Capítulo 20

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Capítulo 20.

"Esperar duele. Olvidar duele. Pero el peor de todos los sufrimientos es no saber qué decisión tomar"

                  

No he visto a Mad desde lo que paso ayer en el despacho de mi papá y lo veré en unos minutos para a la reunión con el policía. Bajo las escaleras y me sorprendo al encontrar a Deacon sentado frente al televisor con una linda chica bajo el brazo.  

-¿No se supone que debes estar en la escuela? –me paro frente a él cruzándome de brazos.

-Salimos antes –levanto las cejas cuestionado y él suspira. –Linda, ella es la novia de mi hermano es como mi madre. Adele, ella es Linda, una compañera de la escuela.

La chica me sonríe radiante y le regreso la sonrisa. Antes de que alguien pueda decir algo más una gran mano me toma por el brazo y me jala. Deacon frunce el ceño, pero le sonrió para calmarlo.

-Nos tenemos que ir –dice la profunda voz de Mad. Pongo los ojos en blanco y dejo que me arrastre hasta la camioneta. No lo miro ni cuando enciende la camioneta o cuando arranca. Lo escucho reír, pero lo ignoro. –Me sorprendes.

Lo ignoro mirando por la venta y se vuelve a reír.

-Cállate.

-Imposible ya que tengo que darte instrucciones sobre qué hacer. –pongo los ojos en blanco  y espero a que hable. –Pero no lo hare hasta que me mires.

Me encojo de hombros. Pues que no me diga entonces.

-Esto no es sobre ti o sobre mí siendo un idiota así que mírame y hablemos sobre los negocios del club y hablares de nuestros negocios más tarde.

Al fin lo miro y me molesto al ver su inmensa sonrisa. Imbécil.

-No hablaremos de nada después porque no hay nada nuestro. Ni siquiera de negocios.

Se vuelve a reír.

-Le vas a decir a ese hombre que Georgia no ha podido ir porque tu hermano comienza a sospechar. No me importa de que más mierdas hables, pero quiero que te asegures de dejar en claro que no hay ninguna pista en nuestra contra y que tú te asegures que él no tiene nada.

-Bien –me limito y miro al frente. –Pero me supongo que no me dirás que fue lo que paso con los chicos.

-Siempre supe que eras lista –comenta estacionándose en el estacionamiento del restaurante. Vemos al policía sentado en la terraza hablando con la mesera.

-No sé por qué no.

-¿Recuerdas? Club, luego nosotros.

-No hay ningún nosotros –gruño mientras bajo azotando la puerta. Lo escucho reír adentro de la camioneta. Cuando el policía me ve de inmediato se pone de pie y me ayuda sentarme frente a él.

-Me alegra de que West este reconsiderando las cosas. Fue un buen trato el que le ofrecimos.

-Buena ella realmente tiene miedo que lo que les dio no sea suficiente para tenerlos lejos de ella por un rato.

Lo veo fruncir el ceño y me preocupa haberla cagado.

-Ella realmente no me dio nada útil. Me supongo que te envió ya que eres más unida al club. –suspiro aliviada y por la mirada en su cara rápidamente me pongo las manos en la barriga culpando al embarazo.

-¿Qué te dio exactamente? –le pregunto solo pidiendo un vaso de agua a la camarera. Miro hacia el estacionamiento y puedo ver a Mad fumando sentado en la banca de espera.

Hell's AngellsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora