Capitulo 16

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Los ojos de la chica me ven con amabilidad y curiosidad, por un momento me asusto pero luego recuerdo que quien me trajo aquí fue Ian, y quizá esta sea su hermana, Lucy.
- Uh... ¿Hola?- Hablo con duda, y como me he parado de golpe ella se a sobresaltado.
- Despertaste, Ian va a estar feliz al fin.- Su voz es tierna, pero claro, según lo que yo sé tenía 14 cuando le dieron inmortalidad, pero de eso hace mucho, debe saber más cosas de las que yo sé y eso que tengo 16, alto...
- ¿Ponerse.. Feliz?¿cuánto tiempo estuve dormida?- Por favor que solo diga una noche, por favor...
- Dos días.- ¡Mierda!, Shira me va a matar, y Briana, deben estar vueltas locas, trato de levantarme pero me lo impide.
- No, no te levantes, Ian dijo que lo intentarías, estará aquí en un momento...
- Ya estoy Lucy, gracias.- La puerta de la recamara se cierra, y veo a un Ian demacrado, nunca le había visto ojeras desde que lo conocí, y ahora unos círculos color oscuro rodean sus hermosos ojos grises, que ahora tiene una luz de esperanza, supongo y espero sea porque estoy despierta.
Lucy ya no esta en la habitación, supongo que salió mientras me comía a su hermano con la mirada.
- ¿Cómo estas?- Pregunta al mismo tiempo que se sienta junto a mi en la enorme cama.
- ¿Dónde estoy?- Necesito asegurarme de que sigo en Aragón.
- En mi casa, no podía llevarte a la tuya por dos razones, la primera, estabas inconsciente y la segunda, no te llevaría a un lugar donde sé que corres peligro.- Estoy a punto de decirle que esta loco, que nunca correría riesgo con mi familia pero luego recuerdo que la madre de Briana me quiere muerta y que tal vez ella, sea un demonio oscuro.
- Estuve dormida dos días, y solo tengo dos preguntas, ¿por qué no desperté antes? Y ¿De qué nuevas noticias debo enterarme?
- No despertaste, porque estabas débil, lo que hiciste... Fue, bueno sorprendente y... Tu segunda pregunta... Confirmamos lo que nos dijo Elssa.- ¿Elssa? Ian señala la parte de mi brazo en donde normalmente deberían colocarte una jeringa para sacarte sangre, y ahí encuentro la marca de un sol, color naranja pálido, pero es muy notorio por mi propia piel pálida, otra marca, que se ve extraña y al mismo tiempo tan normal en mi cuerpo.
- Vaya.- Es lo único que logro decir.
- ¿Vaya?- Vuelve a repetir lo que dije y levanta una ceja, amo que haga eso.
- Sí, es lo único que se me ocurre, no es como que pueda quitármela.- Sonríe tristemente, como si sopesara mis palabras.
- No, tienes razón, no puedes, bueno, Verónica te trajo algo de ropa, es de ella, dijo que te vendría, te dejo para que te bañes y te cambies.- Sale de la recamara y me quedo sola.

El agua es refrescante, el verano esta llegando a su fin, lo que me asusta, mi visión sucede a finales de otoño, lo que quiere decir que la fecha se esta acercando, y yo no estoy a nada de estar lista. Mientras el agua me relaja, mi mente vaga hacia mi tía Shira, abro lo ojos de golpe, esta sola... Con Briana, y yo no me he aparecido en dos días, lo cual es malo. Salgo deprisa y tomo una de las toallas esponjosas que están apiladas en un montón, es el baño mas reluciente y ordenado que he visto, esa idea pasa por mi cabeza solo un momento, solo pienso en Shira tengo que ponerla a salvo.
La ropa que me ha dejado Verónica no es de mi agrado, pero tomo lo mas descente que encuentro, unos jeans negros, una playera blanca (que estoy segura trajo como pijama), mi chaqueta de mezclilla y mis converse blancas.

******

La mayoría de la casa, o lo que he visto, es color blanco, sus muebles son colores negros o café oscuro, y al igual que el baño esta completamente limpia. Ian esta en la cocina, con su hermana, se escucha una plática animada y cuando entro solo me observan pero siguen conversando.
- Preparamos el desayuno, que sera como la comida.- Dice Lucy, sosteniendo un cucharón en la mano.
- Que bien, yo... Voy a salir, vuelvo más tarde.- Me encamino a la salida pero Ian se interpone.
- No puedes salir, es peligroso.
- También es peligroso para Shira que se quede sola en casa con Briana, voy por ella y vuelvo, mi hermana esta en la escuela.- A pesar de eso no se hace a un lado.
- Es mas seguro que te quedes aquí, y no estas prisionera, solo para que quede claro.- ¿Esta loco?
- No puedo y no voy a dejar a Shira sola.- Replico con la voz molesta u exasperada «¡mientras más tiempo pasa corre más peligro!»
- Y yo no puedo ni voy a dejarte ir, así tenga que encerrarte en tu habitación.- Bueno, ahora estoy molesta, me acerco y tomo el borde de una mesa en el centro de la cocina con mucha fuerza, de repente Ian abre los ojos y Lucy grita de sorpresa, no lo entiendo hasta que el humo llega a mi cara, me despego de golpe de la mesa, en donde mis manos han quedado marcadas, aveces olvido que debo controlarme, porque los estúpidos "dones" aparecen cuando menos lo necesito.
- Lucy, ve a tu habitación ahora.- La voz de Ian se ha puesto dura, y antes de que me de cuenta él y yo estamos solos.
- Escucha...
- Vete al diablo.- Le suelto aun molesta, me doy la vuelta y regreso a la recámara.

Del balcón puedo ver que estamos algo alejados de la ciudad, pero no tanto, el jardín de la casa es enorme, y las hojas que contienen los árboles están tomando el característico color del otoño, es hermoso y horrible al mismo tiempo, no quiero que llegue el otoño, como tampoco pienso dejar sola a Shira, al diablo con Ian es mi familia y voy a protejerla, con menos esfuerzo que antes hago que una de las ramas mas próximas se acerquen al borde del balcón, después me subo en ella y bajo con ayuda de las ramas, en poco tiempo estoy en el piso y caminando a casa de mi tía Shira.

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