Para el día de mi cumpleaños, tenía nueve semanas de embarazo. Aún no se me notaba mucho, pero podía sentir la diferencia al pasar las manos por mi vientre.
Ya había ido a la primera revisión con la ginecóloga y me dijo que todo estaba bien.
Por suerte mi cumpleaños había caído un fin de semana.
Muy temprano Chris me llamó.
Primero me preocupé al ver su nombre en la pantalla, pero tomé el teléfono. Era un avance que estuviera llamándome.
—¿Hola? —respondí.
—¿Hayley? —escuché como se aclaró la garganta—. Feliz cumpleaños.
—Gracias.
—Eh...estaba pensando en si te gustaría ir a cenar conmigo. Por tu cumpleaños y así podríamos hablar.
—Claro. —respondí rápidamente.
—Bien —sabía que estaba sonriendo—. Nos vemos más tarde.
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Me dormí otro rato y luego me levanté. Sobando mi plano estómago fui a la cocina por algo de leche.
—¡Sorpresa! —Skyler, Kyle, Jake, Hannah, y Chris estaban en la cocina gritando felicidades y lazando confeti por todo el lugar. Sonreí y todos me rodearon en un abrazo grupal—. Felicidades, Hayley. Te amamos mucho.
Lágrimas bajaron por mis mejillas.
Dios, me estaba convirtiendo en una magdalena llorona.
Estúpidas hormonas.
Todos me abrazaron y felicitaron por separado. Cuando Chris se acercó a mí, elevé mis cejas.
—Así que...la cena, eh.
—Aún sigue en pie —me guiñó—. Esto es sólo un empuje.
Sonreí. Lo había extrañado.
—¿No me vas a dar un abrazo a mí, Hayley?
Me giré a la voz detrás de mí y llevé mis manos a rostro.
—¡Jess! —me abalancé sobre ella apretándola en un abrazo—. ¡Llegaste!
—Claro que sí, idiota —reprochó. Me alejé de ella sorbiendo mi nariz—. Jamás me perdería tu cumpleaños, no importa que tan lejos esté.
Jess se había mudado a Boston justo después de la graduación por cuestiones de trabajo. Hablaba con ella seguido, pero no era lo mismo. No era como tenerla frente a mí y la huera hacer caras al contarle algo, o como siempre me interrumpía sólo por molestarme, nunca se va a comparar a hablar con alguien frente a frente.
La abracé de nuevo.
—Tengo tantas cosas que contarte.
—Soy toda tuya. —disculpándome con los demás y confirmando mi cena con Chris, arrastré a Jess a mi habitación.
Nos tiramos en mi cama viendo el techo y descansando nuestros pies en la pared sobre la cabecera de mi cama.
Empecé a contarle todo.
Le conté de Chris, de mi nuevo trabajo, del regreso de Kyler, de lo habíamos estado haciendo, y no encontraba como decirle lo del bebé.
—Y hay otra cosa.
—Espera, espera —me interrumpió—. Me estás diciendo que después de que me fui, conociste al tal Chris, quien por cierto está guapísimo, y empezaste a salir con él. Luego, gracias a él conseguiste tu trabajo y cuando pensaste que de verdad te estaba empezando a gustar el Chris, Kyler apareció de nuevo diciéndote que aún te ama y que quiere regresar contigo, pero no lo haces por Chris y por culpa de traicionar a tus padres, pero un día te acostaste con él y aunque no me lo dijiste sé que fue increíble. Te peleaste con Chris y Kyler y te distanciaste de ambos, luego te encuentras a Kyler con Layla y no le hablas y ¿todavía me dices que hay más? ¿Qué falta? ¿Patch apareció en tu puerta?
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A Pesar Del Tiempo.
Teen FictionHan pasado dos años desde la última vez que se vieron. Kyler y Hayley se vieron obligados a separarse para sanar sus heridas. Pero ellos saben que en dos años pasan mucha cosas, perdonas, olvidas, cambias, y sobre todo, conoces nuevas personas. El d...