Capítulo 29.

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Capítulo 29.

"Sé que quisiste quererme, aunque nunca lo hicieras y siempre fingieras que podías querer"

Dos años después.

John.

El sol le lleno el rostro por completo causando una ligera y agradable sensación de calor. Se puso los lentes de sol y después el pesado chaleco de cuero. Su moto ya lo esperaba. Era la primera en la alineación. La moto de Cock era la siguiente a su izquierda. Todos los hermanos se abrazaron con fuerza dándose unas cuantas palmadas en la espalda.

-Hermano –Cock lo sostenía por los lados de la cara. –Nos alegra que al fin estés afuera para ocuparte del club.

John se limitó a asentir y acomodarse en su moto.

-Cuéntenme las mierdas.

-Todo va sobre ruedas con los mexicanos y los negros. En todas las filiales. Tenemos un poco de problemas con los rusos así que es increíble que estés fuera.

-¿Qué problemas? –John saco un cigarro y comenzó a fumar.

-Los dioses del diablo están tratando de robarnos el negocio de la costa este. Fue su presidente el que entro en casa de Adele. –John se limitó a asentir esperando que continuase. –Hablamos con él. No pudimos cargárnoslo. No si queremos evitar una guerra y ahora no lo necesitamos si no tenemos a los Rusos de nuestro lado.

John se acomodó para montar en su moto.

-Terminares esta plática en misa.

-¿Jefe? -John asintió esperando que continuara. –Hablo por todos cuando te pregunto si te vas a cambiar a la filial de Virginia. Sigues siendo el presidente nacional. No queremos a nadie más. Pero, la gente de California está inquieta su VP y su Pres no han vuelto en cuatro años.

John se rió negando con la cabeza. Termino el resto de su cigarro y lo lanzo al pavimento. Después dio gas y se incorporó a la carretera con todos sus hermanos en alineación. Cock a su izquierda y su hermano Dog a su derecha. Volví a montar después de tres años. El aire cálido golpeaba su rostro y se dio cuenta de lo que realmente era la vida. Era jodidamente hacer lo que se te hinchen los cojones.

(...)

Los hermanos guardaron silencio y respeto a su presidente nacional que se erguía delante de ellos más enorme y aterrador que nunca. Su cabello ya no era largo. Estaba corto al estilo militar. Su mirada siempre había sido dura y no había dejado de serlo, pero ahora tenía cierto toque de compasión. Eso pasa cuando tienes tres hijos y te preguntas si te gustaría que otro carbón les hiciera lo que tú estas a punto de hacerle a alguien más.

-Me alegra estár de vuelta con ustedes hermanos. Y estoy agradecido de que cuidaran de mi familia de la manera en que lo hicieron.

-Yo quisiera haber cuidado de Adele como algunos lo hicieron. –se escuchó desde atrás seguido de unas risitas. Al ver la cara de John todos se quedaron en silencio de inmediato.

-¿Disculpa? -John le hizo una señal a Cock que levanto al culpable de la broma y lo llevo hasta el frente. -¿Cómo te llamas, hermano?

-Tiny. –John solo lo miro a la espera de una explicación. –Bueno, no es un hermano, pero se dice que Mad y ella están en una clase de relación desde hace un año o así.

John se rió y le dio un fuerte puñetazo a Tiny en un costado del rostro.

-¿Se dice? –Tiny asintió sosteniéndose el lado del rostro donde John lo había pegado. -¿Qué somos un montón de coños rumoreando mierdas? -Él hermano simplemente negó con la cabeza. -¿Por qué no vas a limpiar las motos afuera a ver que más escuchas?

Hell's AngellsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora