Fran y yo nos quedamos mirándonos durante unos segundos. Hasta que llegaron Lluvia y Marcos.
-Uy, uy, uy.. ¿Molestamos? -dijo Lluvia levantando una ceja.
-Sí. -bromeé casi riéndome.
-Pues me voy, hasta luego graciosa, a la próxima te piensas las palabras que dices. -dijo Lluvia, yéndose.
-¡No Lluvia, espera! -dije desesperada detrás de ella. -Era solo una broma..
Cuando vi que se había ido y no pude alcanzarla volví con los chicos. Triste.
-¿Estás bien? -preguntó Fran.
-No.. No estoy muy bien.. -dije mientras se me escapaba una lágrima.
-Ven aquí anda.
Fran me abrazó, me abrazó tan fuerte que de repente, se me fue la tristeza y sentí tranquilidad, mucha tranquilidad.
-Tortolitos, yo voy a buscar a Lluvia, quedaos aquí y no os movais, yo volveré enseguida. -dijo Marcos serio.
-Sí mamá. -dijo Fran entre risas.
Marcos se fue, entonces, Fran y yo nos quedamos solos. Estuvimos hablando durante veinte minutos, tanto de mis gustos como de los suyos. De repente estábamos más cerca que antes. Poco a poco íbamos acercándonos. Nuestros labios estaban a punto de juntarse cuando alguien nos interrumpe. Era Marcos.
-Carlota. -dijo fatigado.
-¿Qué pasa? -dije asustada. -¿Está Lluvia bien?
-Sí, está bien, o eso creo, porque no la he encontrado..
-Oh, no pasa nada.. -dije entristecida.
En ese mismo instante, me dio por mirar la hora. Era la 1:28. ¡Madre mía! No me daba tiempo a volver ni de broma. Así que, decidí llamar a mi madre, pero antes, me despedí de los chicos. Les di mi número a los dos y me fui. Estando fuera, abrí mi bolso y me dispuse a buscar mi móvil, con la sorpresa de que me lo había dejado en mi habitación, con la emoción se me había olvidado cogerlo. "¡Mierda!", pensé. Salí corriendo lo más rápido que pude hacia mi casa. Llegué en 5 minutos. "Mi madre me matará nada más entre por la puerta", pensé. Volví a abrir mi bolso para coger las llaves, pero.. ¡Tampoco estaban! Madre mía, ¿y ahora qué? Llamé al timbre, pero nadie me respondía, mi madre seguro que se había quedado durmiendo. Aporreé la puerta con la intención de que mi madre despertara, pero nada.
Me había quedado en la calle. No tenía a donde ir. Sólo tenía ganas de llorar, por lo que me puse a hacerlo. De repente, cuando tenía la cara tapada, noté como alguien se sentaba a mi lado y me abrazaba.-Hola Carlota. -dijo.
-Hola Fran.. ¿Me has seguido? -dije con la cara tapada aún.
-Sí, lo siento.. -dijo Fran agachando la mirada. -Me quedé preocupado, porque te vi salir corriendo, así que decidí seguirte hasta tu casa para saber que llegarías a tu casa sana y salva, pero al ver que no has podido entrar pues.. Aquí me quedaré contigo, si no soy molestia claro..
-No tranquilo, me siento muy agusto a tu lado.. ¿Te puedo abrazar?
-Claro. -se levantó. -Ven.
Me levanté y lo abracé con todas mis fuerzas. Lloré. Lloré como nunca había llorado. Esa misma noche había discutido con mi mejor amiga y me había quedado en la calle, pero.. No hay mal que por bien no venga, estaba abrazada a un chico guapísimo. De repente, nos separamos del abrazo, pero estábamos muy cerca. Fuimos acercándonos cada vez más, y más..
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Hermanos desconocidos
Ficção AdolescenteUna chica llamada Carlota, se va a un campamento de verano con su amiga Lluvia. Allí, se encuentra con el chico que conoció en una fiesta. Los dos se enamoraron al verse, pero.. No saben las aventuras que les esperan. ¡No os lo perdáis!