El portal de Marcus nos escupe nuevamente pero ahora de regreso a Oregon, y otra vez choco con el pasto del bosque.
- ¿Y? ¿cómo les fue?- Pregunta Marcus animado.
- Mi madre esta viva, la madrastra de mi hermana es un demonio oscuro que me quiere muerta, mi media hermana también es un demonio oscuro, mi padre era un Supremo, ahora soy un Múltiple y a fin de semana seré un Supremo, ¿eso te responde?- ¿Ponerme a llorar después de lo que me enteré?, que todo es una mentira, no, prefiero mil veces estar fuiriosa.
- Sip, lindura, con eso es suficiente, y yo creo que...Verónica ¿qué te parece si te doy el tour por la ciudad?- Verónica asiente y ella y Marcus se van, dejadome con Ian.
- ¿Qué?, esperas que me tire al suelo y llore desconsoladamente.- Le suelto de un modo grosero y altanero.
- La verdad, no, pero si lo haces, yo voy a estar ahí para consolarte, ahora la pregunta es ¿qué quieres hacer?- Responde Ian con voz tranquila y cariñosa.
- Estoy fuirosa, furiosa porque toda mi vida es un mierda de mentira, furiosa porque mi propia hermana quiere matarme y ¡furiosa porque no me gusta lo que soy!- Ian levanta una ceja, pero además de eso su rostro no demuestra ninguna emoción. Se acerca a mi y toma mi rostro entre sus manos.
- No quiero que vuelvas a decir que no te gusta lo que eres, vamos a arreglar esto, así como lo empezamos, juntos.- Por un momento me gustaría que yo tuviera su determinación y seguridad. - Y en cuanto a tu arranque de furia, podemos arreglarlo.******
Llegamos casi al atardecer pero aun hay luz, la luz perfecta para poder entrenar.
- Pelear con alguien siempre libera la furia.
- No voy a golpearte.- Digo aun de mal humor.
- Pues en realidad no es lo que yo tenía en mente, no quiero que me golpees, quiero que uses tus dones conmigo.- Me le quedo viendo, sus perfectos ángulos que parecen que fueron hechos con un sincel, sus ojos grises que podría pasarme la eternidad viendo, sobre todo lo que reflejan, absoluta confianza en mi.
- Si no quiero golpearte, menos atacarte con algo que no puedo controlar.- Replico con los brazos cruzados. «Sal de ahí Alana, hay demonios acercandose» de pronto vuelvo a ver todo borroso y mi cabeza palpita, cuando menos lo pienso Ian ya esta junto a mi.
- Hay...tenemos que...
- Ya sé, pero es tarde.- Lucho por que mi vista se aclare, y efectivamente, es tarde, hay a lo mucho ocho formas humanas acercandoce.
- Quiero que te levantes, y en la primera oportunidad que tengas salgas corriendo, ¿entiendes?- La voz de Ian es firme, pero esta loco, son ocho y el uno.
- No voy a dejarte.
- Que tierno, un rerum aprendiz y su guardián, una persona quiere a la chica, vengo por ella.- No se nos acercan, pero tienen una posición ofensiva, todos vestidos de negro, y en algunos es visible la estrella también negra.
- Primero tendrás que matarme.- Ahora Ian suena asesino, ¿cómo cambia tanto de postura?.
- Como quieras.- Ian me toma de la cintura y me lanza a un lado con todas sus fuerzas, sorprentemente caigo de pie, pero vuelvo a estar tirada en el piso cuando una mujer demonio se va sobre mi, no entiendo como pero le doy un puñetazo en la cara y otro bajo las costillas, y después la lanzo lejos de mi. Busco a Ian y veo que no tiene problemas con atacar a dos demonios al mismo tiempo, pero siguen llegando, y lo único en lo que pienso es en ayudarlo, así que pongo mis manos sobre el pasto, y busco la fuerza de las raíces de los arboles, dejo de lado mi migraña taladrante, y solo concentro cada gramo de mi furia contenida y hago que todas las fuertes raíces salgan del suelo, algunas aplastando a los demonios con formas humanas, otras rodeándolos y haciendo que exploten en mil pedazos, y una vez que no queda ninguno, con un fuerte y único sonido, las raíces vuelven a caer en su lugar, y el prado queda como si no hubiera pasado nada.
Me levanto lentamente.
- Si esto va a estar así, sera difícil, ¿nunca haces lo que te dicen?
- Con un... Gracias es suficiente.- Respondo con la voz agitada.
- No te vez bien, y llevarte a tu casa ya no es una opción.- Su voz suena como en un túnel, trato de aclararme la mente, centrarme, pero además de mi dolor de cabeza me siento hecha de gelatina por el hecho de usar mi don de una manera tan... Explosiva.
- ¡Mierda! ¿viste eso?, ni si quiera sé como lo hice.- Sé que esto no entra en el tema, pero... Debo admitir que ni yo misma puedo creer lo fuerte que soy.
- ¡Claro que lo vi!, fue como un temblor y luego tu...- Ian sacude la cabeza, como si se estuviera regañando por tratar ese tema en estos momentos.- Vamos tu casa ya no es una opción para que estés a salvo.- No entiendo lo que dice, estoy aun con ganas de vomitar.
- Creo que usar mi... Cosa esa, es mas efectivo para dejarme ebria que una botella del mejor tequila.- Respondo con una sonrisita en los labios, ni siquiera sé porque sonrio, solo lo hago.
- Si claro, yo creo que mejor mantienes tu boca cerrada, o para mañana querrás hacer un hueco en la tierra y meterte ahí.- Dice Ian también con una sombra de sonrisa en su rostro.
- O quizá mañana tenga un resplandeciente tatuaje de un sol en alguna parte de mi cuerpo y me sienta como la antorcha humana.- Esta vez no se contiene y suelta una carcajada, después de eso todo me parece confuso, no estoy segura si me lleva en brazos, o como logró que me mantuviera en su motocicleta mientras viajaba, porque sinceramente ni siquiera cuerda sé como lo hago.******
Me despierto desonrientada, en una habitación con colores azules y grices en un perfecto contraste, las sabanas en las que estoy tentida son suaves y frescas, no tengo idea de en donde estoy, cuando trato de levantarme choco con el rostro de otra chica, de ojos grandes y aceitunados con rastro de gris, cabello largo y cafe casi tan oscuro que parece negro.
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Hidden ⭐
FantasiDe un día para otro me enteré que antes de nuestro mundo hubo otro, antes de las personas que conozco hubo otras que ahora ni siquiera puedo imaginar, y lo peor de todo es que soy consciente de que ellos mismos se destruyeron... Una guerra entre dem...