A Pesar Del Tiempo.

27. Molesta

Estaba sentada en uno de los sillones de la sala, viendo fijamente el árbol desnudo de navidad.

Una de mis manos subía por mi barriga y la otra jugaba con pequeño bastón de adorno para el árbol.

Mañana era navidad y Kyler no había vuelto.

No lo veía desde hace más de una semana y apenas había hablado con él.

De verdad trataba de que toda esta situación no me molestara, pero no lo podía evitar.

Me molestaba muchísimo.

Es decir, mañana era navidad, no habíamos puesto el árbol porque me prometió que estaría aquí antes de navidad y no había vuelto.

Además estaba embarazada, tenía más de ocho meses de embarazo, podría dar a luz en cualquier momento y él no estaba aquí.

Así que estaba molesta....no, estaba súper furiosa.

El timbre de la entrada sonó recordándome lo sola que estaba, ya que nadie podía abrir, sólo yo.

Me levanté con dificultad porque mi barriga era ya lo más grande, tenía ya treinta y siete semanas de embarazo.

Sobando mi barriga fui a abrir. Skyler sonrió al verme.

—¡Hola! —saludó alegremente.

—Hola —respondí malhumorada. Dejé la puerta abierta para ella y volví a mi lugar en el sillón. Sky entró y cerró la puerta. Se quitó el abrigo y lo tendió en el perchero.

Miró el árbol a medio hacer en la esquina y se tumbó a mi lado en el sillón.

—¿Qué haces?

—Haciendo el árbol. —respondí, mirando fijamente el dichoso objeto.

—¿No habías dicho que esperarías a que Kyler volviera?

—Mañana es navidad.

—¿Y?

—Y...—me volví a ella con el ceño fruncido— Kyler no ha vuelto. No voy a esperar hasta que él decida aparecer. Voy a hacer el jodido árbol yo sola, para que al menos mañana Liz o la abuela me digan: Oh, Hayley, que hermoso te quedó el árbol.

Skyler me miró algo perpleja.

—Wow...—susurró— Cómo que estas algo molesta.

—No estoy molesta, estoy furiosa. —bufé.

—A ver, suéltalo. —Skyler se relajó en el sillón, tomó el control remoto y encendió la televisión dejando un canal de entretenimiento.

—Sé que ama lo que hace, lo sé muy bien, pero cada día que pasa está más lejos. Que viajes, que reuniones, que grabación y tanta cosa. Y yo...—tomé aire— Lo extraño, me molesta que no esté conmigo en estos momentos. No hicimos cena de acción de gracias porque dijo que estaría aquí en navidad y mañana lo es y él aún no regresa. Estoy embarazada, puedo dar a luz en cualquier momento y él no está aquí. Además, me prometió que haríamos el jodido árbol juntos.

—Está bien —me lanzó una mirada—. Se nota que estás muy molesta. ¿Ya te sientes mejor?

—Algo, pero aún sigo molesta.

—Sé que sí, mira —se volvió a mí—. No puedo hacer nada, y entiendo tu malestar, pero simplemente tal vez esto es algo que deberías hablar con él. Yo, por otro lado, puedo ayudarte a terminar el árbol.

Sonreí. —¿De verdad me ayudarías?

—Claro —se puso de pie y me tendió sus manos—. Ven, te ayudaré.