Hidden ⭐

Capitulo 3

Después de soñar cuatro días seguidos con una marca de una estrella con ocho picos color negra en la muñeca de alguien que no puedo ver su rostro, las tareas de mis nuevos profesores y además ponerme al corriente con todas mis clases estaba deseando que ya llegara el viernes.

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Se me hace tarde para llegar a la escuela así que tomo un baño rápido, decido ponerme un vestido arriba de la rodilla color crema con flores naranjas y unos zapatos a juego y como tengo poco tiempo me arriesgo a dejar mi cabello húmedo de lado derecho cuidando que tape mi extraña marca de nacimiento. Bajo corriendo las escaleras y alcanzó a la tía Shira en la entrada apunto de irse.
- ¡Tía!,  se me hizo un poco tarde y... ¿Podrías llevarme por favor?- Le digo, pero no tengo muchas esperanzas ya que en la cena de anoche dijo que tenía un viaje de negocios y se iría hoy por la mañana.
- Oh Alana lo siento, no puedo llevarte si no me apuro voy a perder el avión y Bob me despedirá,  si corres tal vez alcances el autobús, si no, no te preocupes solo es un día, no toda la semana como Briana.- Era obvio que no le gustó nada que suspendieran a Briana, sí aunque era un día no podía perderlo, tenía trabajos donde había puesto todo mi empeño y si no los entregaba hoy no los recibirían y seguro reprobaba.
- Bien,  entonces es mejor que comience a correr.- Le digo despidiendome.
Sólo tenía que correr dos cuadras para llegar a la parada del autobús.

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Después de avanzar una cuadra pude divisar en la esquina como el autobús se iba, mi última oportunidad de llegar a tiempo se había ido.
«-Bien faltan 15 minutos para que comiencen mis clases, la primera es arte, no tengo ningún trabajo que entregar, después arreglo la falta,  si corro lo mas rápido que pueda llegaré a Español y el Señor Mcardy  no me matará -», pensé, tome una bocanada de aire muy profunda y comencé a correr,  solo es un kilómetro, solo uno, tengo buena condición en Delmar salía a correr, así que tenía posibilidades.

Llevaba 5 minutos corriendo y un cuarto de kilómetro recorrido,  los pulmones me ardían,  y estaba muy segura de que mis mejillas estaban rebasando el color rojo, escucho a lo lejos el sonido de una motocicleta, me hago a un lado y continuo corriendo pero el sonido de la moto se hace más lento.
- ¡Oye Alana!.  Me volteo para ver quien es,  y veo a Ian sobre una motocicleta negra,  vistiendo unos jeans ajustados negros y una camisa azul fuerte que resalta sus ojos.
- ¿Que...  Pasa?- Le digo sin aliento y aun corriendo.
- Si no me equivoco se te ha hecho tarde,  y yo puedo llevarte.- Bien eso me ayudaría pero yo no me subo a coches,  les tengo miedo, pero como esto es una moto creo que no entra en mi lista de vehículos que no debo abordar. Me detengo y el igual.
- ¿A... Ti también...  Se te... Hizo tarde?-  Le pregunto.
- Mmm algo así.- Me tiende su casco y yo quito mi cabello de donde lo dejé esta mañana y lo dejó caer por mi espalda,  olvidando completamente porque no podía quitarlo de ese lugar, Ian se me queda mirando a mí primero y luego ve mi clavícula,  el lugar en donde esta mi marca.
- Alana,  ¿siempre has tenido esa marca?- Me pregunta incrédulo y muy sorprendido. Bien, ya no podía negarlo, así que trato de que las palabras que salgan de mi boca sean las correctas.
- Emmm, sí,  pero enserio quiero llegar a la escuela.- Le digo con la intención de que el entienda la indirecta y se apresure a llevarme. En su expresión puedo ver que quiere decirme algo pero solo asiente,  subo a la moto y me centro en las palabras que dan eco en mi cabeza «confía en el Alana,  el es parte del comienzo.»

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Logré entregar a tiempo el trabajo para el Señor Mcardy, y aunque perdí artes las demás clases eran importantes.
Faltan 5 minutos para que termine Biología, es algo bueno ya que Kirt irá a traer pizza y mientras tanto Jenna y yo lo esperaremos en la cafetería.
- ¡Dios!,  no odio tanto Biología como Español,  pero que esto termine ya.- Susurra Jenna, para que el Profesor Rodríguez no la escuche. En cuanto termina de hablar el timbre suena.
- Bien,  tienes suerte,  ya terminó Biología,  ahora solo esperemos a que Kirt llegue pronto.-  Le digo levantándome y guardando mis cosas en la mochila.
- Espero,  y mas vale que la pizza tenga peperoni, amo el peperoni.- Rio por la cara que pone,  y su sonrisa es contagiosa,  pero de pronto desaparece y hace un sonido raro, y una seña con su cabeza para que me de la vuelta.
- ¿Podemos hablar Alana?.- Me pregunta Ian con una voz casi en susurro,  realmente no quiero hablar con él, puesto que no me gustó que el viera mi marca,  realmente me hizo sentir incómoda.
- Bien,  eh... No te preocupes Alana esperaré a Kirt sola.- Dice Jenna saliendo del salón y cerrando la puerta tras ella,  y ahora que ella se fue solo estamos Ian y yo.
- Ok y...  ¿De qué quieres hablar?.-  Le pregunto, se acerca a mi,  me mira fijamente un momento y después hace a un lado el cabello de mi clavícula derecha,  pasa sus dedos sobre mi marca dejando un suave cosquilleo en mi espalda.
- ¿Siempre,  has tenido esa marca?- Dice con su voz tan sexy que el cosquilleo en mi espalda se prolonga, trago con dificultad y le respondo.
- Sí, ya te lo había dicho.- Digo apartándome de él y desviando mi mirada hacia las ventanas,  me encantan sus ojos pero si los veo mucho tiempo pierdo el hilo de mis pensamientos.
- Bien y ¿tienes una idea de lo que esa marca significa?- Vuelve a preguntarme después de encerrar mi mirada en la suya.  Yo la evito y camino lejos de él,  no tiene sentido que me pregunte cosas así.
- Sólo es una marca de nacimiento poco común Ian. No tiene nada de especial.- Le suelto un poco molesta por tantas preguntas.
- Es mucho más que solo una marca de nacimiento, Alana, mucho más.-  Dice dando énfasis en mucho más.
- Escucha esto Alana,  te explicaré todo acerca de esa marca, te estaré esperando en el estacionamiento en cuanto el timbre de la última hora suene,  nadie más puede verla Alana, se cuidadosa por favor.-  Lo dice en un tono preocupado,  que me desconcierta.
-  ¿Y qué si no voy contigo?, no puedes obligarme Ian.- Le reto.
- Si tu no llegas, entraré a buscarte y créeme Alana sí puedo obligarte.- Diciendo esto sale del salón y me deja sola.