El portal hecho por Marcus nos escupe cruelmente en el pasto del parque central de Delmar, en una parte donde nunca hay gente.
- ¡Esta!, ¡esta es la razón por la que prefiero viajar en primera clase!- La voz llena de exageración de Verónica me regresa a la realidad.
- ¿Estas bien?- Me pregunta Ian mientras ayuda a que me levante.
- Me golpee el trasero, pero... Estoy bien, gracias.
- Bueno, terminemos con esto, vayamos a la casa de esa tal Elssa, ¿por dónde?- Verónica se acerca a nosotros sacudiéndose la tierra de los jeans.
- Es el parque, su casa esta unas cuadras mas para aya.- Señalo la parte este del parque, recuerdo cuando venía aquí con mi padre y Elssa, a Briana nunca le cayó bien así que nunca se nos unía en los planes que hacíamos juntos. Comenzamos a ir para aya, y sin pensarlo, estoy otra vez caminando en las tan conocidas calles de Delmar, me traen tantos recuerdos felices como tristes.
- Nunca creí que volvería a estar en casa de nuevo.- Estar aquí me ha cambiado el humor, y ahora estoy entre feliz y triste, pero sólo porque es imposible olvidar la segunda marca que ahora es una intrusa en mi cuerpo.
- ¿Cuánto falta?- Para los hábitos que tiene Verónica respecto a hacer ejercicio no debería estar tan delgada.
- Nada, ya llegamos.- Me detengo frente a la puerta color café oscuro que contrasta con los diferentes colores naranjas de la casa de Elssa, toco el timbre y espero a que me respondan.
- ¿Quién es?- La voz familiar y cariñosa de Elssa suena del otro lado de la puerta.
- Soy yo Elssa, Alana.- Después de un silencio la puerta se abre, y de pronto me encuentro rodeada por los brazos que hicieron de una madre por tanto tiempo, su cabello rizado y café me hace cosquillas en el rostro.
- Creí que no volvería a verte.- Se separa un poco y ve a Ian y a Verónica.- Y por lo visto, no vienes sola.
- Elssa, necesito ayuda, y solo tú me la puedes dar.******
El interior de la casa esta como siempre, y su ambiente familiar es algo que siempre extrañe.
- ¿En qué puedo ayudar?- Elssa nos ha dado a todos un vaso con refrescante limonada.
- Vamos al grano, no estoy de humor, viajar en portales nunca ha sido lo mío, sabemos que eres una bruja, y que el padre de Alana era un rerum, pero con eso no es suficiente, necesitamos mas información.- Bueno Verónica no conoce el tacto.
- Alana... Damian, tu padre me dijo que tú...tienes una marca, ¿no es así?- Pregunta Elssa sin alterarse por la manera en que le habló Verónica.
- Sí, pero... En resumen, tuve una visión, mi guardián, Ian averigüó que mi visión tiene que ver con una mujer, que esta vinculada conmigo, pero que no conozco.- Elssa asiente como si se hubiera esperado lo que le dije.
- ¿No se te ocurre alguien?
- Si se me ocurriera, ¿crees qué estaría aquí?
- La madre de tu media hermana no esta muerta, tu padre descubrió que era un Demonio Oscuro, y apartó a Briana y a ti de ella, sobre todo a ti.- «esta vinculada a ti por alguien a quien sí conoces ».
- ¿Por qué la madre de Briana quiere matarme?, y ¿por qué dices que sobre todo a mi?
- Por tu marca, y la guerra que hay entre los Demonios Oscuros y los que son como tú, y la verdad no entiendo porque quiera matarte, tu madre...
- Mi madre esta muerta Elssa, ¿por qué la involucras en esto?
- Alana, tu madre no esta muerta.- Me atraganto con la limonada que bebí, y comienzo a toser, Ian me da unos golpecitos en la espalda, pero yo sigo sin salir de mi asombro.
- No puede estar viva, mi padre me dijo que murió cuando yo nací, ¡esta muerta!
- Tu padre la envió a un lugar seguro, su vida estaba amenazada, tenía visiones, como las tuyas, y cuando el peligro terminó tú y ella ya no podían estar juntas, así que Nora lo aceptó.
- Bueno, nos enteramos de algunas cosas, pero no de porque quieren hacerle daño a Alana.- Ian esta tratando de hacer que reaccione, pero no puedo, me he quedado en cero, por eso quien habla es Verónica ahora sosegada, sabe que de lo que me acabo de enterar no es algo que se pueda aceptar tan fácil.
- En realidad....- Elssa se pone del color del papel, lo que hace que yo reaccione.
- En realidad ¿qué?, tienes que decirme todo, dudo que me pueda doler mas de lo que ya duele Elssa.
- Tu padre tenía las cuatro marcas, y ella lo sabía.- Como si eso explicara todo Ian comienza a maldecir por lo bajo y Verónica bebe discretamente del vaso.
- ¿Y?- Pregunto sin comprender.
- Tu padre era uno de los cuatro Alana, un Supremo.- Bueno eso lo entiendo, pero ¿por qué se alteran tanto?
- Cuando un supremo muere, y tiene descendencia, sus poderes... Se transfieren.- Abro lo ojos, porque ya se lo quiere decir, y si pensé que ya no podía ser peor, pues me equivoqué.
- Pero Alana solo tiene una marca, es un rerum.- Protesta Ian, pero luego recuerdo la otra marca, y me vuelvo a poner blanca.
- No es cierto.- Hablo en un susurro.
- ¿A qué te refieres?- Pregunta Ian exaltado.
- Ayer... Yo, la marca... Otra.- Las palabras salen de mi boca sin un orden para darle sentido a lo que trato de decirles.
- Sé clara Alana.- Pide Verónica que ahora se ha puesto seria.
- Ayer, después de bañarme, cuando salí, encontré una marca... Nueva.- Ian respira bruscamente.
- ¿Dónde?- Pregunta al mismo tiempo en que me pone de pie, levantó mi blusa para que la vea, después de unos minutos, sus dedos la rosan, y vuelvo a sentir la misma connección que cuando tocó la marca que tengo en la clavícula.
- Pero eso no quiere decir que sea un Supremo, solo tengo dos marcas, eso me convierte en un múltiple ¿no?- Pregunto con la voz ronca por el contacto de Ian.
- Por ahora... Sí, pero los poderes de tu padre se están transfiriendo, quizá al termino de la semana tengas las cuatro marcas.- Ahora a adoptado la posición de un guardián, habla formalmente y a escondido el miedo en sus ojos que ví hace un momento.
- ¿Por qué yo?, Briana también lleva su sangre.
- Tu eres hija de dos humanos especiales, un Supremo y una múltiple.- Habla Elssa.
- Y tu hermana, es hija de un demonio oscuro, por consiguiente, debe de ser uno.- Concluye Verónica, dejando una visión mas clara de todo lo que se avesina.
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Hidden ⭐
FantasyDe un día para otro me enteré que antes de nuestro mundo hubo otro, antes de las personas que conozco hubo otras que ahora ni siquiera puedo imaginar, y lo peor de todo es que soy consciente de que ellos mismos se destruyeron... Una guerra entre dem...