Hermanos desconocidos

Capítulo 22 - Lluvia destrozada.

Narra Carlota.

Decido volver a mi casa ya que por allí no tenía nada que hacer cuando de repente, alguien me llama.

-¡Carlota!

Como me suena esa voz...

¡Claro que te suena tontita, ¡es Lluvia!

Agh, ya me di cuenta conciencia dichosa.

Me doy la vuelta y me encuentro con una Lluvia llena de tristeza.

-¡Lluvia! -la abrazo. -¿Qué ha pasado?

Cuando me separo del abrazo le limpio las lágrimas con mis pulgares.

-Cuéntame hermana. -le digo mientras nos sentamos en el césped.

Sí, en el césped, me he encontrado a Lluvia en el parque.

-Pues... -hace una pausa mientras se sorbe los mocos. -He terminado con Marcos.

Espera, ¡¿QUÉ?!

-¿Cómo que has terminado con él? -abro los ojos como platos.

-Sí... -rompe a llorar como una niña pequeña.

-Cuéntame anda... -le digo consolandole.

Flashback.

-Marcos, voy a entrar un momento al baño, ¿vale? -digo mientras doy pequeños saltitos.

-Está bien, ¡pero date prisa!

¿UI? Piensa que soy una tardona, pues va a enterarse de que las mujeres también podemos tardar cinco minutos, jum.

Entro corriendo al aseo y entro al primer baño que se pone en mi camino.

En dos minutos estaba fuera.

Já. Marcos, te vas a quedar con la boca abierta y te comerás tus palabras.

Voy hacia donde me estaba esperando, cuando de repente me quedo paralizada, y mi boca cae al suelo de tanto que se ha abierto.

¿Saben por qué? Pues porque Marcos se está besando con otra. Sí, Marcos, MI novio.

No puede ser... Mi corazón se partió en mil pedazos al ver aquella escena, qué razón tenía yo de pequeña, ¡nunca me enamoraría porque los hombres son malos!

Me acerco hasta ellos bastante enfadada.

-¿Interrumpo algo? -digo, llamando la atención de Marcos, el cuál me mira aterrorizado.

-No... -contesta Marcos.

-Sí. -contesta aquella "putaguarracerda". -¿No ves que estábamos besándonos tan tranquilos? -dice con arrogancia.

-Oh perdona niñata, este chico es mi novio.

-¿Ah sí? Mmm... -puso una mano en su barbilla. -Estaba muy agusto besándome.