Sabana Central, departamento de Nick. Lunes, 14 de noviembre, 10:05 h.
La escena que observó lo destruyó por dentro. Su departamento estaba en gran parte estaba destruido, todo roto, desgarrado y con manchas de sangre; en el suelo habían dos cuerpos inertes, animales que Nick nunca había visto, y cuando posó la mirada hacia donde estaban los muebles, pudo sentir cómo las lágrimas empezaron a agolpársele en los ojos. En el suelo yacían Finnick y Meloney, él tenía abrazada de manera protectora a la pequeña, pero ambos estaban horriblemente heridos y sus ropas estaban cubiertas de sangre.
Se lanzó a correr hacía ellos antes de que se diera cuenta, la desesperación y el miedo lo dominaban, iban tan frenético que tropezó con uno de los dos animales muertos en el, suelo haciéndolo caer, aunque en ningún momento apartó la vista de ambos zorros. Se levantó y se dirigió hacia ellos.
Cuando estaba con ellos, se colocó de rodillas en el suelo y observó que la situación era peor de lo que se parecía. Finnick, con su pata derecha tenía abrazada a Meloney, mientras que con la izquierda se retenía el sangrado de una herida en el costado derecho. Su respiración era demasiado irregular y apretaba los puños, al parecer, haciendo todo lo posible para soportar el dolor, además de estar con cortes y heridas menos graves por el resto del cuerpo. La vista de Nick e detuvo más de lo normal en el ojo izquierdo de Finnick, que sangraba como si fuera una cascada.
Finnick movió las orejas cuando Nick estiró los brazos para constatar que estuviera, como menos, fuera de peligro de muerte, alerta, con la guardia alta y dispuesto a dar pelea aún con las heridas que tenía. Al abrir el ojo derecho y darse cuenta de que él estaba allí, jadeó con voz débil.
—Llévatela.
Nick se movía por inercia, su cerebro tenía el control de su cuerpo, haciéndolo realizar movimientos automáticos, como tomar a Meloney en brazos cuando Finnick aflojó el agarre protector; sentía como si alguien lo manejara con hilos. Cuando parpadeó, recuperando la consciencia en su totalidad y observó a Meloney, no pudo evitar soltar un gemido de sorpresa. Usó la poca estabilidad que le quedaba para no romperse en ese momento. Ella estaba en un estado horrendo: golpes, cortes y moretones por todo su pequeño cuerpo, una de sus patitas se notaba de lejos que estaba fracturada, y le brotaba sangre por la nariz y boca. Al instante, antes de pensarlo, Nick le chequeó el pulso, inquietándose: era tan débil que apenas se percibía.
—Finnick, ¿qué pasó? —preguntó, nervioso.
Colocó a Meloney en el suelo y le recostó la oreja sobre su pecho, para comprobar la velocidad de sus latidos y la respiración.
—Nos atacaron... un tigre, una zorra... y esas dos gacelas... —Finnick suprimió un grito de dolor—. Me ataron en la cocina mientras... a ella la golpeaban... así que como pude me liberé y me cargué a... esos dos... —Se detuvo para tomar aire, estaba sudando demasiado—. Cuando ellos se dieron cuenta de... de que esas gacelas estaban muy calladas, se voltearon... y dejaron de lastimar a Meloney. Peleé contra ellos, pero ya puedes ver cómo he quedado —jadeó.
Él lo escuchaba y a la vez no lo hacía. Estaba demasiado enfocado en Meloney, en su débil y casi imperceptible rimo cardíaco, pero más aún en la detenida respiración. Nick inició la reanimación cardiopulmonar en un intento de que volviera a respirar y no fuera demasiado tarde. Luego de unos segundos, por suerte, funcionó, ocasionando que ella escupiera una gran bocanada de sangre. Eso alarmó a ambos zorros, sin embargo, respiraba. Débil; pero lo hacía.
—Llévatela rápido, deben atenderla —pidió de nuevo Finnick. Antes de también escupir una bocanada de sangre.
Alarmado, Nick intentó revisarle las heridas a Finnick, mas éste no se dejó.
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Siempre estaré para ti (SEPT 1)
FanfictionNick y Judy están enamorados el uno de la otra, mas ninguno tiene el valor de confesarse; prefieren negarlo. Sin embargo, debido a un accidente de Nick con un delincuente, Judy es la primera en decirlo. Pero lo que ellos no saben es que ese delincue...