Capítulo 32."Ten en cuenta que las personas cambian, su pasado no." Hush, Hush.
Gimo mientras me deslizo en la polla de John y echo la cabeza hacia atrás. Las manos de él me aprietan con fuerza las caderas mientras gruñe.
-Esto no es buena idea –comenta entrando de golpe en mí causando que grite. Me río y niego con la cabeza moviéndome más deprisa.
Y tal vez él tenga razón, pero ya es tarde para decirlo. Digo, es su erección matutina. Y ya llevamos un tiempo sin que él se pueda venir.
-Vamos, cariño –gimoteo ya un poco irritada después de tres orgasmos.
Gruñe con fuerza y nos gira con fuerza saliendo de mí. Me pone sobre mis rodillas y presiona mi pecho contra el colchón. Vuelve a entrar en mí con fuerza y gimo arqueándome. Al fin lo siento sacudirse dentro de mí y mi canal lo aprieta listo para otro orgasmo.
La mano de John aprieta con fuerza mi cuello y se queda quieto dentro de mí mientras ambos nos corremos. Cae con pesadez a mi lado y me toma del cuello acercando mi rostro al mío.
-No lo vuelvas a hacer –se queja besándome.
Me río y las sabanas son colocados rápidamente sobre mi cuerpo. La puerta de nuestra habitación se abre y Catalina grita.
-Es navidad. –me río, pero mantengo mis ojos cerrados. Escucho sus pasos y puedo sentir su mirada fija en mi cara. –Mami, es navidad –susurra.
-Bu –le digo abriendo los ojos. Grita y me abraza.
John se ríe y la carga sentándola en la cama entre nosotros.
Le hace cosquillas en la barriga y ella chilla de júbilo y agita las manos y pies. La puerta se abre y Deacon aparece tras ella. Apunta a Catalina y le señala que valla con él. Ella lo hace de inmediato.
-Bajaremos en seguida. –yo también la apunto haciendo que se ría. –No abras lo que trajo Santa Claus sin mí.
Asiente y corre escaleras abajo. Me estiro perezosamente gimiendo en el proceso y me siento en la cama alcanzando mi ropa.
Cuando estoy a punto de ponerme mi blusa de manga larga John me besa el hombro.
-Vallan al centro comercial o algo así. –Deja algunos billetes sobre la cama. –Es navidad y tenemos que recoger algunos regalos.
Me pongo de pie poniéndome mi abrigo.
-¿No te vas a quedar a que los chicos abran sus regalos?
Hago un puchero y me recargo sobre él. Me sonríe tomándome por los lados de la cara y dándome un liguero beso en los labios.
-Claro que sí. Es mi primera navidad con mis hijos y fue un milagro que Marlín dejara a Alex aquí.
Le sonrió y bajamos las escaleras abrazados. Deacon y Linda hicieron un buen trabajo vistiendo a los chicos y ahora Alex y Catalina nos esperan sentados alrededor de árbol mirando los regalos como si fuera su primera comida en días. Me siento en el suelo poniendo a Catalina entre mis piernas y le doy un beso detrás de la oreja.
(...)
Salimos del restaurante para niños riendo.
Deacon y Linda balancean a Alex mientras Georgia carga a Catalina. Yo llevo unas cuantas bolsas de compras que hice para mi papá.
-¿Te gustaron tus regalos? –le pregunta Linda a Alex. Él, siendo el niño tímido que es, solamente asiente con la cabeza.
Nos reímos un poco.
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Hell's Angells
RomanceCuando mi madre murió creí que mi vida había acabado. Huí dejando a mi familia detrás y al que yo creí el amor de mi vida, pero resulta que cuando esto paso mi vida apenas comenzó. Lo conocí y me importo una mierda cualquier cosa que se pudiera i...