Para cuando cumplí veintiséis semanas de embarazo, Kyler recibió la llamada de Richard diciendo que ya tenía listo todo y que prácticamente el departamento era nuestro.
Casi lloro de la emoción.
A pesar de que ya teníamos el departamento, le había pedido tiempo a Kyler para arreglar mis cosas.
Él aceptó sin protestar. Y me encantaba que me apoyara cuando lo quería.
Ahora estaba sentada en mi cama con Kyler tocando frente a mí. Estaba practicando para una presentación que tenían en unos días y me gustaba verlo tocar.
Sé que a Kylie también porque no dejaba de moverse y darme patadas.
—Oh, Kyler, siente, está dando pataditas —Kyler sonrió y dejó de lado la guitarra para colocar una de sus manos en mi barriga.
—Oh, mierda, sí —una gran sonrisa se extendió en sus labios encontrando mi mirad—. Le encanta la música al igual que su padre.
Reí. —A lo mejor es una música.
—Lo será —me guiñó. Se acostó sobre su estómago y subió mi camisa para poder tocar mi pancita sin problemas. Besó mi barriga y su pulgar empezó a acariciar mi piel—. Hola, bebé, soy yo, tu padre —habló cerca de mi vientre como si hablara con la bebé—. Te quiero decir que no sabes cuanto quiero conocerte, tenerte en mis brazos y ver lo feliz que va a ser tu madre cuando le digas mamá por primera vez.
Sonreí.
—Además, quiero saber si vas a ser igual de guapa que tu mamá o si vas a heredar mis hermosos ojos, no es que los de tu madre no sean hermosos, lo son, pero no tanto como los míos.
—¡Kyler! —reí.
Sonrió y volvió a besar mi barriga.
—Lo más importante que quiero que sepas es que, aunque aún no te conozco, te amo. Te amo tanto como amo a tu madre.
Sentí como mis ojos se llenaron de lágrimas al verlo así. Últimamente lo único que hacía era llorar. El otro día estaba viendo Terminator con Skyler y terminé llorando, no sé porque.
Estúpidas hormonas.
Kyler se levantó y arrastró por la cama hasta sentarse a mi lado.
—No llores, bebé.
—Sólo estoy feliz —sonreí, limpiando mis lágrimas—. Son lágrimas de felicidad.
Sonrió. —Bien, porque no soporto verte llorar. Me duele saber que estas sufriendo.
Negué. —Estoy bien. Por cierto, la otra semana tengo revisión ¿irás conmigo?
—Claro que sí —respondió, besando mi sien—. No pienso perderme nada de ti y Kylie.
—Bien.
El teléfono de Kyler sonó con la llegada de un nuevo texto. Lo tomó y hizo una mueca al ver la pantalla.
—Es Scott, nos está convocando a una reunión urgente.
Hice un puchero. —¿Te vas?
—Tengo que irme —tomó mi rostro dándome un gran beso—. Pero cuando regrese quiero que estés lista.
—¿Lista, para qué?
—Quiero llevarte a un lugar —apartó el cabello de mi rostro y sonrió.
—¿Qué lugar?
—Es una sorpresa. Sólo ponte más hermosa que de costumbre, pasaré por ti más tarde —besó mis labios de nuevo—. Te amo.
Y se levantó, saliendo tan rápido de mi habitación, dejandome algo confundida.
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A Pesar Del Tiempo.
Novela JuvenilHan pasado dos años desde la última vez que se vieron. Kyler y Hayley se vieron obligados a separarse para sanar sus heridas. Pero ellos saben que en dos años pasan mucha cosas, perdonas, olvidas, cambias, y sobre todo, conoces nuevas personas. El d...