Fui hacia mi casa, ya que tenía que preparar las camas para cuando Lluvia llegara.
Entré y me encontré a mi madre tumbada en el sofá, con algo en la mano. Fui corriendo hacia ella.
-¡Mamá, mamá! -la zarandeé. -¿Qué te pasa? ¡Responde!
Mi madre no respondía, estaba inconsciente, por lo que decidí llamar a la ambulancia.
Jamás había estado tan nerviosa, no atinaba para marcar los números, no me salía la voz y tuve que realizar dos o tres llamadas, jamás había vivido esta situación. Cuando porfín conseguí llamar, mientras estaban de camino miré que es lo que mi madre tenía en las manos.
Lo leí y eran pastillas antidepresivas. Había tomado una gran cantidad de pastillas porque el bote estaba casi vacío.
Mamá por qué haces esto...
Al rato llamaron al timbre, fui corriendo a abrir pensando que era la ambulancia, pero al abrir la puerta vi que era Lluvia, llevaba consigo la mochila con el pijama y dos tarrinas de helado.
-Tía me has abandonado. -dijo ofendida.
-No estoy para tonterías Lluvia. -lloré y la abracé.
-¿Carlota, qué pasa? -dijo asustada. -Responde por favor, me estás asustando.
-Está la ambulancia de camino. -me limpié las lágrimas señalando a mi madre.
-¡¿Pero... Qué?! -corrió hacia mi madre. -¡¿Qué ha hecho?!
-Ha tomado demasiadas pastillas... Antidepresivas... -comencé a llorar, esta vez mucho más fuerte que antes.
Lluvia se acercó a mí y me abrazó lo más fuerte que pudo. Y de vez en cuando me susurraba "tranquila cielo, todo saldrá bien".
Esas palabras me transmitían tranquilidad, a veces Lluvia sabía como consolarme cuando el mundo se me caía encima, y creerme, lo conseguía.
De repente, llaman al timbre.
Lluvia y yo salimos corriendo hacia la puerta y abrimos. La ambulancia había llegado. Nos preguntaron donde se hallaba la víctima. Al decírselo fueron a por mi madre y la tumbaron en una especie de camilla y en un santiamén nos encontrábamos Lluvia, mi madre y yo dentro de la ambulancia de camino al hospital. Esta noche sería una noche muy larga y de muchas emociones.
Una vez que llegamos al hospital, los médicos nos dijeron que esperaramos en la sala de espera mientras le hacían un lavado de estómago a mi madre. No era una operación de vida o muerte, pero yo estaba muy asustada. Miles de preguntas rondaban por mi cabeza.
¿Por qué mi madre está depresiva?
¿Por qué se ha intentado suicidar?
¿Quién le causa todo este daño?Tras dos horas de espera, un médico se acerca a la sala de espera.
-¿Familiares de Marina Fernández?
Lluvia y yo nos levantamos automáticamente al oír el nombre.
-¡Aquí! -dijimos Lluvia y yo al unísono.
-Bueno chicas, todo ha salido bien, ¿vale? Marina está descansando, está aún dormida, pero podéis verla. -esto me hizo respirar aliviada.
-Gracias señor, iremos a verla pues.
Cuando el médico se fue, nos dirigimos hacia la habitación donde se encontraba mi madre. La 245.
Entramos y mi madre estaba en la cama del fondo, dormida, con una respiración un poco agitada, pero tenía buena cara.
-Lluvia, si quieres puedes irte a casa, yo voy a quedarme con mi madre toda la noche.
-¡Ah no! De eso nada, me quedo contigo. -sonrió. -No pienso dejarte sola en estos momentos.
Esto era lo que quería oír. Después de todos nuestros piques, Lluvia tiene su corazoncito. Tengo a la mejor amiga del mundo.
Pasamos la noche entera las dos tumbadas en el mismo sillón. De vez en cuando mi madre se ponía a toser, entonces teníamos que llamar a un médico para que la colocara en otra posición.
A la mañana siguiente desperté la primera, con mucho dolor de espalda por estar en mala posición. Me acerqué a ver como estaba mi madre. Le estaba acariciando la cara cuando de repente abrió los ojos.
-¿Dónde... estoy? -dijo aturdida mirando para todos lados.
-Estás en el hospital. -dije mirándola muy seria. -Creo que tienes varias cosas que contarme.
Me miró con cara de tristeza, pero en ese momento no me valía. Estaba muy feliz de que hubiera despertado, pero estaba también muy cabreada porque no me había contado nada de su depresión. Tenía muchas dudas que resolver...
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Hermanos desconocidos
Novela JuvenilUna chica llamada Carlota, se va a un campamento de verano con su amiga Lluvia. Allí, se encuentra con el chico que conoció en una fiesta. Los dos se enamoraron al verse, pero.. No saben las aventuras que les esperan. ¡No os lo perdáis!