A Pesar Del Tiempo.

3. Chris Jacobs

Hayley.

—¿Iremos a cenar está noche? —me preguntó Chris antes de que entrara a mi salón.

—¿Qué te parece si mejor cenamos en mi departamento?

—Ahí estaré. —me guiñó para luego dirigirse a su salón. Lo ví alejarse y me sentí mal.

Chris es un chico muy guapo. Su cabello rubio oscuro, piel clara, ojos marrones claros, tenía una hermosa sonrisa y era más alto que mí.

Empezamos a salir hace alrededor de tres o cuatro meses más o menos. Lo conocí un día que andaba buscando trabajo y sin encontrar nada, me fui a una cafetería. Él estaba sentado a mi lado en la barra.

—¿Puede darme un helado de chocolate? —le pedí a la camarera cuando me preguntó que deseaba. Ella me miró quisquillosa, pero no me dijo nada.

—¿Estas pidiendo helado en una cafetería? —me preguntó él. Me gire a verlo y vi una pequeña sonrisa en sus labios.

—Sí, lo necesito urgente.

—Sabes que hay lugares donde sólo venden helado ¿no?

Asentí. —Claro que lo sé. Sólo que este era el lugar más cercano.

La camarera me entregó el helado y sonreí al verlo.

—Soy Chris Jacobs. —se presentó.

—Hayley Mason. —hablé con la boca llena de helado. Él rió negando y luego empezamos a hablar más.

Nos fuimos conociendo más y más. Él me ayudó a encontrar mi trabajo en la escuela ya que él también trabajaba ahí. Empezamos a salir y la verdad, me sentía muy bien con él. Chris es un chico muy tranquilo, serio y respetuoso conmigo.

Después de clases, él pasó por mi salón para irnos a mi departamento.

—Sabes, no recuerdo si tengo todo lo necesario. —entré y me quité los zapatos sintiendo la deliciosa alfombra. Chirs cerró la puerta tras él y dejó su maletín junto a la mesa donde dejé mi bolso y cosas.

—Odias esos zapatos ¿no? —preguntó riendo.

—Sólo algo, como que los odio amo.

Negó y se sentó en las sillas del desayunador. Le serví algo de agua y también tomé algo para mí. Llamaron a la puerta.

—Disculpa. —me excuse con Chris y él asintió. Hice mi camino a la entrada y abrí. Mis ojos se abrieron con sorpresa al verlo.

—Hola, Hayley. —me saludó Kyler pasando por mi lado, sin invitación. Chris se volvió a nosotros y frunció el ceño. Kyler se acercó a él.

—¿Quién es él, Hayley? —me preguntó Chris. Cerré la puerta y caminé a ellos.

—Soy Kyler Miller. —Kyler le dio unas palmaditas a Chris en el hombro. —Soy...vecino de Hayley.

El muy descarado me lanzó una mirada socarrona.

Oh, no.

—¿Miller? —preguntó Chris confundido. —¿Eres otro de los hermanos?

—Así es. —Kyler asintió. —Al parecer ya has escuchado de nosotros.

—Sí, ¿Cuántos son?

—Cuatro. Pero aquí estas conociendo al mejor. —le guiñó Kyler. —Tú debes ser Christopher.

—Chris. —lo corrigió él. —Me llamo Chris.

—Chris, Christopher. Es lo mismo. —rió. —No es mucha la diferencia.

Kyler se sentó junto a él y sonrió en mi dirección. Rodando mis ojos, rodie la barra para ir a la cocina y preparar la cena.