Capítulo 8.

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Capítulo 8

"Solo el amor podría doler así" – Beautiful Burn

-¡Dame algo de agua! –mis manos ya duelen por golpear tanto la puerta de madera. Soy empujada hacia atrás cuando alguien abre la puerta de golpe. Un hombre enorme, realmente enorme, me gruñe a la cara dejando una bandeja con comida en la cómoda y dejándose caer en una silla a mi lado. Miro la comida encontrándome con una hamburguesa, papas francesas, una botella de agua y una de limonada. – Siento haberte molestado –resopla concentrándose en su celular, pero tal vez a olvidado que toda mi vida he tratado con hombres como él y se cómo llegar a ellos. – ¿Ya comiste? No me importaría compartir algo de esto contigo.

Frunce profundamente el ceño genuinamente confundido.

-Hablas en serio, mujer.

Asiento sonriéndole amablemente y la mirada en sus ojos me hace preguntarme si es cierto eso que dijo Georgia sobre que con solo sonreír enamoro a todo el mundo.

Una hora más tarde y la comida completamente terminada Ron, el gigante gruñón, me ha contado toda su vida.

Tiene 30 años y ha amado a la misma mujer toda su vida, más específicamente desde los 10, cuando ella nació. Pero a pesar de todo nunca han estado juntos. Él la desfloro cuando ella tenía 15 y el 25 y nada más ha pasado desde entonces, hasta hace seis meses que después de ponerse borracho hasta el culo fue, la busco y él despertó entre sus piernas sin recordar nada. Ella no le ha vuelto a hablar hasta hace dos meses cuando llorando y completamente histérica lo acuso de dejarla en cinta. Y ahora él no sabe qué hacer.

-Creo que deberías poner todo sobre la mesa y ver qué sucede.

El asiente repetidas veces sacando su celular.

-La llamare ahora. La recogeré y hablaremos y le guste o no me involucrare con ese bebé.

Le sonrío tocando su hombro.

-Muchas gracias y perdón, pero tengo que encerrarte de nuevo. Hare que te traigan agua periódicamente.

Asiento sonriéndole haciendo que sepa que está bien.

(...)

-Cariño –abro los ojos lentamente para encontrarme con un sonriente John.

-Hola –susurro medio sonriendo medio volviéndome a quedar dormida.

(...)

El molesto murmullo me despierta solo para decepcionarme dándome cuenta de que no estoy con John. Sigo en el cuarto de La Legión.

No me voy a desesperar. He estado en esta situación antes y sé que todo es mejor si respiras profundo y te relajas.

Mi teléfono está a mi lado, obviamente, sin tarjeta sim. Idiotas, por lo menos puedo pasar mis siguientes horas en cautiverio apreciando las fotos que nos tomamos hace poco John y yo.

Se me llevan los ojos de lágrimas al apreciar la foto de John riendo mostrando todos sus perfectos dientes con la cabeza hacia atrás y medio pecho expuesto.

Ron se deja caer en la cama junto a mí suspirando y pasándose las manos por el rostro con evidente frustración.

-¿Todo fue bien?

-Y una mierda. ¿Te imaginas que me dijo? "¿Por qué dejaría que te involucraras en mi vida cuando una y otra vez me has demostrado que tu club esta por en sima de mí?" ¿Qué miera significa eso?

Me acuesto de costado mirándolo a los ojos.

-Creíste que ella ya sabía cuánto la amabas así que no te preocupaste en seguirle enseñando lo importante que es para ti.

Hell's AngellsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora