Hell's Angells

Capítulo 10

Capítulo 10

"Fuimos el amor perfecto en el momento equivocado"

A mitad de la película "Lolita" John ya está besándome el cuello y lamiendo mi hombro. Me rio y me sacudo tratando que me deje en paz, pero se empeña más en ello chupando con fuerza.

-No puedes esperar que vea una película de sexo y no me encienda, nena –susurra contra mi cuello.

-No lo haremos, John.

Gruñe, pero sigue besándome.

-Seam estará aquí a las cinco. Está preocupado de que hayas hecho la sutura mal.

Asiento comiendo más papas fritas. A decir verdad, la resaca se ha ido, pero estoy sinceramente preocupada por que las puntadas de John se abran. Es mejor esperar hasta que Seam verifique su herida.

-El consejo va a llamarte para que te defiendas –susurra en el hueco de mi cuello.

-No sé de qué tengo que defenderme. –lo empujo fuera de mi cuello para poder mirarle a la cara. –De cuidarte como ella no pudo. De darte lo que ella jamás te dio. De cuidar al club entero como era su trabajo y no lo hizo. Pues para mí eso está claro.

-Ella también ira. Se defenderá también. Pero recuerda que todo lo que hacemos es por el bien del club. Y nada más.

Me encojo de hombro y lo miro a la cara.

-¿Y a quien defiendes tú?

Se ríe y niega con la cabeza, pero no responde, de pronto, muy interesado en la película. Me acurruco más en el dejando que el tema pase. Pero no puedo negar que estoy caliente por la forma en que me está sobando mi monte de venus por encima de la bata de seda. Me empujo más contra él meciendo mi entrepierna contra su mano.  Ahora también me está besando el hombro deslizando mi bata hasta que mis pechos están expuestos.

-Hace mucho que no tenemos sexo –susurra subiendo por la curva de mi cuello. –Y un poco aliviaría tu resaca.

-No es eso –susurro montándome a horcajadas sobre él. Frunce el ceño, pero ya es demasiado tarde. Estoy caliente por mi hombre. Comienzo a moverme contra él disfrutando de la fricción de sus pantalones de pana contra mi desnudez. -¿Y si tus puntadas se abren?

-Si eso pasa Seam estará aquí a punto para que me cure.

Sigo restregándome contra él. Me quita la bata pasando sus callosas manos por toda mi sensible piel y es la mejor sensación de la vida.

-Hace mucho que nadie nos mira –susurro besando sus labios con ligereza.

No dice nada, se limita a acercarme más a él. Mis sensibles pechos contras sus marcados y duros pectorales. Le beso el cuello una y otra vez.

-Iré por alguien al bar –le susurro bajando por sus definidas abdominales.

-No. Esperaremos a que Seam llegue.

Lo miro frunciendo el ceño sentándome recta. ¿De qué coño habla? Crecí correteando junto a Seam, los gemelos, mi hermano y mi prima. Todos somos como hermanos. Eso sería muy raro.

-Escucha –me toma por los brazos acercándonos cara a cara. –El consejo está muy complacido contigo, solo queda algo que cumplir.

No entiendo que está diciendo.

-Tengo que cogerte delante de algunos hermanos. Solo una vez. Marlín nunca lo quiso cumplir. Es para demostrar que confías plenamente ellos. Y que Seam nos mire esta vez te servirá para ensayar. Acostumbrarte a la idea.