volvía más pequeño cada vez, sentí pánico y comencé a gritar.

  —Ari, relájate.-Abrí los ojos, vi a mi mamá sentada en mi cama.

  —¿Dónde estoy?-Estoy sudando, toqué mi frente y la siento caliente.

  —Seguro fue un mal sueño.-Me consoló ella.

  —Detesto las pesadillas, ¿Qué hora es?

  —Como cuatro y media, será mejor que descanses, te hará bien pequeño.-Me dio un beso en la mejilla.

Luego, desperté todo tenso, ahora tengo ojeras debajo de mis ojos.

No comí nada, sólo me salí directo para la casa de Dante, cuando el me vio puso cara de sorpresa.

  —No dormí muy bien.

  —¿Pesadillas?-Asentí.-Acercáte.

Eso hice, y él me dio un beso en la mejilla, según él para que me compusiera, a veces parece un niño, es un maldito tierno.

  —Dante, ¿Estás solo en casa?

 —Sí, ¿Quieres pasar?

  —Bueno.-Entré, pero no nos quedamos en la sala, si no que fue en su cuarto.

Yo cuando entré me senté en su cama, estoy cansado y su cama es suave, él se sentó al lado de mí, luego se me recargó.

 —Ari, nunca en la vida quiero separarme de ti.

  —¿Es enserio?

 —Sí, podría empezar a ponerme cursi si quiera.-Me reí.

  —A ver.

 —Bien.-Fingió toser.-Nunca podría aguantar estar lejos de ti, por que eres la persona que habita dentro de mi corazón, y qué está siempre en mi mente, Aristoteles Mendoza, yo te amo y te amaré hasta el fin de los años, o hasta que...-Lo interrumpí.

  —Basta, aunque no era tan empalagoso, basta, haces que me retuerza.-Lo abracé.-Eres un desgraciado, pero uno al que amor.-Le planté un beso con todas mis ganas, y el siguió, así que nos besamos, y nos seguimos besando, los dos acostados en su cama, yo quería seguir besándolo más, que esto no acabara jamás, besar a Dante Quintana es sin duda, uno de los mejores placeres del universo. 


Aristóteles y Dante descubren los secretos del universo (2da parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora