De repente, alguien se paró frente nosotros. Carraspeó un poco. Al ver que nosotros no hacíamos ni caso. Unas manos nos separaron. Entonces decidí mirar a ver quien era, me quedé sorprendida.
"Muy bien Carlota, acabas de cagarla", pensé.
-¡Oye! ¿Cómo te atreves a separarnos? ¿Quién te crees que eres? -dijo Fran, furioso.
-Es mi madre.
-Ehm.. Creo que.. Debo irme.. -dijo Fran con cara de susto.
-Ah no, tú no te vas a ningún lado guapo. -dijo echándole una mirada que fulminaba.
Jamás había visto a mi madre tan cabreada, era como un tomate de lo roja que se puso.
-¿Tú eres Fran? -preguntó mi madre con tono enfadado y arrugando la nariz.
-S-sí. -balbuceó Fran, mientras agachaba la cabeza.
-Pues ahora os vais a venir los dos conmigo a casa, que quiero hablar seriamente con vosotros, ¿oído?
-Cocina. -respondemos Fran y yo al unísono.
La seguimos hasta casa, ella iba delante de nosotros, andando con la cabeza bien alta. Fran y yo íbamos atrás, nos mirábamos de vez en cuando, nuestras miradas lo decían todo. A veces nos sonreiamos, pero mi madre nos miraba y se nos borraba la sonrisa del rostro.
De repente, mi madre se para en seco, se dio la vuelta, estaba super seria. Se mojó los labios y comenzó a reír, a carcajada suelta, como si fuera la primera vez en su vida que reía.
-¿Mamá? -pregunté arrugando el ceño y acercándome poco a poco a ella.
-Ay hija mía, que os habéis creído que estaba enfadada, que buena actriz soy. -dijo como pudo, mientras no paraba de reír.
Fran y yo nos miramos extrañados. Entonces, al acordarnos del susto que llevábamos comenzamos a reírnos nosotros también. Mi madre nos había gastado una broma, ¡que fuerte!
-Mamá, te odio.
No respondió, no pudo. Seguía riéndose y cada vez más, y como la conocía perfectamente, me acerqué a ella y comencé a hacerle cosquillas.
-¡No!.. Carlota.. ¡Para!... -dijo mi madre a la vez que se retorcía en el suelo. -¡Ya vale!... ¡AYYYYY!
Fran observaba la escena con una mirada divertida, de vez en cuando soltaba alguna que otra carcajada, también decía, "¡Parecéis dos niñas pequeñas!", y se reía. La verdad es que sí lo parecíamos, pero me gustaba.
-Te dejo ya, porque sino te meas encima. -dije levantando la ceja. -Ahí está mi venganza por la broma.
-Eres mala Carlota, muy mala. -dijo levantándose con la ayuda de Fran.
Fran nos miraba, con esos ojos preciosos, de color café.
Oh Carlota, te estás enamorando. No caigas, no caigas aún.
Vimos entrar a mi madre a casa y nosotros seguimos dando una vuelta. Íbamos callados, no sabíamos que decirnos, y fue Fran quien rompió el hielo.
-Bueno.. Parece que tu madre y tú os lleváis muy bien, ¿no? -dijo con una sonrisa ladeada.
Madre mía, que perfección de sonrisa, si escuchara mi pensamiento, se asustaría.
-Eh.. Sí, a la vez que es mi madre, es también mi mejor amiga, nos lo contamos todo, por eso ha sabido tu nombre y no se lo ha tomado peor. -dije mirando al cielo. -Si me ve con alguien que ella no conoce dándome un beso, me cuelga de la farola más alta de la ciudad, sin exagerar.
Dicho esto Fran rompió a reír.
¿Qué le parecerá tan gracioso?
-¿De qué te ríes? -dije seria.
-De la farola, lo has dicho en un tono muy gracioso. -dijo riéndose a más no poder. -Eres muy graciosa, Carlota.
Awwww, un día de estos me lo como, con patatas.
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Hermanos desconocidos
Teen FictionUna chica llamada Carlota, se va a un campamento de verano con su amiga Lluvia. Allí, se encuentra con el chico que conoció en una fiesta. Los dos se enamoraron al verse, pero.. No saben las aventuras que les esperan. ¡No os lo perdáis!