Capítulo 17

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Capítulo 17.

"¿Qué pasan cuando se abrazan el amor y la muerte? ¿Se muere el amor? ¿O se enamora la muerte? Tal vez la muerte moriría enamorada y el amor amaría hasta la muerte."


                  

Nos dirigíamos al club después de que el doctor diera de alta definitiva a mi papá y mi tío. Claque que mi padre había traído a Ronda, la linda enfermera, con él. Que estaba realmente bien para mí. Ahora no era yo quien lo cuidaría. Entre Deacon y el bebé dentro de mí ya tenía las manos llenas. Y sinceramente estoy un poco asustada con Marlín entrando en parto y queriéndome allí. 

Hace unos días Deacon tuvo su primera pelea en la escuela. Tuve que ir a hablar con el director, pero dejo el tema cuando mi hermano y Jackson llegaron y se sentaron pacíficamente. Yo también lo hubiera dejado después de que mi hermano saco su enorme cuchillo de casa. Realmente peleo por una estupidez. Una chica.

Bastante linda en realidad. Cabello como el bronce y unos ojos grises impresionantes y honestamente me recuerda a alguien, pero no estoy segura. Es un año más chica que él y me ofrecí a hablar con sus padres después del golpe que recibió por tratar de detener la pelea, pero casi sale corriendo cuando vio a mi hermano y a Jackson. Y los padres del otro chico ni siquiera dieron la cara. Bastante raro de verdad, si me lo preguntan a mí.

Cuando llegamos al club en el patio trasero ya está dispuesta una enorme barbacoa en el patio trasero. Los miembros que se quedaron están aquí y todas las damas también. Los niños corretean y las chicas ríen y platican. Mi padre presenta oficialmente a Ronda y las chicas la acogen de enseguida. Esto es bueno. La comida es buena. La compañía es excelente, la bebida fluye. Deacon está conversando con los chicos de su edad y algunos otros prospectos. América corretea junto a Rony y los demás niños de su edad. Dirijo mi mirada por todo el lugar para encontrarme con Marlín sentada cerca de la puerta con el ceño fruncido y sobándose el vientre.

Me acerco a ella sentándome en la silla plegable que está a su lado.

-Hola –le digo colocando una mano en la cima de su barriga.

-Hola –contesta. –Los dolores comenzaron, pero son lentos y no tan fuertes. Mi médico dice que no hay nada de qué preocuparse hasta que se rompa mi fuente o los dolores sean constantes.

-Eso está bien. ¿Estás dilatada?

-Tres centímetros –dice colocándose las manos debajo de la inmensa barriga. –De seguro te preguntas porqué quiero que estés presente. –asiento. –Cargas a su hermano o hermana. Su padre te ama.

-¿Puedo preguntante algo? –le digo colocando las manos en los brazos de la silla y cruzando las piernas. Asiente. -¿De verdad lo amaste?

Se ríe un poco.

-Lo hice. No como se supone que es el amor verdadero, pero sí. Tuve un amor verdadero. –lo último lo susurra.

-¿Qué paso?

-Mi padre. –Suspira profundamente.- No me malinterpretes. No me obligo a nada, pero yo sabía que eso era lo que él deseaba. Mo era un chico extravagante ni rudo ni nada. Era un chico normal. Creí que me esperaría. Se suponía que después de un año dejaría a John e huiríamos juntos. Cuando estaba a punto de llevar al sitio de encuentro... -se le quiebra la voz y las lágrimas comienzan a deslizarse por el rostro.- Vi cómo le estallaba una llanta a su camioneta y como se voltio unas tres veces. Murió al instante. Creí que moriría junto a él, pero no tuve tanta suerte.

Hell's AngellsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora