Capítulo 21
"También habría que pedir perdón por todo lo que no se dice"
Jaloneo mi brazo del agarre de Mad mientras subimos las escaleras a mi cuarto, pero de nada sirve. Gruño y al fin me libero cuando llegamos a la puerta de mi cuarto.
-Deja de comportarte como si fueras mi superior en este club.
-Cállate –gruñe empujándome dentro del cuarto y cerrando la puerta. Ni siquiera me molesto en ver si puedo abrirla.
Que se pudran todos en este estúpido club. Cuando las cosas estén listas en casa me voy a alejar de aquí tan rápido como un corre caminos. Y pienso llevarme a mi bebé, Deacon y Georgia conmigo. Y los demás que se pudran.
Me recuesto en mi cama mirando en techo sobando mi barriga hinchada en círculos.
(...)
La puerta del despacho de mi padre está cerrada y puedo escuchar una serie de cuchicheos desde dentro. No sé quiénes son ni que están diciendo, pero puedo asegurad que mi padre, mi hermano y Mad están allí dentro. No los he visto desde el desayuno. Se supone que nos vamos en una hora. Mi bolsa de viaje ya está en la sala esperando para salid. La bolsa de Deacon también espera y desde que termino el desayuno está hablando por teléfono. Algo dentro de mí me dice que es con Linda.
Coloco la mano en la puerta y esta se abre con lentitud y solo un poco. No quiero tentar a mi suerte. Solo puedo ver a alguien de espalda. Es un hombre bastante alto y musculoso con cabello cobrizo. El hombre gira su rostro a la derecha para mirar a alguien y me sorprende la expresión dura grabada en su cara. Pero me sorprende más ver que es Cock.
Empujo la puerta el resto del camino. Todos los presentes dentro de la habitación se quedan quietos mirándome mientras empujo a cada uno de los chicos que acaban de llegar de la carretera. Entre ellos debe de estar John, pero no puedo verlo.
-¿Dónde está? –miro a Cock poniéndome las manos en el vientre. –Quiero mandarlo a la mierda viéndolo a los ojos.
Cock frunce el entrecejo mirando fijamente mi vientre hinchado. Espero su respuesta pero ni él ni nadie habla. Las manos de Mad me toman por los hombros jalándome hacia él. Me sacudo liberándome de su agarre. ¿Qué le pasa?
-Cariño, espera en la sala y en un minuto saldrán. –me dice mi padre desde su posición detrás de su escritorio.
Aprieto los puños con fuerza.
-¿Dónde está?
Nadie dice nada, pero no pienso moverme de aquí hasta sabes dónde está el hijo de puta. Mi hermano me toma por el brazo y me trata de jalar fuera de la habitación.
-Recuerda que no te debes alterar. –me jala de nuevo, pero libero mi brazo y le doy un empujón.
-¿Por qué me tendría que alterar? Solo tienen que decirme donde está su mentiroso y traicionera culo para votarlo.
Algunos de los chicos han empezado a abandonar la habitación y los que no solo fingen no escuchar y estar concentrados en cualquier otra cosa.
-No puedes –dice Cock mirándome fijamente a los ojos. ¿Qué mierda? Yo hago lo que se me viene en gana y ya deberían estar familiarizados con eso. Frunzo el ceño y cruzo los brazos sobre mi vientre esperando una buena justificación. –Porque algo salió mal en México. –me tenso, pero trato de relajarme respirando hondo. –Mi hermana no estaba en la ubicación –siento mi cuerpo tambalear y honestamente no tengo ni idea de quien me sostiene para mantenerme estable.
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Hell's Angells
RomansaCuando mi madre murió creí que mi vida había acabado. Huí dejando a mi familia detrás y al que yo creí el amor de mi vida, pero resulta que cuando esto paso mi vida apenas comenzó. Lo conocí y me importo una mierda cualquier cosa que se pudiera i...