6. Cine

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Al día siguiente me desperté por los fuertes golpes en mi puerta. Traté de abrir mis ojos, pero me dolía tanto la cabeza que parecía como si me estuvieran dando con un martillo.

—Hayley, despierta. —escuché a Skyler. Me removí un poco y abrí poco a poco mis ojos para ver a Kyler dormir profundamente. Se había quedado. Se había quedado por mí. —Hayley, por Dios, despierta, Chris está aquí.

¡Chris!

Sentándome y alejándome de Kyler empecé a moverlo.

—Kyler, Kyler despierta. —suspiró pero no se despertó. —¡Kyler!

No se despertó.

Ahg, los chicos tenían razón. Dormía como una piedra.

—Kyler, despierta. —lo empuje y él giró cayendo de la cama, llevándose mi edredón y a mí con él. Caí sobre su cuerpo y lo escuché gruñir.

—¿Hayley? —se hizo oír mi hermana preocupada. —¿Estás bien?

—Sí...ya voy. —me alejé de Kyler y él sonrió somnoliento.

—¿Qué pasa? —preguntó con voz gruesa.

—Tienes que irte. —me alejé completamente y me puse de pie. —Chris está aquí.

—Mmmm...—murmuró cerrando sus ojos. —Creo que aún no me quiero ir. Me pregunto que diría Chris si me viera aquí.

—¡Tienes que irte! —chillé.

—¿Que quieres que me quede? —abrió sus ojos y se sentó rovolviendo su cabello. —Claro.

—¡Kyler! —protesté, furiosa. —¡Vete!

Sonrió y se puso de pie. —Con una condición.

—¿Cuál?

—Hablaremos luego. Sin Skyler, sin Jake, sin Kyle, y sin Chris. —hizo una pausa. —Sólo tú y yo.

—Está bien. Pero vete. —no se movió. —¡Kyler!

Rió. —Ya me voy.

Abrí la puerta de mi balcón, pero se detuvo antes de salir y se inclinó a mí.

—¿Beso de despedida? —susurró.

—No seas idiota. —lo empujé fuera y cerré la puerta. Él sonrió negando y sonreí.

Se había quedado.

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—¿Por qué sigues con la misma ropa de ayer? —me preguntó Chris al verme. Al irse Kyler, sólo lave mis dientes y salí.

—Estaba muy cansada anoche.

—¿Y preferiste dormir con esa ropa?

Asentí y fui a la cocina por una aspira para el dolor de cabeza, sentía que ya me iba a estallar. Chris me siguió.

—¿Cómo te sientes? —preguntó sentándose en las sillas altas de la barra de desayuno. —Anoche bebiste mucho.

—La verdad, siento que la cabeza me va a estallar. —saqué la aspirina de uno de los cajones y me serví algo de agua. —No puedo creer que bebí tanto.

—Parecía como si te querías olvidar de algo.

Me tomé la pastilla y me volví a Chris.

—¿Qué?

—Sí, era como... No sé, no me hagas caso. —negó. —¿Salimos?

—No lo creo. No me siento bien, sólo quiero dormir.

A Pesar Del Tiempo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora